4. Una oportunidad de ver el mundo.

258 28 3
                                    




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-POV Laura-

Desde el suceso del captura la bandera, los campistas se apartaban de Percy, lo que me parecía absurdo, ya que Percy no había cambiado su forma de ser. Después de lo que le hizo a los de Ares, los de la cabaña 11 se ponían nerviosos con él y ahora daba clases a solas con Luke y conmigo algunos días.

Por las mañanas le daba clases de griego yo sola, puesto que seguía enfadada con Annabeth.

Hablando de ella, me intentó pedir disculpas, pero le dije que no iba a devolverle su puesto y volvimos a discutir. Esto nos solía pasar mínimo dos veces al año, bueno y más veces también.

Ahora mismo estaba en el campo de voleibol con mis 'hermanos' de Apolo jugando un partido matutino contra los sátiros. Íbamos ganando 24-20, nos quedaba un solo punto. Saqué con salto e hicimos un par de jugadas de un campo al otro cuando mi hermano Lee remató e hizo el último punto. Nos pusimos a celebrarlo como locos cuando me llamaron:

-¡Laura!

Me giré, eran Percy y Grover.

-¿Qué tal chicos? ¿Os unís?, vamos a hacer uno sin puntos.

-Tenemos que ir a la Casa Grande, me ha dicho Quirón que fueses tú también.

-¿Yo? Pero si aún no he hecho ninguna broma.

Grover me miró arqueando una ceja; bueno, puede que hace dos días los Stoll y yo pusiésemos un cubo de agua en la puerta de los de Afrodita, pero ya nos habían castigado sin postre por ello.

Le miré sonriendo inocentemente y él simplemente se rió.

Estaba preocupada por la tormenta, nunca se había acercado tanto. Suponía que tendría que ver con la reina del drama, es decir, Zeus.



Los tres subimos al porche de la Casa Grande. Dioniso estaba sentado en la mesa de pinacle con su camisa atigrada y su Coca-Cola light; Quirón, en el lado opuesto de la mesa, en su silla de ruedas falsa. Jugaban contra contrincantes invisibles: había dos manos de cartas flotando en el aire.

-¿Habéis jugado sin mí? –cuestioné al centauro y al dios que tenía delante.

-Échale la culpa al centauro enfrente mío, dijo que estabas castigada por una broma –me dijo el señor D.

-Jope papá, que ya había cumplido sin postre –le dije haciendo un puchero.

-Lo siento hija, pero tienes que dejar de hacer bromas.

-Sé que en el fondo te divierten, como al tío D –le dije riendo.

-Te he dicho que no me llames así, Leyre –me dijo mirándome mal, en el fondo no le molestaba y se sabía mi nombre.

Different| Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora