Te dejo en libertad

Capítulo 8 Un ángel

«Soy un abogado de cuarta generación, desde bebé ya tenía marcado mi camino, Harvard era la escuela a la que toda mi familia asistió. Mi hermano Ho Seok, también se titulo de abogado. 

Yo tenía un año de haberme graduado con honores, trabajaba en un importante bufete. A Hobi le faltaba un año y nunca pidió ayuda en sus clases o exámenes, era igual de independiente que yo. Eso cambió hasta que conoció a Kim Tae Hyung, otro estudiante de leyes que era un genio. Se interesó en ese chico, incluso me invito a un debate para que viera a Tae.  Nunca antes me había pedido algo, así que no pude negarme. 

Saliendo del debate llamaron a Tae Hyung de emergencia, para recoger a un chico que se había lastimado. Ahí vi por primera vez a Ji Min, venia en silla de ruedas; Parecía un ángel que aunque tenia mucho dolor por un esquince en el pie, venía con una sonrisa muy grande. 

Al principio sentí celos y mi hermano también, pues pensamos que tenían una relación por vivir juntos, pero ellos nunca se vieron en esa forma. 

Siempre he sido muy persistente en mis metas y Ji Min era mi objetivo, era hermoso, cálido, amable, tuve mucha competencia, todo mundo quería a ese ángel, pero yo era persistente. Casi tuve que pasar un filtro para que Kim Nam Joon me diera su visto bueno y pudiera salir con Ji Min, aunque no era su padre, el Maestro de historia le había tomado cariño y velaba por Ji Min. 

Yo lo entiendo, Ji Min es muy sexy,  pero en su interior hay un niño desamparado y eso hace que quieras protegerlo. Por eso me siento muy mal por la forma en que lo traté, no medí mis fuerzas y lo zarandee. Creo que me pase, él es muy delicado, su piel es suave y muy blanca que se marca fácilmente. 

 No debí, correrlo, ni decirle que me alegraba de no tener hijos, pero yo no quiero tener hijos si eso hace que mi esposo sufra. Mi trabajo me absorbe y pensé que sin niños estábamos bien, Ji Min es hermoso y se vería más hermoso cargando un bebé nuestro, pero no ha llegado en estos años y yo ya me resigne. También sufro al saber que no tiene ese bebé, sufro su dolor y mi propio dolor.

Quien me conoce sabe que soy un abogado que siempre tiene la cabeza fría; Pero con Ji Min algo me pasa, enciende mis pasiones, me hace sentir vivo. Soy débil ante él.

Ahora no se si deba seguir con esta relación, lo amo tanto que si Ji Min, no puede tener hijos conmigo tal vez es mejor dejarlo en libertad para que alguien más le de ese hijo que tanto desea. Aunque se rompa mi corazón, aunque se desgarre mi alma».