Qué difícil es detenerse y vivir de verdad. Aprendimos a esperar, soñar y analizar el pasado para no cometer los mismos errores, en vez de detenernos, respirar y existir en este mismo instante. Me pasa igual. 21 años, 21 años. Soy oficialmente un adulto joven, con tantas posibilidades y expectativas. La gente te ve y espera que le cuentes tus sueños y objetivos en la vida y te elogian si estos son casi imposibles de lograr. Elogian a esos que "trabajar" por una gran meta, esos que ahora sufren pero que algún día serán "grandes".
Se premia la espera, la paciencia, las ganas de..., de algo que no se sabe muy bien. Se elogia la fé. Si te detienes ya no eres útil, ya no podrás cumplir las expectativas de la sociedad moderna, ya no eres un sujeto. A mí me paso igual. Toda mi vida he esperado que algo bueno pase, que se me reconozca por algo, siendo prudente y cuidándome de las cosas que parecían divertidas. Una vida puritana. De vez en cuando me abanderaba de alguna causa, algo suave, así bajito y sin profundizar demasiado, lo suficiente para no quedarme atrás pero demasiado como para ser catalogada de "algo".
viví esperando ser suficiente, ser la chica exitosa que había soñado de niña. La mujer que se despeinara el pelo guiñara el ojo o se pintara los labios de rojo. "Cuando sea grande", "Cuando tenga dinero", "cuando este estable mentalmente", "cuando tenga familia". Nunca me puse a pensar que ahora soy grande, tengo dinero (el suficiente), tengo la mente como debería estar y ya formo parte de una familia.
Ya vivo sola, "voy a la universidad" y soy todo lo que esperaba ser. Como se esperaba, atravesé dificultades que me engrandecieron y soy todo lo que necesito. Nicole Fernández, soy la óptima mujer que soñé. Ahora, hoy, en este momento con estos dedos que tanto amo, los labios picudos y la cabeza pequeña. Soy quien desee y vivo lo que debo vivir. Estoy agradecida de poder detenerme y vivir de verdad, de entender que no hay nada que esperar. Lo que debió ser, es, lo que debe ser, es. Todo, cada pequeña ilusión esta cumplida justo ahora.
La agenda a mi lado es la que siempre soñe tener y lo que esta escrito en su interior es lo que debía plasmarse. Ahora mismo soy una pintora, escritora y estudiante. Soy compañera, amante y madre. 21 años y ya soy lo que soñe y hago lo que anhelaba.
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Memorias de una inexperta
AcakQuerido Diario... ¿Dibujante? ¿Escritora? No hay ningún talento que logre apegarse por completo a mí. Desde pequeña he buscado aquello, ese talento innato que logre hacerme sentir mejor. Pero no. solo soy yo, una persona que sigue lo que han dictado...