Chao est retrorsum

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Si alguien había visto más serio a Harry, más distante y frío. Nadie menciono nada. Nadie se acercó a preguntar algo, nadie excepto Draco claramente.

Sin embargo ahora Harry se encontraba solo en uno de los pasadizos, no quería compañía, sabia que su padre se encargaría de matar al viejo, aun no, aun tenían muchas cosas de las que encargarse y hacer sufrir a Dumbledore. Por lo mientras debía mantenerse sereno, no debía de mostrar lo que su mente deseaba. Tampoco podía pedir a Mors que adelantara la fecha de muerte, eso hiba en contra de las reglas de la Muerte. Llegaría su día. Pero aun no era momento.

Parpadeando un momento volteo rápido teniendo su varita alzada frente al rostro de los instrusos a su tranquilidad. Reteniendo el hechizo de salir de sus labios para atacar.

– ¡Wowow! Tranquilo...

– Pequeña serpiente, no...

– Haremos nada contra ti

Alzo una de sus perfectas cejas oscuras, que curiosa manera de hablar tenian esos dos. Gemelos. Weasley. Los había visto, pertenecían a la casa de los leones. Hermanos mayores de la comadreja Weasley Ron. Esperaba estos dos no fueran tan estúpidos como su hermano menor. Había escuchado bastantes cosas sobre los gemelos y le haría bien mantenerlos cerca. Igual... Ya los conocía antes... Pero seguro ellos no lo recordaban.

– Hablen, ¿porque me siguen? No crean no sentí su presencia...

– Que serpiente tan astuta eres....

– Creímos no nos notarias pequeña serpiente

– Ya dejen de hablar así, me estan exasperando. Digan por que me sigan antes de que los petrifique y de como comida al calamar....

Realmente lo estaban mareando, esos dos llegaban a sacarlo de quicio, no habian cambiado nada. Siguió unos minutos maldiciendo a ese par de rubios que no paraban de susurras entre ellos mientras se recargaba de la pared rodando los ojos. Hasta que vio como ambos se ponían frente a el sin darle paso a poder salir.

–Tratan de hacerme algo y nu dudare en castrarlos... Par de pervertidos

Está bien, tenia mentalidad adulta, realmente tenía más de 11 años... Sumando su vida anterior ya casi tenía 30 años mentalmente... Pero seguía siendo un niño en esa vida... Un niño que había sido... Abusado... Comenzó a temblar mirando a esos dos alzando rápidamente su varita frente a ellos.

– Hey hey, pequeña serpiente

– Tranquilo no te haremos

– Nada.. Solo queríamos verte más de cerca

–Siempre andas acompañado y

–Nunca habíamos visto tu rostro de cerca...

– Eres bastante lindo...

Lo siguiente que los gemelos supieron fue que habían volado de un extremo del pasillo a otro. Esa pequeña serpiente al parecer no recibía muy bien los halagos. Cuando ambos se levantaron el pequeño Slytherin ya no estaba a la vista.

En lo que resto de la semana, Harry no pudo estar solo o tranquilo cuando se escapaba de su padre o de Draco, ya que un par de Gryffindor's no lo dejaban en paz, cuando hiba al lago, ambos aparecían tras él, ya dos veces había caído al lago, para después ambos chicos tener que salir corriendo antes de que los lanzara cerca del calamar gigante. Había sido hechado de la biblioteca ya que ese par de escandalosos no dejaban de revolotear a su alrededor. Si se había reído de sus payasadas, no lo admitiría ni con amenaza de estar en un cuarto solo con la pasa mitad cabra.

Estaba caminando de un lado a otro tratando de perder a ese par de idiotas, hiba de la torre norte a la sur, de la torre de Astronomia hasta el hibernadero, pero no lograba perderlos.

– ¡Pequeño Morte!

Escucho el jadeo de George al ver como su varita estaba contra el cuello de Fred. Una sonrisa suave apareció en sus labios al notarlo, los había tomado por sorpresa, pero no podía estar ta alegre, tenia que sacar información de ese par.

– Repitelo Freddie... ¿Como me llamaste?

Escucho como uno de ellos tragaba con dificultad, lo sabía, podía verlo, alrededor de los tres se estaba formando una espesa niebla negra, oscura como la noche... Fria como la muerte. Mors le había advertido, debía controlar sus poderes de parte de su herencia Morte, tomo aire y lo soltó luego de unos segundos, sin bajar su varita, la niebla se disolvio. Desapareció tan rápido como apareció. Alzo la vista a los pelirrojos y le divirtió su mirada, estaban pálidos como cadáveres.

Cadáveres.

Rápido les tomó el pulso a ambos y se relajo, seguían vivos. No quería matar a nadie por accidente. Todas las muertes debian ser pensadas.

Para cuando ambos reaccionaron ya se encontraban al lado del Lago Negro.

– ¿Que....

–.... fue eso?

– ¿Cuando aprendiste a hacer eso? ¡De niño apenas podías hacer una leve niebla apenas visible! –Fue Fred quién termino estallando... Bocon

–Tkz... ¿Puedes callarte Freddie? Cualquiera puede escucharte.

–Um.. El pequeño Harrikins se volvió un amargado...

–Nunca me gusto que me llamaras así Ger...

Asi es, ya conocía a ese par.... Los conocío en el orfanato... ¿Como?
Los Weasley siempre fueron... A adoptar niños... Nunca supo para qué, ya que ellos eran una familia grande... Demasiado grande podía el notar y saber. Algunos niños que fueron adoptados pararon en Hogwarts, al parecer algunos eran niños mágicos. Pero varios de esos niños eran simples muggles... Niños sin magia. Cuando leyo el registro de adopciónes, noto que los niños nunca pasaban los 15.

Varios de los que llegaron a los 15 ya estaba muertos... Ventajas de ser heredero de la muerte era esa. Sabia quienes morían. Oliver.. Fue uno de esos niños adoptados, fue su mejor amigo mientras estuvo alli. Murió a los 2 meses.

–Molly fue a adoptar dos niños en lo que lleva el siclo escolar

La voz de Fred fue lo que lo despertó de sus malos recuerdos. Miro al pelirrojo un momento  mientras se recargaba de su gemelo, aspirando algo del aire fresco de la tarde.

– Nunca deberíon haber récordado... Les borre la memoria par de idiotas... No deben involucrarse, es peligroso

– ¿Peligro? ¿Que es eso?

–Jajaja.. Cierto.. Siendo ustedes, ustedes son el peligro del mundo...

Nunca lo admitiría, habia extrañado a esos dos.

Y asi fue como el recuperó a un par de amigos. Por ese día, el no pensaría en el peligro a su alrededor, solo por ese día, se permitiría ser un niño siendo consolado por sus amigos de infancia. Era su reencuentro... Solo se lo permitiría. Solo ese día.

Solo pedía... Ese día ser feliz y sin preocupaciones de una guerra. De adopciónes ilegales y muertes. De abusos. De magos malvados.

Ya habia estado rodeado de todo eso toda su maldita vida, incluyendo la anterior. Estaba arto. Queria matarse otra vez. Pero era inmortal. Aveces maldecía haber aceptado ser heredero de Mors. Pero si quería vengarse... Recuperar a su familia...

Agitó su cabeza un poco más mientras se acomodaba más contra el costado de George mientras soltaba el aire.

No queria pensar más en eso... Aveces desearía... Olvidar todo...

¿Realmente podía cambiar todo? ¿Realmente podía olvidarlo?

Solo queria ser feliz y sin preocupaciones...

¿Por que no podía ser un niño normal?

Al parecer no se le podía permitir ese simple deseo.

Y asi, finalmente se quedó dormido, entre ese par de pelirrojos, que le enojaba.. Pero igual le hacian olvidar todo lo malo a su alrededor.

MutationesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora