Mutationes

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La clase de pociones. Había cumplido con sus expectativas, estaba convencido. Tenía que pedirle clases a Severus, ¿como es que lograba ese frufru en su capa? Y ese tono.. Suave pero a la vez estricto. Años de experiencia manejando a niños ineptos como Weasley idiota o Granger imprudente. Harru juraba que Ravenclaw y Griffindor llegarían a fin de años sin puntos o posiblemente con -10,000 puntos con niños como Granger o Weasley.

Después estuvo la clase de vuelo. Weasley se había burlado del Osito por su miedo a la escoba. Después Granger gritando como histérica a la escoba ya que esta no hiba a su mano como la de Draco o la suya. A Weasley su escoba la había golpeado en la cara y después esta se reuso a subir. Karma por burlarse de su Osito.

Después de eso... Irónicamente y siendo un Deja Vu, él tuvo que volver a volar, pero está vez fue junto a Draco, ambos para salvar al Osito, Draco había tratado de negarse.. Pero fácilmente lo convenció, ojitos de perrito, nunca fallan.

Lo que Harry no esperaba es que ahora se encontraba de camino a la oficina del viejo director. La estúpida de Granger, había caído frente e él, y claro, le hecho la culpa de que le había lanzando un hechizo Piernas de Gelatina.

¿Pará qué gastaría su tiempo y magia en una simple sangre sucia como ella?

Que estupidez.

Pero claro, Weasley también estaba allí y lo acuso con Mcgonagall, gritando que "Como era un Slytherin, era malvado y había hechizado a Hermione para lastimarla, por que ahora el juzgaba los estatus". Más patético no podía ser. Así que ahora por orden de Mcgonagall estaba de camino al despacho de Dumbledore.
¿Estaba nervioso? Claro que si. Mors no estaba a su lado por el momento ya que se había ido esa semana para poder arreglar algunas cosas en el mundo de dioses. Y Draco estaba en clase.

Sus poderes no estaban completamente desarrollados por que seguía siendo un niño. Así que ahora estaba solo, contra el viejo más manipulador del mundo mágico y muggle. Ya estando frente a la estatua sólo vio como está se abría ante él, subiendo y tomando aire para poder relajar los músculos, los sentía tensos y tenía una fina capa de sudor en su frente, se acomodo su uniforme y su cabello. Poniendo la mirada más tranquila y relajada. No debía mostrar debilidad ante el viejo.

Entró a la oficina luego de escuchar la voz del viejo dando permiso. "Igual es mi castillo así que no nesecito tu permiso"

Se adentro a la oficina, sin quitar la mirada del directos, estudiando sus movimientos, se sento, quedándose callado esperando hablara primero. Mientras dirigiendo su mirada distraída sobre la desordenada oficina.

–Mi muchacho, ¿porque atacaste a una compañera indefensa?

No pudo evitar rodar los ojos al escuchar ese estúpido apodo y el falso tono de preocupación. –Yo no la ataque, ella se tropezó sola y callo cuando yo hiba a mi clase de Herbologia. Ella y Weasley me acusaron –

– El joven Weasley jura ver que tu y tú compañero Malfoy lanzaron un hechizo broma sobre ella. Los demás también juran haber visto eso

–Director, le estoy diciendo que ella sola se tropezó. ¿Esque acaso no escucha ya? – sonrió al ver un brillo de molestia en los ojos del viejo

– Mi muchacho, te pediré que seas más respetuoso al hablar

– Y yo le pediré que deje de acusarme sin pruebas por favor. Le repito que no fue mi culpa el accidente de Granger. Pero usted parece no escucharme – Estiró su brazo tomando algunos de los ácidos dulces del viejo, claro que el no se los ofreció, le pareció extraño. Pero lo vio como una oportunidad de molestarlo, algo que al ver el brillo de molestia, supo logró. Jugó con ellos un momento en su mano disimuladamente. No sintiendo ningún hechizo sobre ellos. Por lo que se llevó uno a la boca, el sabor agridulce invadió su boca rápidamente.

– Al parecer caer en la casa de las serpientes hizo que tu lengua se vuelva más afilada muchacho.

– Siempre e tenido esa manera de hablar. Que usted no lo sepa es otra cosa, pero claro, ¿como lo sabría? Nunca fue a supervisar que yo me encontrara bien.

Un escalofrío recorrió su espalda al ver como en la cara del viejo aparecía una sonrisa. Una sonrisa la cual no le traía buenas noticias. Y eso se confirmó al empezar a sentir su cuerpo adormecido al igual que su mente.

– Sabes niño, aveces los sedantes y drogas muggles tienen mejores resultados que los mágicos. Son difíciles de detectar por magia. Y teniendo la docis perfecta, puedes tener los resultados deseados – El viejo se levantó y acarició el borde del recipiente con los malditos dulces. Droga muggle, claro, por eso no sintió nada sospechoso – Harry, haz sido un niño muy malo desde que llegaste a Hogwarts. Debes ser correctamente castigado

Su mente cada vez estaba más adormecida y su cuerpo pesado, su magia, estaba débil como para alcanzarla. No podía creer que había caído en la trampa del viejo. El miedo recorría su cuerpo. Su papá.. Su papá debía salvarlo.

Papá

No supo nada más de sí, solo pudo ver como el viejo se acercaba a él, sintió una caricia que le causó repulsión en su rostro. Pero la inconsciencia lo reclamo.

Había caído en la trampa de Dumbledore.