Wei Wuxian y Wen Qing sintieron que el mundo les caía encima, el tiempo se convirtio en años, veian las miradas de odio y adelante de ellos se aparecio la muerte esta les sonrio dando su sentencia, sus corazones dejaron de latir, solo esperaban reun...
Nota: La autora no se hace responsable de una posible depresión y queda estrictamente prohibido enojarse con ella.
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(Wei Ying)
Rápidamente mande energía resentida hacia Wen Ruohan aunque sabia que no sería lo suficientemente rápido así que empuñando mi espada me dirigí hasta el con toda mi esfuerza.
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El sonido de la sangre goteando lentamente formando un charco de sangre color carmesí, un grito ahogado y un cuerpo atravesado es lo que tenía, sin embargo no era el resultado que esperaba, por mas que me esforcé no detuve su espada que en este momento atravesaba el pequeño cuerpo de A-Yuan.
-Llegaste tarde niño-
Rápidamente tomé el cuerpo de A-Yuan y retrocedí con él, justamente donde había estado antes.
El cuerpo de A-Yuan estaba inerte y rápidamente perdía la temperatura.
- ¡Qing-jiejie necesito ayuda! - grite desesperado pero ella tan solo se me quedo viendo mientras de sus ojos salían lagrimas gruesas y sus manos cubrían su boca como si evitaran que ella gritara. -Qing-jiejie ayúdame, te lo suplico, está demasiado frio, Qing-jiejie- por más que le pedí ella solo lloro más, sus sollozos lastimeros se podían escuchar en todo el lugar y lentamente negó con la cabeza, sabía que significaba.
Temblado mire el cuerpo inerte de mi bebe sintiendo como el mundo se detiene. No había ruido, color, vida solo existía la monotonía. Mi impotencia se hizo presente, lentamente deje de escuchar los latidos de mi corazón, mi alma se desmorono, mientras todo ser se aferraba a A-Yuan.
Silenciosamente las lagrimas fueron liberadas de la prisión de mis ojos mientras descendían dejando rastros húmedos en mi cara hasta que caían en A-Yuan, dejándome sentir de nuevo la soledad.
-Todo estará bien- la voz de Qing-jiejie sonó a mi lado mientras sus brazos me tomaban arropándome de la fría soledad.
-Se ha ido, Qing-jiejie, se ha ido- mi llanto solo se incremento mientras de mis manos caía la ultima gota del líquido carmesí y en mi estomago todo se revolvía.
En mi garganta todo lo que había comido se encontraba y de un movimiento rápido pase a A-Yuan a Qing-jiejie mientras me volteaba liberando mi vomito.
-Tranquilo- me decía Qing-jiejie sobando mi espalda pero era lo que menos podía hacer, al levantar mi mirada pude notar que todos nos veían; tristes, preocupados y enojados.
-Justamente esas expresiones hizo tu madre, sin duda eres idéntico a ella-, -Al parecer ese bebe era especial para ustedes dos, no me digan que era su hijo y que por eso planearon el ataque a la secta-, -Hubiera sido mejor que se no intentaran nada- su voz sonaba a mis espaldas provocando en mí una ira incontenible. -Terminemos con esto-
-Si tiene razón terminemos con esto- susurre un poco decaído, -Qing-jiejie cuida de A-Yuan- un poco tambaleante me pare y me dispuse a atacar.
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