Wei Wuxian y Wen Qing sintieron que el mundo les caía encima, el tiempo se convirtio en años, veian las miradas de odio y adelante de ellos se aparecio la muerte esta les sonrio dando su sentencia, sus corazones dejaron de latir, solo esperaban reun...
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(Narradora)
El devastador ataque había dejado a la mayoría mal heridos, no entendían como una ráfaga de luz había causado tanto daño, sin embargo la barrera que protegía a Wen Qing, Jiang Cheng y Jiang Fengmian se estaba desvaneciendo.
Wen Qing sabia que como ella era la única medico tenia que ayudar a todos.
-Qing-jiejie no importa nada más, tienes que curarlos a todos sin importar que- Wei Ying exclamo con total seguridad, como si supiera que es lo que venía después.
-Si- contesto un poco temerosa a la petición -Líder de la secta Jiang me podría ayudar con lo heridos, no se preocupe la señora Jing esta estable y viva-
-Si-
(Wei Ying)
No apartaba mi vista de Wen Ruohan ni mucho menos del objeto que poseía el "Sello de la muerte", un descuido y de nuevo tendría problemas.
"Cuida a la chica" la misma voz de antes sonó en mi cabeza, la advertencia cambio levemente mi vista notando que una espada se dirigía hasta Wen Qing, mi corazón latía rápidamente y el miedo se apoderaba de mí, desde aquí no podría protegerla.
(Narradora)
El miedo se intensificaba la espada se dirigía a Wen Qing y nadie podía salvarla ya que se encontraban lejos, un látigo purpura se hizo presente pero quien lo manejaba no era Madame Yu si no Jiang Cheng quien detenida la espalda.
- ¡No ataque por la espalda! - grito furioso.
-Tienes el mismo temperamento de tu madre debo admitirlo-, -Aun así eres más débil-
-Cierra la boca-
-Y si no quiero que, ¿me obligaras?, si no puedo tu madre, crees poder hacerlo tu-, -Tal vez seas el futuro líder pero eso no quita que seas un inútil- las palabras que decía Wen Ruohan eran certeras en lastimar a su oponente -No sirves para- antes de que terminara de hablar Wei ying arremetió contra el impidiéndole hablar, Jiang Cheng veía los ataques desenfrenados de Wei Wuxian.
Jiang Cheng sintió el calor que desprendía Zidan pidiéndole que entrara en la pelea, con certeza y agilidad entro a la pelea cubriendo a su hermano de cualquiera ataque que podría avecinarse. Lástima que el siguiente ataque seria devastador.
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