Cálido

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-A juzgar por la espada en el costado de tu cintura, eres un cultivador, ¿Me equivoco? – pronuncio Wen Ruohan, mientras señalaba a Suibian

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-A juzgar por la espada en el costado de tu cintura, eres un cultivador, ¿Me equivoco? – pronuncio Wen Ruohan, mientras señalaba a Suibian.

-Al contrario, usted está en lo correcto, soy un cultivador promedio- dijo Wei Ying sonriendo.

-Bien, tu deberás protegerla, ya que, ella estará a cargo de la supervisión de los futuros lideres de secta, ¿entendido? – hablo mientras regalaba una mirada que arrancaba el alma.

-Si, fuerte y claro-

-Bien, ¿Cuándo se piensan casar? –

-En invierno, cuando el sol apunte al palacio y el suelo se pinte de blanco, ese será el mejor día para que yo y mi pareja seamos amantes eternos-

-Me parece bien, cuando sea tu boda invitaremos a todas las sectas, para que vean el esplendor de nuestra secta- los tres se pudieron percatar que en la pupilas de Wen Ruohan se podía ver las llamas de ira y destrucción que se parecían a los de un Jin igual de codicioso.

-Gracias por su generosidad-

-Ya pueden retirarse, tengo cosas que atender y vayan haciendo las preparaciones para la boda yo la pagare-

-Si mi señor-

Los tres salieron con un nudo en la garganta pues no sabían que acababa de suceder, con paso lento Wen Qing los tomo de las mano y los llevo lejos de ese lugar. Wei Ying y Wen Ning no sabían a donde se dirigían y no le iban a preguntar, por qué, en ese momento las manos de ella estaban temblando, claramente ellos solo la estaban siguiendo para asegurarse de que esté bien. Paso tras paso, a Wen Ning se le hacia familiar el lugar y con tan solo mirar un viejo árbol torcido entendió a donde se dirigían, no paso mucho tiempo cuando Wen Qing detuvo su andar. Wei Ying no sabia que era ese lugar hasta que.

-A-Qing ¿Cómo has estado? – hablo una mujer anciana de cabello blanco, atado en con un listón blanco cascaron, de mediana estatura esto tal vez se deba a que estaba encorvada por la avanzada edad, su ropa era característica a la secta Wen y como siempre muy dulce al hablar.

-Abuelita, te extrañe- dijo Wen Qing mientras se lanzaba a abrazarla con lagrimas en los ojos, el abrazo fue devuelto y ella se sintió protegida como si su muerte solo fuera una pesadilla.

-Oh mi niña ¿qué sucede?, ¿Por qué derramas esas lagrimas? – Wen Ning no pudo mas y el peso de la tristeza lo hizo caer de rodillas y al igual que su hermana lloro ante la mirada preocupada de la abuelita.

-Al parecer me extrañaron mucho- dijo mientras acariciaba el cabello de Wen Qing con sus avejentadas manos y se mecía como si cargara un bebe – Pero miren que tenemos aquí es un joven muy apuesto, ¿Cómo te llamas? – Pregunto la mujer acercándose un poco a Wei Ying, este se encontraba en shock pues la persona enfrente de el es la mujer que trato de proteger a su A-Yuan a pesar de su avanzada edad y murió de una manera cruel, aun recuerda como esos monstruos la mataron, pero aquí estaba viva y preguntándole su nombre -Querido te encuentras bien- la pregunta lo alarmo y saco del shock.

-Oh, lo siento, me llamo Wei Ying y mi nombre de cortesía es Wei Wuxian- dijo dándole la sonrisa mas brillante y feliz que pudo.

-Tu nombre me suena de algún lado y además tu cara se me hace muy familiar a la de alguien que siento que es especial- Dijo dirigiendo se mano a la mejilla de Wei Ying que, aunque se encontraba áspera y fría a él le transmitió el mas hermoso calor, la dulzura y la protección que tanto necesitaba.

.....

Después de las lagrimas derramadas y el rencuentro mas lindo que tuvieron, se encontraban en una pequeña cabaña, la decoración era simple, una mesa en el centro con una tetera sobre ella, tres camas de cada lado de la pared y una ventana en el centro, y por último tres mini roperos, eso era todo lo que conformaba esa pequeña cabaña. Ellos solo se habían rencontrado con la abuela ya que los tíos y tías estaban trabajando, pero aun así se sintieron felices de que todo estuviera bien, la hora de dormir había caído, eso significaba solo una cosa que no habían podido completar su misión de los talismanes.

-Qing-jiejie el plan, los talismanes-

-Se me olvido, lo siento A-Ying, ahora que haremos-

-En la parte norte un poco lejos de los calabozos se encuentra un pasadizo, lo use una vez con usted joven maestro Wei, exactamente cuándo fue mandado ahí, si lo usa podrá entrar y ver al segundo maestro Lan-

- ¿Sabes donde esta? –

-Si, le dijo que yo lo use-

-Cierto, me podrías decir ¿cómo llegar a el? –

-Si-

-Qing-jiejie me podrías dar medicina por favor-

-Toma aplica con cuidado y solo en las zonas afectadas, ¿Entendido? –

-Regreso en unos momentos-

...........

Lan Wangji se encontraba en un calabozo sucio y lleno de humedad mientras resistía el dolor de su pierna izquierda pues Wen Xu se la había lastimado y nadie la iba curar, de repente la puerta de su celda se abrió dejando ver la silueta de Wei Ying lo cual le sorprendió mucho.

-Lan Zhan, por fin te encuentro- dijo mientras ingresaba al calabozo y cerraba la puerta.

-Tu- pronuncio inspeccionando a Wei Ying de pies a cabeza.

-Yo-, - Oh Lan Zhan tu pierna- se arrodillo para inspeccionar la pierna del contrario.

- ¿Qué haces aquí? –

- Vine a verte- lo miro a los ojos y le sonrió igual a la primera vez que se vieron solo que ahora estaban en diferentes situaciones, - Tu pierna se infectara si no se cura adecuadamente- dijo inspeccionando la herida de su amado-

-Acaso tu-

-Si piensas que me infiltré, si lo hice, pero por unas razones que no te diré- hablo.

-Deberías irte-

-No puedo, tengo cosas que hacer, adema vine a curarte no a que me regañaras- dijo procediendo a curar la pierna de Lan Zhan.

El tiempo se había congelado, Lan Wangji se había quedado hipnotizado por Wei Ying, la forma en la que sostenía su pierna, como la limpiaba, como la curaba y sin duda en sus movimientos, no sabia el por que le gustaba tanto ver a ese revoltoso chico, pero le hacía sentir bien ese sentimiento.

El tiempo se había congelado, Lan Wangji se había quedado hipnotizado por Wei Ying, la forma en la que sostenía su pierna, como la limpiaba, como la curaba y sin duda en sus movimientos, no sabia el por que le gustaba tanto ver a ese revoltoso chi...

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