Ramé

Rᴇɢʀᴇsᴏ ᴘᴀʀᴛᴇ 1

(Wen Qing)

No sabía en qué lugar estaba, solo sentía el frio y la oscuridad por todo mi ser.

-Tu alma y la de tus seres queridos han sido destruidas- escuché a lo lejos mientras poco a poco una luz inundaba el lugar revelando a una persona cubierta con una capa oscura como la noche - ¿Te gustaría volver a ver a las personas que tanto aprecias? - me pregunto con un mirar frio que, aunque no lograba ver sus ojos lo podía sentir en mí.

-Si- conteste a esa pregunta sin dudar puesto a que daría todo por pedirles perdón a aquellos a los que abandone por mi estúpida decisión.

-Te daré la oportunidad de cambiar este final sin embargó deseo que me des todas las almas que se corrompieron- No entendía que quería decir con darle todas las almas corrompidas, pero antes de que tan siquiera pudiera decir algo la luz se hizo más brillante cegándome por completo para después mostrarme un lugar diferente el cual reconocí en un instante ya que pase un tiempo en él, pero ¿Cómo puedo estar en Gusu Lan y sobre todo porque estoy acostada como si nada?, rápidamente me levante hasta que me di cuenta que el cuerpo en el que estaba no era yo, bueno si, pero era mi yo del pasado la que tenía 16 años, no sé cómo es posible que sea joven y mucho menos que este aquí aunque debo admitir que me siento feliz de esto.

Pase un tiempo tratando de pesar que es lo que había ocurrido, al recordar mi muerte y los eventos antes de esta no puede evitar derramar lágrimas de tristeza, mi orgullo y desconfianza solo provoco que mi pequeño hermano y yo muriéramos antes que los demás.

-Lo siento A-Ying, lo siento A-Ning, lo siento por favor perdónenme fui estúpida y orgullosa- pedía perdón, pero no sabía a quién, ya que en este cuarto estaba yo sola, por primera vez me siento arrepentida de haber sido orgullosa.

El correr de la puerta me alarmo aun así me sentí feliz de ver quien la había corrido.

-Qing-jiejie ¿Estas...bien?... ¿Por... qué lloras? – sus tartamudeos me llenaron de recuerdos y felicidad.

-A-Ning estoy bien solo se me metió una piedrita en ojo- rápidamente me limpie los rastros de lágrimas para no preocuparlo.

-Eso no parece... ser una piedrita...- me dijo mientras señalaba mis ojos rojos.

-A-Ning te dije que estoy bien o es que acaso no crees en mi-

-NO...NO...No es eso-

- ¿Por qué estás aquí? Aún es temprano-

-Por eso... no estabas cuando desperté y ... me preocupé-

-Me levante tarde-

-Tu- me dijo mientras abría sus ojos como si fuera una sorpresa.

-Si ¿Por qué hay algún problema en eso? –

-No-

- ¿Qué hora es? –

-No falta mucho para el desayuno por eso... te vine a buscar-

-Bien vamos-

-Iras así- me dijo a lo que yo mire un tanto curiosa después de baje mi mirada a mi atuendo y claramente descubrí que estaba en bata interior.

-Espera afuera- le ordene para cambiarme.

....

Cuando termine de cambiarme inmediatamente nos dirigimos a desayunar lo cual asombraría a los demás dado a que casi nunca desayunamos o tenemos contacto con ellos, pero no será la única sorpresa pues viene otra mucho peor.