Tiempo atrás.
Estamos regresando de la escuela, de camino a casa. Y si dije estamos porque voy con Álvaro y Diego. En algunas ocasiones ellos no pueden acompañarme porque suelen estar en cursos después de las clases, pero hoy tienen la tarde libre.
—Juguemos a algo. —Diego y yo regresamos a mirar a Álvaro.
—¿Qué tienes en mente, arito? —Me coloco en medio de ambos.
—¿Veo veo? —Los tres reímos porque por lo visto no tiene idea de que podemos jugar.
Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo y disimuladamente miro atrás de nosotros. Hay una camioneta negra con los vidrios polarizados, la había visto algunas veces que solía regresar sola a casa o en las mañanas cuando me voy al colegio.
No me da buena espina.
—¿Y si hacemos una carrera hacia casa? —Propongo tratando de que no se note que estoy nerviosa.
—Dale, pero les aseguro que van a perder. —No puedo evitar sonreír por lo que dice Diego.
Y así fue como llegamos a casa sanos y a salvó. Tal vez estaba exagerando con el tema de la camioneta,,,
O eso creía.
Actualidad
Isabelle
Estoy cansada.
Cada 3 días de la semana vengo al psicólogo por órdenes de mis padres.
Como si eso fuera a ayudar en algo.
Como si pudiera olvidar o recordar al 100% los sucesos de ese día.
¿Por qué yo tengo que vivir con ese mal momento mientras que el resto puede huir?
Así que me encuentro de regreso a casa caminando. Orden del psicólogo. Según el, estos momentos son dónde puedo pensar con tranquilidad y perder el miedo de andar sola, que es algo que me puede ayudar a ordenar mis pensamientos.
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Cartas al Anónimo ©
Teen FictionIsabelle es una chica la cuál ha tenido que pasar por el dolor de la perdida de las personas que ama con todo su corazón, una de ellas es su mejor amigo. Esto ocasionó que ella dejara de hacer las cosas que ama para evitar recordarlos y sufrir, pero...