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Era un hermoso día en la París del universo 28, los pájaros cantaban, el clima estaba ideal, ni mucho calor, ni mucho frío, la gente se encontraba en absoluta paz, todo era perfecto, hasta que una silueta alta, enfundada en un vestido rojo, comenzó a pasearse por las calles, llamando la atención de cualquiera que pasará por ahí.

Hay un dicho que dice, 'aunque la mona se vista de seda, mona se queda', este no era el caso de la reina, era una mujer realmente hermosa, pero sus lujosos y extravagantes vestidos, no podían opacar la maldad que irradiaba, quien la viera sentiría...

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Hay un dicho que dice, 'aunque la mona se vista de seda, mona se queda', este no era el caso de la reina, era una mujer realmente hermosa, pero sus lujosos y extravagantes vestidos, no podían opacar la maldad que irradiaba, quien la viera sentiría recorrer su cuerpo un escalofrío tan grande que pensaría que pronto se haría pipi encima.

Dejando de lado la reputación que le precede a nuestra majestad, nos vamos a centrar en este universo, no muy lejos de la torre Eiffel, cerca de una conocida plaza, se estaba llevando a cabo una sesión de fotos, allí, Emma, una joven de catorce años de edad, modelaba la última prenda que Marinette Agreste, su madre, había diseñado para ella, y su reciente colección de verano.

─Muy bien hija, así me gusta, una más y terminamos─ comento la azabache con algo de orgullo, amaba ver modelar a su hija

─Hagamos una pausa, la abuela está aquí─ replicó la adolescente y se sentó en un banquillo que había por ahí

La diseñadora se gira y choca miradas con su madre, esta lucía algo mayor, a su cabellera azabache no solo la adornaba su característico mechón rojo, sino que  también algunos pequeños mechones color blanco, característicos de la edad.

─¿Que haces aquí mamá?─ se acerca y la saluda

─Vine a ver a mis dos niñas favoritas─ sonríe viendo a Emma

─Despues de aquí íbamos a la mansión, no debiste molestarte─ la reto sutilmente

─Vamos hija, sabes que últimamente la mansión es zona de guerra, Gabriel y Emilie se la pasan discutiendo, no los soporto─ rodea sus ojos ─Ademas estoy de paso, le prometí a Adrien que iría por el a la estación de tren asique aquí estoy

─Cierto, hoy regresaba─ mira hacia un costado ─¿Sabes cómo le fue con su padre?. . .no hemos hablado últimamente

─Le fue bien. . .¿está todo en orden?.

─Si, solo tengo mucho trabajo y el. . .

─Debio ser difícil después de tanto tiempo tener que ver a su padre─ la interrumpió ─¿Que les parece si terminan la sesión ahora y vamos por el?

─No lo sé, nos atrasaríamos. . .tu mejor que nadie sabes sobre estas cosas.

─Te ayudó después y verás que no se atrasan, no lo olvides, tu madre es la mejor asistente ejecutiva del mundo, y se lidiar con el mundo de la moda─ guiña un ojo ─Todo gracias a tu padre

─Esta bien, vayamos entonces─ mira a su hija y le hace una seña para que se acerque ─Terminamos por hoy señores, los veo mañana en la empresa─ ordenó a sus colaboradores

Miraculous: VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora