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Nathalie y Lucio volvieron a su mundo, todo parecía normal, las imágenes vistas a través del espejo de Obelion parecían solo sacadas de una película de ciencia ficción, París estaba en calma y todo estaba más que tranquilo, después de su aventura, ambos corrieron hasta la mansión Agreste, con desesperación abrieron las puertas, encontrándose en la escalera a Marinette y Adrien, bajando con Emma en brazos.

─¡Papa, mamá!─ grito Lucio y corrió hasta estos, abrazándolos fuertemente

─Hey─ dijo Adrien con sorpresa

─Es bueno ver qué están a salvo─ acotó Marinette

─¿Ustedes lo saben?─ pregunto Nathalie desconcertada

─Claro que si Nath, no todos los días te arrancan el corazón mientras duermes─ replicó Adrien

─Gracias por salvarnos─ dijo la peliazul con algo de melancolía ─Ustedes son nuestros héroes

─Haria cualquier cosa por mí familia─ mencionó la teñida y se acercó a estos, para abrazarlos también

─¿Les parece si vamos a desayunar?─ sugirió Adrien, la pequeña Emma festejó

Y así la familia Agreste se fue al mejor restaurante de la ciudad, para poder desayunar, eran una familia otra vez, y el dolor que Dark Queen causo, era solo un mal recuerdo, casi una pesadilla.

Miraculous: VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora