一 🐤

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En el palacio de los niños...

Un niño de 12 años se encontraba de puntillas, asomándose por la ventana de uno de los salones, absorto en la contemplación de una clase de baile.

–Un paso grande... Dos pasos grandes  –resonaban las instrucciones en el aire.

Los ojos castaños y grandes del pequeño resplandecieron con asombro al presenciar los movimientos gráciles de las bailarinas.

–Estiren bien los brazos... ¡Fuerza en las piernas! ¡Dense la vuelta!

–Jimin, ¡concéntrate!

Al despertar de su ensoñación, el niño de 12 años se dio cuenta de que había sido descubierto por una de las bailarinas, quien lo señalaba con suavidad.

–Maestra, hay una persona mirándonos.

Avergonzado, el niño se alejó de la ventana y colocó sus manos detrás de su espalda. Su corazón latía con fuerza al haber sido descubierto por una niña bailarina. Quiso retroceder más, pero chocó contra alguien.

–Si te gusta, no tengas miedo. Ve a ver un poco.

Su madre acarició su cabeza con ternura mientras animaba a su hijo a entrar a la clase. La mujer que impartía la clase de baile se asomó y sonrió hacia la madre del niño.

–¿Tae-hee? ¿Has traído los vegetales?

–Sí, hola maestra.

La madre jaló a su hijo para presentarlo a la maestra, pero aún sentía vergüenza por lo ocurrido antes.

–Este es mi hijo —la madre intentó sacar a su hijo de su escondite detrás de ella, pero el pequeño no quiso.

–Esta muy grande, ¿Cómo se llama?

Miró a la maestra y por respeto a su mayor, salió de su escondite para presentarse adecuadamente.

–Kim Taehyung, tengo 12 años.

–Es un placer conocerte. ¿Te gusta bailar? ¿Quieres venir a intentarlo?

El niño miró a su madre con sus lindos ojos curiosos y brillantes. Ella, al verlo así, aceptó de inmediato. Colocó la mano en su espalda y lo empujó con delicadeza hacia la maestra.

–Ve.

Camino con la maestra hasta el salón, dejó sus zapatos al lado de la puerta y entró en calcetines.

Enseguida, la maestra lo llevó a la barra, colocó las manos en el tubo y levantó una de sus piernas, que casi tocó su cabeza en la punta de sus dedos. Quiso quejarse al sentir el dolor del estiramiento en su pierna, pero lo soportó.

–Mantén la otra pierna recta.

Sentía las miradas de todas las bailarinas de la clase sobre él. Le entraron nervios al escuchar susurros y exclamaciones de sorpresa al ver su flexibilidad y resistencia al ejercicio siendo un novato.

–¿Te duele?

Por mucho que quisiera ocultarlo, la verdad es que le dolió como si muchas agujas se incrustaran en su pierna.

–Du-duele.

–Rápido, baja la pierna... Hey, ¡más despacio, más despacio! Si te dolía, ¿por qué no lo dijiste?

–No dolía tanto... podía soportarlo.

La maestra miró impresionada al niño; aunque solo hubiera hecho algo pequeño, veía en él el potencial para convertirse en un gran bailarín. Volteó a ver la entrada donde estaba la madre del chico; ella observaba todo con una sonrisa de aprobación.

Dɪ́ᴀs ᴅᴇ ᴊᴜᴠᴇɴᴛᴜᴅ ● KookV ● #TK2BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora