Ella cursaba la Universidad, mientras guardaba dentro de sí un amor que tenía que disimular cuando le sonreía a su mejor amigo, un estudiante de medicina.
Los días transcurrían normalmente desde aquel encuentro amoroso con Namjoon, Evelyn se sentía más unida a él, pero su amistad con Jin ya no era como antes y las pocas veces que lo veía sus conversaciones eran muy cortas.
Su vida pasaba tranquila entre la escuela, las amigas y su novio.
Cierto día Evelyn regresó a su casa por la tarde y buscó su diario para escribir algunos acontecimientos del día - ¿Dónde lo dejé? creo que en este cajón... no, no está, debajo de la almohada... ¡Tampoco! - empezó a ponerse nerviosa y a buscar por toda la recamara: debajo del colchón, en su closet, revisó todos los cajones ¡nada! El diario no estaba. Empezó a sentir una punzada en el estómago.
-Tal vez mi hermana lo tomó, solo para molestarme - pensó por un instante para tranquilizarse, le preguntó a su hermana, pero tampoco sabía nada.
- ¡No es posible! Tuvo que haber sido mi mamá ¡Me va a matar, me va a mandar a la guillotina y después me prendera fuego! - pensó realmente asustada.
No le quedó más que esperar a que su madre regresara del trabajo, sentía que la angustia se la comía, pues su mamá era una mujer muy estricta en el aspecto moral y religioso, y la había educado bajo unos valores muy rígidos. Lo que estaba escrito en ese diario era su condena.
Cuando escuchó que la puerta de la calle se abría, la sangre se heló en sus venas. Su madre entró y se dirigió a la recámara de Evelyn, ella se quedó paralizada cuando vio que tenía el diario en sus manos - ¡Es mi fin! - pensó.
- Mamá ese es mi diario ¿Por qué lo tomaste? - cuestionó , sin saber de dónde sacó el valor para preguntar eso. Trataba de aparentar tranquilidad, pero sentía que su cuerpo temblaba de pies a cabeza.
- Sí, ya me di cuenta de que es tuyo, y no tienes ningún derecho de reclamar nada después de lo que he leído aquí. ¡No sabía yo que había educado a una prostituta! - le grito su madre furiosa.
-¡Mamá no me digas eso por favor! - respondió Evelyn con voz temblorosa - lo que hice es porque quiero a Nam.
- ¡Eres una cualquiera! Tonta ¿no te das cuenta de que él ya obtuvo lo que quería? Ya no vales nada para él, ni para nadie ¿crees que no va a platicar con otros muchachos lo que hizo contigo? - gritaba la señora.
Esas palabras se le clavaron a ella en el corazón, rompiendole el alma y con lágrimas en los ojos respondió - Nam no es así, perdóname , lo quiero y él a mí, nos dejamos llevar.
- ¡Ya cállate! Me avergüenza ser tu madre, nadie te va a tomar en serio ya, todos te van a ver como la fácil de la escuela, ahora ya nadie te va a querer, eres una cualquiera. ¿Qué van a pensar Jin y su familia? ¡Pero esto se terminó, no volverás a ver a Namjoon, y él también me va a oír! - Exclamó su mamá verdaderamente enojada mientras le arrojaba el diario en la cara - ¡y espero que destruyas esa porquería de diario! - finalizó saliendo furiosa de la habitación.
Hasta ese momento no había pensado en Jin ¿y si Nam le contaba? Tenía un remolino de pensamientos en su cabeza, las palabras de su mamá la habían destrozado, llamarla prostituta, era demasiado para ella, cuando su conducta siempre había sido correcta. Miró el diario entre sus manos y le dolió recordar cómo lo había llamado su madre "porquería de diario", su amigo, su confidente había sido enlodado. Se desplomó en la cama y comenzó a llorar desconsolada.
A la mañana siguiente tenía los ojos hinchados por el llanto y haber dormido mal, tomó un baño, se alistó para ir a clases y salió de su casa. En cuanto llegó a la escuela decidió que no entraría, tenía que ver a Namjoon. Le llamó a su celular y él de inmediato respondió. - Hola - contestó él. - Nam, soy Evelyn, pasó algo malo necesito verte - hablaba ella con la voz quebrada. - Sí, lo sé, yo también quiero verte tenemos que hablar - dijo muy serio y su voz era fría - ¿dónde estas? - Estoy afuera de la Universidad, no pienso entrar a clases hoy - ella estaba muy nerviosa. - Hay un parque cercano ahí, te veo en una hora - dijo él.
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A ella le pareció eterna la espera y el tono de voz de Namjoon la preocupó, parecía molesto. Por fin lo vió acercarse y se abrazo a él - ¡Mi mamá encontró un diario donde escribí todo lo que pasó entre nosotros, no sabes cómo se puso!
Nam correspondió a su abrazo pero su actitud era diferente - No debiste haber escrito eso, así tan detalladamente, tu mamá le llamó a mi padre, le reclamó diciéndole que yo había traicionado su confianza acostandome contigo en su propia casa - él hablaba muy serio y molesto.
-Lo lamento tanto, nunca pensé que algo así sucedería - dijo ella realmente angustiada - mi mamá quiere que deje de verte, pero de ninguna manera lo haré.
- Mi padre está muy enojado conmigo por lo que tu mamá le reclamó, a él no le gustan los escándalos y me sugirió que nos dejemos de ver - Nam la miraba muy serio. La actitud de él la hacía sentirse insegura y asustada - Nam, pero claro que no dejaremos de vernos ¿cierto?
El acarició el cabello de Evelyn, suspirando - Creo que es lo mejor, dejarnos de ver por un tiempo, mi padre está por salir de la ciudad por asuntos de trabajo y quiere que lo acompañe para que vaya conociendo la empresa, mientras se calma la situación.
- Pero aunque te vayas estaremos llamándonos, escribiéndonos, nuestra relación seguirá ¿cierto? - preguntó ella desconcertada.
- No, yo creo que por el momento no - respondió él mirándola fijamente.
Ella sintió que la tierra se abría a sus pies para tragarsela, esa mirada tan indiferente y su voz tan fría ¿quién era ese hombre? ¿ y dónde estaba su novio tierno y amoroso? No pudo mas y comenzó a llorar. - ¡No me digas eso, yo te quiero Nam! - y se abrazó con fuerza a su cintura.
- Entiende que es lo mejor, si nos seguimos viendo, solo tendremos problemas con tu mamá, no habrá libertad para nuestra relación - respondió él tratando de convencerla.
- ¡Nam, nooo! - ella lloraba desconsolada, abrazada a él, no podía creer lo que estaba sucediendo, toda esa situación le parecía una horrible pesadilla y quería despertar lo más pronto posible. Volteó su cara hacia él y lo miró a los ojos - ¿Ya no me amas? - le preguntó con la voz entrecortada por el llanto.
