PURPURA [Kevxel]

I 🎮

AXEL

Estaba listo, después de una semana en el departamento de Kev, algunas cosas estaban aclaradas.

Excepto que éramos.

Así que tal vez si yo cambiaba la situación podría funcionar.

Así que le dije que ira a mi casa por algo importante pero solo fui a buscar mi mejor ropa y a arreglar mi cabello.

Tome la flor de papel morado entre mis manos cuando estaba en el pasillo. Tal vez ser sorprendería saber que aún las conservo. Esto era como si hubiera invertido la situación.

Lo vi salir de su habitación tan lindo por que le dije que iríamos a cenar a un restaurante caro. Se negó tanto hasta que pase las manos por su cuello y le dije que lo hiciera por mi cumpleaños. El cual era en unas semanas pero acepto.

-Hey, Kevlex...

-¿A-Axel?

-Yo tenía la duda de si... ¿Quisieras ser mi novio?

¿No es aquí cuando dice que si y me llena de besos?

-¿Kev?

Me acerqué pero el no me miraba, solo a la flor.Tal vez estaba recordando que era la que el mismo me había dado hace mucho.

-Axel...

El retrocedía intentando sacar la corbata de su cuello.

-No... -dijo sujetando su cabello y comenzando a respirar sonoro y cortado. - No. ¡No!

Me congele al verlo tan asustado.

Sus manos iban a su cuello intentando quitarse el cuello de la camisa.

Comenzo a llorar hasta tirarse en el piso y apretar la alfombra.

-Kev. ¿Kev que pasa?

Baje al piso con el dejando la flor a un lado para sostener sus manos y levantarlo para verlo a los ojos.

Podía ver sudor en su frente y sentir sus manos temblando.

-¡Kev!

-No... aleja eso...

Señalo la flor y solo la lance lejos para abrazarlo.

-Kev... mirame... ¡Kev, por favor!

Sujete sus manos con fuerza besando cada una de ellas.

-¿Que color son mis ojos?

-No... no...

Empujo mi cuerpo pero no podía dejarlo.

Abrase su cuerpo intentando hacer lo de la ultima vez pero ahora había recordado bien lo que Helian había puesto en Instagram hace mucho.

-Por favor escuchame...

-Va a pasar de nuevo... va ser mi culpa...

Su cuerpo temblaba más su respiración cortada.Mis manos eran torpes pero logré quitarle la corbata y quitar los primeros botones.

-Mira a tu alrededor. ¿Cuantas luces hay? Ves el elevador, los números en las puertas, los diseños en la alfombra o que color son las paredes.

Tome despacio su mano para que fuera predecible lo que haría ahora.

-Siente la alfombra... siente mis dedos... -el seguía llorando pero no podía asustarme o no iba a calmarlo. siente mi cabello.

Sus dos manos aún temblorosas fueron a el. Me acerqué más su pecho para meter mis manos bajo el saco y frotar su espalda.