PURPURA [Kevxel]

O 💜

Asi que ahora estaba esperando a que Axel abriera la puerta de su habitación aun cuando sabia que algo acabaría mal.

-Tu me mandaste a dormir... ¿Que haces aquí? -el ojiverde cruzo los brazos pareciendo una combinación de señora enojada y niño berrinchudo.

-Por alguna razon mi cuarto esta en mantenimiento aun con mis cosas adentro... ¿Crees que pueda... quedarme?

-Tu dijiste que...

-Se lo que dije... solo quiero dormir.

Sus labios temblaron hasta que bufo y dio un paso hacia atrás dejándome entrar.

-¿Quieres quitarte la ropa? -estaba parado a media habitación con ese gesto de meter su mano bajo su camisa de nuevo.

-¿Si me la quito que pasa despues? -pregunte aun tentando el terreno acercándome a el.

-¿Que podría pasar ademas de ponerte una pijama y dormir? -sonrio burlon.

¡El sabe de lo que estoy hablando! ¡El sabe que está volviéndome loco con sus juegos de palabras!

-No quiero nada.

Le di la espalda metiéndome a la cama e ignorando el ruido que hacia a propósito, el que no apago las luces hasta después de media hora metiéndose a la cama molesto y soltando suspiros exasperados.

-Tengo frío. -dijo Axel.

-Hm.

-A ti no te gusta dormir con muchas cobijas.

Suspire igual de pesado que el girándome y encontrándome viéndolo enojado. 

-¿Entonces? -Axel frunció aun mas el ceño.

-Sabes que a esta hora soy insoportable.

-Sabes que me importa poco, tengo frío.

-Ya solo callate. -lo jale con fuerza de los brazos pegándolo contra mi cuerpo subiendo una pierna sobre las suyas. -¿Asi o...

-Callate.

No se por que se quejaba por frío si yo había dormido tan bien, tan calientito hasta la mañana siguiente con una mano bajo su camisa en su espalda y las suyas... las suyas estaban dentro del elástico de mi pantalon y al parecer mi cuerpo creía tener 16 como para no controlarse en una situación como esta.

No entendía por que estaba tan cómodo ahí, pero tenia que ser rápido antes de que Axel me atrapara con un problema como este.

Cuando saque mi mano de su espalda las suyas jalaron mi pantalón chocando mi erección contra su abdomen.

-¿Ya te vas? -abrió los ojos de apoco.

-Si, aun tengo que saber como recuperar mi ropa.

-Bien, solo que... ¿Que es esto? -movió su cadera contra mi haciéndome soltar un gruñido. -¿Es una linterna? ¿Un micrófono?

-¡Nada, no es nada!

Sali de la cama con el tras de mi curioso pasando sus brazos por detrás de mi espalda tocando mis bolsillos.

-Yo había tocado algo...

Me quite sus brazos de manera brusca, saliendo del cuarto algo molesto, confuso y frustrado.

Tenia que saber a que rayos es a lo que Axel juega ahora.

Busque mi teléfono en los bolsillos sintiéndome demasiado idiota al encontrar la tarjeta de mi habitación en estos.

...

Creo que empezaba acostumbrarme a la nueva cercanía de Axel, a los susurros innecesarios y a las caricias repentinas.