Al día siguiente, alguien llamando a la puerta fue el despertador de Haechan que se había dormido en el sofá de la sala, con una serie de pastillas sobre la mesita, para aliviar los malestares de sus pulmones.
Con pereza se acercó a la puerta y al ver quién era, Hyuck despertó casi de forma instantánea. Pidió unos segundos y corrió, ocultado todo el desorden que hizo así como las medicinas y demás.
Abrió la puerta y se encontró con Nana con una expresión de lamento. Afuera empezó a nevar, lo cual sorprendió a los dos por igual.
—Hyuckie...—Musitó el menor, conciente de que la noche anterior lo había dejado embarcado.— Enserio lo siento muchísimo.
—Estoy seguro.—Respondió sin emoción alguna.
—Yo... Quería darte esto. Sé que no repara nada, con mi grandísimo error de ayer, pero... Esto debí dártelo anoche.—Murmuró, extendiéndole una bolsita de regalo.—Feliz Navidad, Haechan-nie.—Aún así, el arrepentimiento en su rostro era real. Eso lo podía notar.
Dentro de la bolsa había una pequeña cajita.
—Sé que lo querías porque... Bueno, conozco esa mirada que le das a las cosas que te gustan, y-...—Jaemin suspiró mientras el opuesto sacaba la cajita y pretendía abrirla.— Solo pensé... Que, pues... Debías tenerlo.—Rascó su nunca algo intranquilo.
Dentro de la cajita había un perfecto anillo dorado, con las iniciales del moreno inscritas en el interior del mismo.
—Dios J-Jaemin, digo... Nana. Esto...—Estaba demasiado impresionado. No esperaba recibir tal cosa, y menos con sus iniciales.— ¿C-Cuánto te costó? Esto debió ser... Carísimo.—Que fue una de las principales razones por las que no pudo comprarlo en un inicio.
—Nunca se dice el precio de los regalos...—Contestó suavemente, colocando sus manos en el interior de los bolsillos de su jean.— ¿Te gusta?
Haechan asintió, colocándose el anillo con cuidado. Quería llorar.
—Enserio quiero golpearte.—Fue lo único que dijo, acompañado de un sollozo.
—Gracias por... —Jaemin sacó la cadena que colgaba por dentro, alrededor de su cuello.— Esto.—Era plateada, fina y de ella colgaba una pequeña estrella.— En verdad es hermoso.—Se sentía mal por lo que hizo, y ver a Donghyuck casi llorando en la puerta le parecía mucho peor.
—Dios, Na Jaemin... Necesitarás un maldito buffet, para que te deje pasar esta.—Secó torpemente sus ojos humedecidos, siendo tomado de la cintura, y abrazado por su mejor amigo.
—Por ahora déjame ser egoísta y robarte un abrazo.—Susurró aferrado al de menor estatura, sintiendo el olor de su shampoo en la punta de la nariz.
Días después, Jaemin se le declaró a Jisung y pronto empezaron a salir, de la manera en que realmente ahnelaban hacerlo.
Lo mismo fue para Donghyuck. El mayor le otorgó una oportunidad a Sungchan, y varias veces se encontraban y pasaban la tarde juntos.
Los chicos seguían viéndose con el grupo, pero la mayor parte de ese tiempo era por el instituto. Cada uno encontró aspiraciones el año siguiente, que los mantuvo enfocados en sus objetivos.
Pero Donghyuck extrañaba a Jae muchas veces, y a pesar de verlo en clases y en recesos... Le habría gustado poder tener las mismas reuniones y salidas que había pasado meses sin repetir. Aparentemente, Jaemin quería que esa relación realmente funcionara e iban muy bien.
Finalmente llegó el cumpleaños de RenJun, y la reunión era obligatoria. Según RenJun "No hay excusa. O traen sus traseros a mi casa el 23 de Marzo, o los castro"... Y provocar al chino, era mala idea. Por lo que todos, sin falta... Prometieron que nada los desviaría de camino a la celebración.
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"Heather"-NaHyuck.
Fanfiction"El amor es letal. Para Donghyuck; una enfermedad que se extiende por su cuerpo, consumiendolo. Descubrir que su amor jamás parecerá ser correspondido, se convierte en la vida del moreno. Jaemin caerá, y con cada historia, su vida amorosa podría c...