Esas lágrimas se secaron de camino a casa. Necesitaba tiempo sólo y mucho que reflexionar. Le gustaba alguien que no estaba a su alcance.Las llamadas y mensajes se hicieron espacio en su teléfono, pero no les prestó atención; luego se inventó mejores excusas para tapar ese pequeño colapso.
Tan pequeño así como tan increíble a la vez.
Al pensar en Jaemin, solo podía recordar lo que le gustaba del chico. Los rasgos que llamaban su atención, su personalidad vibrante, todo lo que representaba en su vida.
Pero se obligó a guardar todo eso para él nada más.
-¿Qué ocurrió, Haechan-nie? Pensé que te había pasado algo grave.-Jaemin apenas lo vió llegar a clases, corrió y lo abrazó como si su vida dependiera de ello.
Hyuck le sonrió.- Estaba enfermo... Y no quise arrastrarte a que vieras la peor imagen de Lee Donghyuck. Eso no va con mi reputación de belleza imperturbable.-Jaemin le dió un golpecito doloroso.- ¡Auch! Está bien pero lo digo en verdad.
-Te voy a matar si sigues haciendo chistes así, Haechan.
-A besos, por favor.-Bromeó de cierta forma el moreno.
Jaemin sin mucho esfuerzo, se separó y le dió un beso en la mejilla al chico.
Al no saber cómo reaccionar, puesto que tan simple acción le provocó un cortocircuito... Terminó devolviendole el golpe al muchacho.-Eres tan predecible, Na Jaemin.-Mintió, mientras reía lo más convincente posible.
Cualquiera diría que fingía y empezaba a actuar. Que no era una actitud real, pero Donghyuck no mentía con sus acciones y demostraciones. Se camuflaba de exteriorizar demasiado sus sentimientos, para no cometer un error.
Aunque la relación encantadora y resplandeciente, no duró mucho más del inicio de Verano.
RenJun y Jaemin terminaron poco antes de empezar las vacaciones... Quedando como amigos que eran, desde un principio.
¿Las causas? Esa llama que se encendió de un segundo a otro, se apagó igual de rápido. Al parecer, Jaemin ya no veía al chino con los ojos de una persona completamente enamorada; lo que parecía ser cuando comenzaron. En cambio RenJun no quiso someter esa relación a un triste augurio de monotonía y dependencia, por aferrarse a una estabilidad constante.
RenJun quedó con ese pequeño trozo de amor, y con toda madurez asumió que ya no tenía lugar esa faceta. Se encargó de olvidar lentamente a su tiempo, al menor que sonreía genuinamente al ver pasar una mariposa.
Donghyuck consoló a Jaemin y lo escuchó como una ruptura normal. Supo que el chico seguiría adelante... Eso era propio del rubio, y por los momentos necesitaba apoyo para tomar el impulso.
-¿Por qué no has tenido a alguien, Hyuckie?-Pregunta Nana, con las mejillas rosadas por haber llorado y sus ojitos levemente hinchados.
El castaño lo tenía recostado en sus piernas, mientras le daba caricias a su cabello. Paró cuando escuchó la pregunta, retomando después de unos segundos.
-Exigen demasiada atención... Y sabes... Yo con suerte sé dónde dejo mis libros.-Comentó el mayor, sacándole una carcajada al opuesto. Si podía convertir sus palabras en chistes para sacarle risas al menor, no veía mejor manera de aprovechar su carisma.
No sabía para quién se estaba reservando. Se resignó meses atrás, y no intentaría nada con un chico que lo trataba como si fuera su hermano.
Su corazón todavía latía por la misma persona, mientras que sus pulmones todavía, con dificultad continuaban su tarea de mantenerlo respirando el dulce perfume que desprendía el más jóven.
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"Heather"-NaHyuck.
Fanfiction"El amor es letal. Para Donghyuck; una enfermedad que se extiende por su cuerpo, consumiendolo. Descubrir que su amor jamás parecerá ser correspondido, se convierte en la vida del moreno. Jaemin caerá, y con cada historia, su vida amorosa podría c...