"Truth"

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Haechan tocó la puerta de la casa de Jaemin. Ese día era domingo. Asimiló que los padres de Jae estarían en la cena de trabajo, y que el chico estaría solo.

Tocó un par de veces más, cuando no recibió respuesta. Los pasos del menor se sintieron y al abrir la puerta, su aspecto era bastante... Caótico.

Las bolsas bajo sus ojos, su cabello despeinado, sus labios resecos, ojos hinchados y tan descuidado.

Hyuck lo miró detenidamente, mientras que Jaemin suspiró.— Te dije que no vinieras, tú... Debiste quedarte con Sungchan.

—¿Pretendías que te dejara aquí, así?—El moreno se abrió paso en la casa, retirándose la chaqueta que llevaba puesta.

—Tu cita era importante.

—Tú eres igual de importante. De todas formas ya había finalizado.—El menor caminó hasta el mueble, sentandose en el.

—¿Pasó algo?—La manera tan desganada en la que le había dicho eso, fue suficiente para levantar sospechas. El moreno negó.

—¿Estás bien?—Jaemin negó, con la vista anclada al suelo. Por este motivo, el mayor se puso de cuclillas para verlo mejor.— Jaemin... ¿Qué pasó? Necesito saberlo, sino, no podré ayudarte.

El silencio y las lágrimas del rubio, solo le sumaban más preocupación a Haechan.

—Jisung... Esta mañana. Me visitó.—Apreciaba que hablara, así fuera poco.—Él... me visitó para hablar conmigo. Tenía que decirme algo importante.

Soltó un sollozo breve y buscó un pañito, puesto sobre la mesita, para secar su nariz.

—Él se irá, Donghyuck... Se irá del país en un par de meses.—Y nuevamente rompió en llanto. Hyuck se sentó en el sofá, rodeandolo con sus brazos; acogiendolo con cariño para consolarlo.

El padre de Jisung tenía un trabajo que le exigía constantemente mudarse. Por eso, el chico había llegado como un nuevo después de vivir un tiempo en el occidente.

Pero el menor no se mudaba por el trabajo de su padre. Iría a Canadá para cuidar de su hermana, que finalmente fue admitida en una academia de danza. El padre del maknae tal parece que era muy estricto en sus decisiones, y esa era la única condición que tenía que cumplir su hermana. Esta le habría rogado al mayor que la entendiera y que la apoyara.

Jisung no dejaría de lado a su hermanita, pero no quería separarse de Jaemin, por lo que sufría lo mismo que el rubio. Ese trago amargo de separación a la vuelta de la esquina.

Haechan llevaba dos horas abrazado a Jaemin, esperando que su llanto cesara y las lágrimas dejaran de resbalarse de sus ojos. Cuando por fin pasó, se separó unos centímetros de él y alzó el rostro seco pero hinchado y rojo, de su mejor amigo.

—¿Sabes qué vas a hacer?

Jaem negó.

—Vas a recuperarte, llenarte de energía, levantarte de aquí, darte un baño porque eres un desastre.—Lo hizo reír, pero era cierto.— Y vas a vivir los mejores últimos meses de tu adorable relación con Park Jisung, ¿Muy bien? Esto no se ha acabado.—Acarició la mejilla del menor, mostrándole una sonrisa.— Les queda mucho por experimentar todavía, y sé que sabrán valorar cada segundo con el...—Unas náuseas lo atacaron repentinamente.— Otro. Yo... N-Necesito ir al baño.

Dejó a su amigo sobre el sofá para salir corriendo al baño. Este se asustó, tratando de seguirlo.

—¡Quédate ahí!—Gritó el moreno, cerrando la puerta del baño con pestillo y expulsando lo que tenía dentro. Se tardó un buen tiempo en el baño, tratando de bajar los pétalos marchitos de sus demacrados sentimientos. Ya empezaba a acostumbrarse.

"Heather"-NaHyuck.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora