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Narra Josué.

Han pasado dos semanas desde el viaje, he tratado de concentrarme en mi trabajo, pero cada vez que cierro los ojos los recuerdos de Daniela y yo juntos me invaden los recuerdos y el impulso de ir a buscarla es cada vez más grande, mandar todo a la mierda e ir por ella.

Noche tras noche tengo sueños calientes sobre ella, no importa si estoy solo o Andrea está a mi lado, es algo que carcome porque ya en el pasado tuve que fingir que nada sucedía pero cada vez es más difícil, no es igual, ella lo sabe todo así que no tengo que reprimirme.

Tal vez este loco pero esta mañana fui al edificio donde ella vive, no toque ni subí solo espere a que saliera, Jesús, se veía tan sexy en su Audi negro, traía su hermoso pelo castaño suelto por lo cual se movía con el aire.

Si creo que me estoy volviendo loco pero es algo que no puedo evitar, recuerdo lo sexy que se veía vestida de dama de honor como ese vestido se le ajustaba en los lugares correctos dejándome fantasear porque se tal vez sea lo que pueda hacer, fantasear.

Salgo de la oficina en la que me encuentro, ya se esta haciendo tarde y tengo que asistir a una reunión de empresarios, no quería ir pero Joshua insistió tanto que para que me dejara tranquilo acepte ir, entro en el ascensor donde se encuentra Mel una de las secretarias de la compañía, trae puesta una falda muy corta y camisa blanca, con unos zapatos de tacón, tiene una belleza peculiar pero provocadora.

Ella y yo tuvimos unos encuentros por decirlo de esa manera, pero de todas formas yo soy el jefe y no quería que valla a terminar mal, así que termine con la pequeña relación que tuvimos, lo tomo de manera muy madura lo cual que gusto, sin escándalos, sin chantajes, solo lo acepto y fingió que nunca sucedió y fue lo mejor para ambos.

El ascensor se detiene y me dirijo a mi auto, sigo pensando que pudo haber sido de otro color pero mi padre lo ordeno rojo sin consultarme, me monto en este encendiéndolo haciendo que el motor ruja, lo que sí, es que es un auto genial, salgo de la empresa y veo a Mel caminando, ella no tiene auto. Así que me detengo pitándole.

—Casi haces que se me salga el corazón por la boca— dice un poco agitada por el susto involuntario que le propine.

—¿Quieres que te lleve a algún lado?— cuestiono.

—A mi departamento, si no es mucha molestia— dice algo dudosa.

Le sonrió y hago una seña para que se suba después de abrirle la puerta, su departamento queda a unos veinte minutos de la compañía, se la dirección porque he ido un par de veces, el camino es silencio cosa que agradezco ya que no quiero que empecemos a hablar y todo se ponga incómodo. Llegamos al edificio donde vive.

—¿Por qué terminaste lo que teníamos? — cuestiona un poco nostálgica — era algo lindo desde mi perspectiva, sin problemas, sin explicaciones, solo nos dejábamos llevar.

Lleva la mano hasta mi pecho y comienza a acariciar mi abdomen, acaricia sobre mi miembro pero cuando va a bajar la bragueta del pantalón la detengo, ella me mira sorprendida y desconcertada.

—Mereces algo mejor que una relación a escondidas con tu jefe, eres hermosa e inteligente y se que puede conseguir a alguien que este dispuesto a dar todo por ti— digo francamente pero es la verdad.

—No hay ni una posibilidad de que lo nuestro pueda ser algo duradero, no hay forma de que tengamos una relación real— dice mirándome fijamente.

—No— digo secamente.

Veo como lagrimas ruedan por su rostro, pero es necesario ella merece algo mas que ser la distracción mía o de alguien, no puedes jugar con las personas y yo estoy seguro que ella y yo no volveremos a estar juntos, tanto ella como yo merecemos algo mejor, algo duradero y que nos importe.

ATRACCIÓN PELIGROSA  {Libro II}✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora