Parte 1/3
—¡Oh vamos Maxiie, prometiste que si me portaba bien todo el día me darías un dulce extra!— exclamó un pequeño Tul de siete años.
—Sé lo que te prometí pero ya oíste a tu padre y él dijo que no podías tener más caramelos hoy— mencionó Max mientras seguía su camino a lo largo de toda la inmensa casa.
—Por favor, por favor. Te prometo que no le diré a nadie que me diste uno más— empezó a rogar el más pequeño juntando sus manitas y haciendo un mohín en sus labios.
— Sabes que soy débil cuando haces algo así pequeño— mencionó Max mientras revolvía amistosamente el cabello del otro.
—¡Gracias Maxiie, te amo!—
Y a pesar de que Tul no mencionó nada del caramelo extra terminaron descubriendo lo que había hecho y fue castigado, no solo aquella vez sino varias pues tenía una gran debilidad por el más joven y no podía negarse a nada de lo que este le pidiese sin importar lo que fuese.
Tul no supo que decir, tampoco es como si quisiera decir algo. Sabía lo que quería... deseaba sentirlo.
Él siempre asumía el papel del pasivo y definitivamente no podía esperar más, rodeó la cama y lo abrazó por el cuello, el contrario correspondió abrazándolo por la cintura mientras lo besaba intensamente. Continuaron así por un largo tiempo hasta que se estremeció al sentir el miembro de Max sobre su abdomen.
Al darse cuenta de la reacción del activo comenzó a mover sus caderas de una manera exquisita en su entrepierna, haciéndolo sentir en el cielo y en el infierno.
Todo eso era tan placentero como inapropiado.Max y el no tenían una relación establecida, pero necesitaba todo de él.
—Por favor... Te quiero ahora—
Con esto dicho Max lo empujó sobre la cama capturando sus labios contra los suyos, mordiéndolos y saboreándolos a su antojo, delineó su labio inferior con su lengua pidiendo permiso para algo más. Solo tenerlo ahí lo estaba volviendo loco.
—Lo quieres ¿No es así?— preguntó mientras levantaba su camisa permitiéndole tener más acceso a sus suaves pezones, quería jugar con esa área por un largo tiempo.
Comenzó a lamer lentamente para luego succionar, amaba ver al contrario intentar suprimir sus gemidos.
Su rostro estaba tan cerca de su entrepierna, la cual necesitaba ser atendida, primero se deshizo del ajustado pantalón y comenzó a besar su miembro por encima de la ropa interior volviéndola cada vez más húmeda.El rostro de Tul cambió de pronto mirándolo con sorpresa. La mano de Max comenzó a hacer movimientos hacia arriba y hacia abajo; cada vez más rápidos.
Los gemidos empezaron a hacer eco por las paredes de la habitación, pero fue aún peor cuando se percató que estaba listo para saborear todo de él.—¡Aaah!... Mierda...—
Hizo un gemido en seco cuando sintió que toda su parte inferior rozaba con las calientes mejillas. Su lengua hacia milagros ahí abajo, se sentía endemoniadamente bien, colocó sus manos sobre el enredado cabello para empujar todavía más profundo.
Cuando Max sintió las primeras gotas del pre semen salir la punta, supo que era el momento exacto para ir a la mejor parte.Levanto su cabeza interrumpiendo el tan delicioso momento que le estaba haciendo pasar, pero los ojos de Tul solo mostraban placer y suplicaban seguir continuando.
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Heroin ♡Mewgulf♡
FanfictionMew Suppasit a sus 29 años era un exitoso hombre de negocios manejando la empresa familiar o esa es la fachada que pinta para el resto del mundo pues el verdadero negocio millonario era la compra y venta de armas y drogas para distribuirlas a lo lar...