Capítulo Tres. "Sobrevivir Al Tigre. "

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La pelinegra de ojos azules caminaba por la habitación como león enjaulado... Aunque en realidad ella era la presa del tigre y tenía que encontrar una forma para no quedar atrapada entres las garras de Izan.

"Si sigo con lo que escribí en la historia y tomo el vino envenenado en la noche de nuestra boda... ¿Despertaré? Si realmente es así, ¿yo tendré que...? No, no, no. Imposible."

— Segunda Princesa, le diré los procedimientos de la ceremonia de boda. Escuche cuidadosamente. — Mencionó el rubio. — No le gustan estas formalidades, pero esta vez es diferente. Desde que su madre se casó, no habido una boda en Cullimore desde hace 30 años. Esta ves se casará con el joven amo de Colley. La ceremonia será la más grandiosa. No quiero decir nada más que... El desfile de flores incluirá 64 caballos... — El hombre hablaba con tanta rapidez que algunas palabras llegaban a ser entendibles. — Además.

— ¡Alto! — Ordenó la pelinegra. Su cabeza comenzaba a palpitar de dolor de tanta habladurías. — Eres Kilian, ¿Verdad? — Se dio vuelta para dirigir su mirada al rubio. Él asintió como respuesta. Ella le dio la espalda y comenzó a caminar por la habitación un tanto pensativa. — Para alcanzar el número necesario de palabras, te di muchas líneas. ¿Siempre has sido tan hablador? — Comentó arrepentida por haberle dado tantas líneas, pues el escucharlo hablar tanto, le comenzaba a fastidiar.

— Pues...

— No respondas. A partir de ahora, no puedes decir más de diez palabras.

— Pero...

— Explica el procedimiento. — Kilian iba a comenzar su gran discurso sobre el procediemiento de la boda, pero antes de comenzar ya se había visto limitado. — Diez palabras.

Él tragó duro.

— Desfile de flores con la princesa mayor y...

— Cancela el desfile de flores, eso es insignificante e innecesario.

— ¡Pero Princesa! ¿Cómo se lo explicaremos a su madre y hermana?

Ella le miró como si la respuesta fuera obvia, pero al ver que Kilian no reaccionaba, giró los ojos y comenzó a caminar hasta su cama para sentarse en ella.

— Fácil. Diles que estoy muy impaciente por querer casarme con Izan... Solo tengo que casarme con él y evitar tomar el vino de la copa cruzada.

— Bueno... Lo siguiente es ofrecer sacrificio al cielo, orando por la paz permanente...

— No es necesario, no necesito informarle a Dios que voy a casarme.

— Pero...

— ¿Cuál es el siguiente procedimiento a seguir? — Kilian suspiró derrotado, su señora nunca dejaría de ser rebelde y romper las reglas.

— Ver a la Ama de la Ciudad, es decir, su madre.

Ella abrió los ojos entre asustada y sorprendida.

— Olvídalo. Sólo llevenlo directo al cuarto nupcial.

— Sí, segunda princesa. — Derrotado, se fue de la habitación.

Una vez que Kilian se retiró de la habitación, Jean dejó caer su espalda sobre la cómoda cama y cerró los ojos agotada por la situacion; sin poder creer, todavía, la situación en la que se encontraba.

"Lo único que puedo hacer, por el momento, es sobrevivir al tigre."

Sus ojos pesaban, ella no impidió que el sueño le invadiera y se dejó llevar por la oscuridad.

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— Joven Amo. — El príncipe de cabellos negros alejó su mirada grisácea de la ventana y la llevó hacia su fiel sirviente.

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