ÁNGEL

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Su color favorito, el azul, azul celeste para ser precisos.

Su obsesión por las nubes y la fotografía hacían de ese humano algo fuera de estos tiempos, romántico, carismático y gentil. Ese humano era muy... inhumano por ocasiones, era tanta su nobleza, pureza y transparencia que se aprovechaban de aquel ser. Parecía un ángel.

Lo que nadie sabía es que ese humano tenía límites... con ciertas cosas, pues dejó de ser gentil tan pronto abrió los ojos ante la sociedad egoísta, ambiciosa y desagradecida en la que vivía, es por ello que a pesar de eso mantuvo sus ideales a tope pero sus obsesiones fueron más allá.

Dicen que la cámara era lo único que traía consigo de sus más valiosa posesiones, y junto con el lente, el cráneo y sus costillas fue lo que encontraron hecho trizas, roto, explotado.

Luego del funeral muchos a pesar de la situación no evitaron hacer comentarios sarcásticos o en tono burlesco. Entre esos uno que más me hirvió la sangre fue: <<JAJA, apuesto que su color favorito ya no es azul sino verde, y ya no le gustará el cielo o las nubes, pues en el infierno que es obvio donde debía ir, no hay de eso.>>

Ahora, acá en el hospital psiquiátrico, soy yo quien no para de carcajear recordando como todos y cada uno que había en la lista negra, hecha por Ángel, han muerto a manos mías y en venganza de aquel ser tan puro que clandestinamente adoré y amé... Que digo amé, aún amo.

Ya solo me falta uno, sí, yo, aún mi amor por ese humano que ya no habita entre nosotros no terminará, pero mi vida lo hará solo para volver a estar juntos como hace mucho debió ser. 

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