TOC TOC

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Siempre que Beth venía de visita, llegaba y no tocaba el timbre, siempre tocaba la puerta, siempre con esos tres típicos 'toc, toc, toc' seguido de una risa producida por mis comentarios y maldiciones ante la exasperante idea de que se negaba a usar el timbre.

Beth era una persona muy risueña, le gustaba visitarme seguido, nada malo, hasta que dejó de hacerlo pues incluso teníamos un horario para saber la hora en que debía prepararme mentalmente para escuchar esos toques en la puerta y no explotar por la ira que eso me generaba. Revisé el horario y tomé el celular para preguntarle si venía como estaba estipulado, aún tenía la esperanza de retomar esos viejos momentos que aunque no son lejanos es suficiente para dar paso a la nostalgia; noté que su foto de perfil ya no estaba, me extrañaba pues ella era de esas que la cambiaba constantemente y sobretodo por que viajaba seguido y amaba la fotografía, decidí ignorar eso y a punto de escribir, el timbre sonó. Tranquilamente abrí y no fue hasta cuando la vi que me dieron escalofríos, pero de nuevo, pase de estos, haciendo caso omiso.

-Hey, ¿Puedo?

-Sí... espera, ¿acabas de timbrar?

Ella solo soltó una de sus sonaras carcajadas y se encogió de hombros. La hice pasar el resto de la tarde fue como una cualquiera, juré había retomado la rutina e incluso ya tenía en mente los planes de nuestro próximo encuentro, ilusa de mí. Charlamos y nos reímos, recordando anécdotas de cuando aún estábamos en el colegio y nuestros primeros años de universidad.

-He de irme...-suspira- sí que me he reído

-Río- Sí... mañana deberíamos no sé salir y quizá...

-Lo siento, no podré, sé que he estado ausente...venía a despedirme, de hecho, viajaré y será un viaje...bastante largo.

-Oh...ya veo, bueno pues, avísame cuando vuelvas y ojalá te vaya bien y disfrutes, tomes fotos y vienes y me las muestras, ya sabes para escoger las mejores para tus miles de seguidores en instagram-le guiño y ella ríe por lo bajo... Ahí note la falta que me hacía.

Solo asintió, me abrazó y no fue raro hasta que me dí cuenta de cuán fuerte lo hacía, por momentos me traté de soltar, pero no me lo permitía. Luego de lo que calculo fueron unos diez minutos nos separamos.

Justo antes de cerrar y ver como se alejaba explica: "Sé que te molesta que toque, solo quería hacerlo para que cuando me vaya no sigas enojada."

Ambas reímos, pero mi risa no duró tanto debido a que una vez cerrada la puerta el teléfono sonó, era su mamá y antes de decirle que se acaba de dirigir a su casa, un grito ahogado me erizó toda, tal como cuando Beth timbró y vi que había sido ella.

-Mi niña...No...Beth está muerta. Se murió mi niña.- Fue lo primero y último que escuché antes de desmayarme.

Desperté en el suelo, aún con el celular en mano y revisé las llamadas para asegurarme que había sido un mal sueño, pero no, fue real. Llamé de vuelta y su madre me lo confirmó, Beth se había arrebatado la vida.

Días después al finalizar el funeral, me acerqué a la madre de Beth y me dijo que había sido en la mañana, la mañana del mismo día que hablamos por última vez, ahí comprendí que... ella se había ido mucho antes de incluso haberme avisado.

La diferencia es que las charlas ya no están, pero sus visitas sí. Los tres toques en la puerta se hacen presente en las horas y días de manera tan puntual, siento que es ella, no me da miedo que siga aquí en caso que sea así, lo que me da miedo es el porqué ríe y seguido rasguña la puerta, ella...no era así. Ella no es mí Beth, no la que recuerdo.

INSOMNIA COGITATIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora