Tercero

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"Cuando el sol esté en el punto más alto del cielo podremos volver a encontrarnos"

Los pequeños niños estaban tan felices volviendo a casa porque habían pasado un maravilloso rato con el contrario, habían aliviado su dolor y aumentado su felicidad, sus corazones latían por lo bien que se sentían y querían que está sensación, este sentimiento perdurara para siempre y no fuese sólo algo efímero; pero lastimosamente, esto sólo era algo que podían anhelar, algo que sólo podían tener mientras se encontraran juntos.

El pequeño castaño llegó a su casa tan feliz hasta que vio a su padre, este le miró de reojo y levantó una ceja al verlo todo mojado "Dame la cubeta" El menor le extendió la cubeta de madera y su padre prácticamente se la arrebató "¿Por qué estás mojado? ¿Cruzaste, Kim?"

El mencionado empezó a temblar de frío y miedo, nunca le había mentido u ocultado algo a su padre pero debía hacerlo, no por su bien, si no para proteger a Jungkook "No, sólo me resbalé"

El castaño más grande decidió ignorar eso, sabía que su hijo no tenía aún la habilidad para mentirle "A mi casa no vas a entrar mojado, entras cuando estés seco" Sin más que decir se adentró al lugar dejando a su pequeño hijo ahí.

El pequeño castaño bajó la mirada con tristeza, incluso sentía lástima por él mismo, ¿Por qué su padre le hacía esto? Suspiro resignado a averiguar algo pensando y simplemente caminó un poco hasta sentarse frente a la puerta de su casa y aún temblando por el frío de la noche, a esperar que se secara con el fuerte viento que había, pescaría un resfríado si se quedaba allí pero las palabras de su padre no se cuestionaban, sin importar qué fuesen.

Le estaba dando sueño pero no podía quedarse dormido por las personas y los animales; debía esperar despierto y pacientemente a secarse por completo.

Quería ver a su amigo y abrazarlo para quitarse el frío porque Jungkook es cálido.

Quería que él sol estuviese en su puto más alto ahora mismo para volver a ver al chico, quería jugar y reír con él para olvidar este terrible acontecimiento de hoy, quería que la oscuridad de esta noche terminara para que luego viniera la luz y calidez del día.

Suspiró y abrazó su cuerpo fuertemente ya que el viento golpeó su pequeño cuerpo con fuerza, fue un golpe cruel pero a la vez no, no sabe muy bien qué fue lo que sintió pero no le gustó para nada.

《...》

Jungkook llegó a casa sonriendo e irradiando felicidad, el viento dándole una fuerte pero gentil caricia en sus cabellos y en su rostro, todo iba más que bien y quizás nada ni nadie podría arruinar este sentimiento, ni siquiera su padre y no importaba qué le decía o qué le hacía.

El chico caminó dando pequeños saltitos hasta que al fin llegó a su destino, fue un largo camino pero valió la pena haber ido allá porque encontró a su bonito amigo.

Jungkook borró todo rastro de aquella sonrisa hermosa y tonta al recordar al castaño, cada palabra y cada gesto de él, ya que había visto a su padre en la entrada de la casa. El sentimiento de felicidad era algo nuevo para él pero le encantaba cómo se sentía.

El chico se distrajo pensando en Tae una vez más que no se dio cuenta de que no había saludado a su padre de la manera debida "Padre" Bajó la cubeta de manera rápida y se arrodilló ante el señor, bajando también su cabeza.

El señor miró lo mojado que estaba y simplemente se dirigió hacia él, tomó la cubeta ignorando a su hijo y entró a la casa sin decir una sola palabra y dejando al menor más que confundido.

El pequeño azabache se levantó del piso y empezó a caminar hacia la casa, deteniéndose en la puerta al momento de recordar que su padre no le había dicho que entrara "¿Qué debería hacer?" Se preguntó a sí mismo en voz alta.

The Book of Shadows ••Kookv••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora