Los primeros colores del Alva se asoman desde el enorme ventanal del departamento de Hinata. Se paso toda la noche escribiendo, suspirando, no solo por lo que tenia entre sus piernas, sino por que desconocía esta faceta artística nueva que se despertó en el. Es consciente que los escritores pasan por distintas facetas al momento de escribir, o bloqueos, él creía haber estado en un momento de bloqueo, por eso empezó hacer cosas para mejorar, como mudarse. Pero aun así más allá de la separación anterior, o su mudanza. Nada había ayudado hasta el momento. Excepto el acercamiento fantástico con Atsumu.
Al igual que sus abrazos de últimos momentos, dejo que cada una de las palabras en su mente tomaran forma para escribir sin parar, gran parte de su nueva historia. Demasiado adentrado en su borrador, no se percató en ningún momento de lo que sucedía alrededor.
Así escribe Hinata. Alejado del mundo. Él y su portátil, con posiciones extrañas, para alguien común que escribe en algún escritorio. Hinata escribe en el suelo con las piernas como si estuviese por jugar al pato ñato. Cuando el hormigueo se hizo presente, se despereza lentamente. Se dio cuenta de la hora. Son las 6.00.
Oh, vaya manera de pasar el tiempo.
Miro satisfecho su borrador. Kenma definitivamente se caería de su gran silla, cuando le haga saber que de verdad, termino increíblemente su borrador. El resto de su libro sería pan comido. Por un momento se había olvidado que lo habían dejado caliente y hormonado, excepto cuando tomó su celular.
Tenía un mensaje de Atsumu.
-Buenos días hermoso, se te antoja mirar el amanecer hoy?-
Pero que osadía.
Tiro su celular, no iba a contestar semejante provocación. Además que tampoco quería de verdad ser tan blanco fácil para su vecino. De las puertas para adentro aunque fuese difícil mantener su convicción sin estar frente a frente. Gateando hacia su cama, se recostó lentamente mientras mira hacia el Balcón vecino. De repente su cuerpo reaccionó, se incorporó parando arriba de su cama.
Vio a Atsumu, intentando tirarse desde el balcón.
NO! No puede ser real esto.
Las piernas de Hinata no daban tiempo. Corrió hacia su balcón abriendo desaforadamente, en ese instante le falló el cálculo, las ventanales son corredizos, por ende por la misma fuerza empleada para abrir, con la misma fuerza el ventanal volvió a su origen, lastimando sus dedos en el proceso.
-NO DIOS- Gritó. Era doloroso volvió a intentar y gritó desde su balcón.-ATSUMU NO POR DIOS! NO TE MATES YA VOY PARA ALLÁ-
La realidad en cuestión.
Era Osamu quien estaba aún melancólico. E intentando acabar con según él con su efímera vida. Después de la charla que tuvo con su hermano, además de tratar de comunicarse con su amado. Y que este no le respondiera.
Bueno. No hay motivos para continuar pensó. Acercándose al balcón, amagando parte de su cuerpo. Lo que no contaba es que desde el frente, alguien gritara que no lo hiciera. Bueno. Escucho el nombre de su hermano. El y su hermano son la misma persona, así que por unos instantes, alguien lo hizo recapacitar.
Se dio vuelta. Ahí estaba con cara de: si no te matas vos. Te mato yo.
-Tsumu puedo explicarlo- Osamu ya estaba de rodillas mientras trataba de formular una disculpa.
-Que vas explicar?. Sos imbecil o te haces? O no se te paso lo borracho todavía?
- Es que me dio miedo-
-Mira Osamu si te quieres matar, hacelo fuera de mi propiedad.- La rabia está consumiendo a su hermano. Podría tratar de ser empatico, pero con su hermano en pedo con un intento de matarse solo por que su novio no responde las llamadas para intentar arreglar sus cosas era demasiado para tolerar.- ANDA A DORMIR POR QUE SINO YO TE VOY A TIRAR POR EL BALCON!
- Si, hermano perdón hermano, lo siento mucho. Las lágrimas atrás vez de Osamu no dejaban de caer, el rubio suspiro por un instante hasta que su timbre sonó.
Los dos se asustaron mientras cruzaban miradas de asombro.
-Tsumu esperabas a alguien a esta hora?
- No, la verdad que no. Será Kita?- Osamu tenía el rostro deformado, empezó a sudar frió.
- HERMANO NO LE ABRAS GRITO. Se aferró fuerte de sus piernas.
- OSAMU PERO QUE KARAJ... estabas hace un momento llorando por él y no lo quieres ver?
- Hermano, Kita enojado no es algo deseoso de ver.
Atsumu no podía creer la desgracia que lo acompaña a estas horas de la madrugada.
Miro a su hermano que prácticamente no dejo de temblar en ningún momento. Se desprendió de su agarre, camino hacia su puerta. Osamu se escondió gateando escondiéndose lo más rápido que pudo en la primera habitación que encontró.
Atsumu abrió la puerta sin mirar antes, por que esta seguro que es su cuñado. Lo que menos espero era a un Hinata exaltado, que lo abrazó de repente tirándolos a ambos dentro del departamento. Atsumu atinó con un pie cerrar la puerta. No podía sacarse de encima al pequeño de pelo naranja, que lo abrazaba fuertemente, repitiendo que no se matara con pequeños pucheros y sollozos. Al medio segundo de repetir la misma frase, Atsumu cayó en cuanta.
Osamu, definitivamente voy a matarte. Pero primero voy a darte las gracias por tu numerito.
-Hey pequeño-
Hinata no dejaba de temblar, parte de él se había imaginado lo peor, tampoco no entendía cómo había llegado hasta ahí, era más fácil no involucrarse.
-No se qué pasa por tu cabeza pero por favor Atsumu no te hagas daño ni te mates- Lo abrazo mas fuerte de su cintura. No podía mirarlo a la cara al momento de decir esas palabras.
Mientras tanto el rubio esta rojo, de contener el estallo de carcajadas. Por que no podía creer cuan absurdo podía ser este momento. Además que tener encima al pequeño, le hizo despertar un asunto que hace horas atrás le hubiese gustado terminar, sino fuera por que su hermano le cortó el chorro.
De repente como si de hablar sobre el rey de roma. Osamu hizo una símil interrupción aclarando su garganta, mientras miraba curioso al pequeño de pelo naranja encima de su hermano.
-Tsumu menos mal que dijiste que no esperabas a nadie... buenos días.
Hinata se levantó pausadamente hacia la voz que interrumpió entre ellos. Volteo hacia Atsumu, que tenía el rostro con cara de póker. Miro nuevamente hacia la otra persona que era el calco de Atsumu. Con la diferencia de que el rubio era más apagado.
No es cierto. Esto ni en las mejores novelas de Televisa pasan.