𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘶𝘯𝘰.

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Ella no esperaba llegar tan pronto a esta situación, parada (mas bien sentada en una de las cuantas bancas que hay) enfrente del tren que la llevara a la escuela de magos que siempre nombraban sus familiares con emoción contando sus anécdotas de estudiantes.

Con fuerza intenta no cerrar sus ojos a causa de que no había podido dormir nada más que tres horas por tener que pararse temprano y salir unas cinco horas de viaje, estaría sorprendida que después de dormir en toda la mitad del camino no fueran suficientes para su cuerpo si no fuera por su insomnio que se hacía presente en ocasiones de modo que los baches y bultos del caminos terroso no parecía nada ante su sueño.

En unos segundos se establece otra vez abriendo un poco más sus ojos sin saber muy bien que estaba haciendo, endereza su espalda encorvada mientras siente sus huesos acomodarse y crujir. Puede escuchar a personas caminar de aquí y allá, personas despidiéndose y también algo de bulla adentro del tren.

- buenos días niña somnolienta- al escuchar como le hablan atrás de ella, se voltea de forma lenta a fin y efecto de que sus cinco sentidos no están tan despiertos.

- buenos días- dice devolviendo el saludo a su amigo que al ver que le respondió empieza a reír.

- oh dios- exclama con una risa seguida, sin quitar su postura para no derramar dos vasos de té humeante- no pensé qué respondieras ja,ja. Ya deben de ser las doce del día-

Parece que termina procesando las palabras por unos segundos hasta que su cien se termina frunciendo al darse cuenta de lo tonta que se debió haber visto.

- mientras tú sigues procesando, te dejo tu té aquí- Nick, como se llama su amigo, le dice mientras toma asiento al otro lado de la banca.

- ¿Té de la tía Edna?- escucha como Nick hace un sonido de afirmación mientras escucha como sopla a su bebida y luego sorbe un poco. Nick para el es parte de su familia y al parecer el resto también lo afirma y también en viceversa, así que es algo normal entre ellos nombrar a sus familiares con si fueran de esa familia.

El silencio duro unos minutos mientras bebían sus bebidas de forma lenta, viendo cómo movían sus maletas al tren o personas caminando apresuradas; ninguno tiene realmente algo que decir por el momento.

Pasan unos minutos y terminan su té, se vuelven a despedir de los pocos familiares que los acompañaron y se al tren en busca de un vagón vacío.

La bulla de niños se escuchaba por donde caminaban mirando de reojo si había espacio en esos vagones para sentarse. Al pasar por uno notan que está casi vacío a excepción de un niño que está sentado cerca de la ventana.

Al ver rápidamente lo casi vacío que estaba Nick se anima a preguntar primero, como siempre; Nick suele ser alguien animado y un tanto salvaje pero no lo suficiente como para molestar.

Hecha un vistazo otra vez ahora asomando por completo su cabeza llamando la atención del niño y al lograr lo cometido empieza hablar. - hey ¿Esta ocupado este lugar?- asoma un poco más su cuerpo, agarrándose del marco como si estuviera listo de irse en el momento que le digan que está ocupado.

El desconocido no despega su mirada del rostro del chico y su amiga lo nota, eso la pone en una sensación de nerviosismo en su cuerpo aún que el rostro del niño se ve tan amable.

- no, no está ocupado- dice con una voz tranquila mientras una pequeña sonrisa se forma en su piel pálida que a diferencia de ellos dos que están un poco bronceados a causa de ayudar en la granja de la familia de la chica donde en algunas temporadas está el sol a un máximo grado. Al escuchar Nick entra como si nada mientras la chica se acerca con unos pasos algo rígidos como si estuviera avergonzada.

- por cierto, me llamo Darryl Noveschosch- se presenta de una forma amable mientras sigue sonriendo a el dúo frente a el, más ellos ponen los ojos en blanco al no entender su apellido que terminó en un mal intento de pronunciar por parte de Nick.

- ¿Es algún tipo de apellido extranjero?- pregunta de forma dudosa la chica que mantiene su rostro confundido.

- bueno si, es ruso- explica de una forma simple pero aún amable el niño llamado Darryl.- nací en este país pero mi padre vivía en Rusia.

- eso es genial- es lo único que dice el otro chico mientras se acomoda de una forma más relajada en su asiento- mi nombre es Nicholas y la tonta que está aquí es mi amiga- como siempre empieza a bromear para alivianar el ambiente.

- ¿Yo? ¿Tonta?- dice ella ahora más relajada con el ambiente que empieza a crearse- ¡Tu fuiste el que se calló de pequeño!

- Si pero me caí con estilo- dice Nick con orgullo como si su respuesta fuera tan impresionante que podría decir millones solo por eso. De alguna forma aquella extraña conversación le daba un ambiente tan reconfortante con cierta gracia; empezó a reír en silencio al ver a ese extravagante dúo.

𝐔𝐍 𝐆𝐑𝐀𝐍 𝐂𝐋𝐈𝐂𝐇𝐄 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora