𝑷𝒐𝒗 𝑩𝒆𝒄𝒌𝒉𝒂𝒎
No soporto un día más en este terrible lugar, a pesar de ser una prisión mixta solo hay cómo cinco chicas, incluyéndome.
—Los estudiantes de West Valley ofrecen su tiempo como voluntarios, lavan autos para recaudar dinero.
—Hemos recaudado más de mil dólares. En Miyagi-Do ayudamos a las personas.
—¿No fue un estudiante de Miyagi-Do quien puso a Miguel Díaz en el hospital?
—Eso, fue un accidente, al menos eso espero. Sólo sé que Miguel necesita nuestra ayuda. Te queremos Miguel.
Pfff, cuándo estaba afuera no pasaba ninguna tragedia y desde que me encerraron solo veo noticias cómo esas. Quito la mirada del televisor y observo a un chico mirando el reportaje con cara de angustia. Buena presa para molestar.
—¿Es tu chica? No sé, parece que cambió de chico.
—¿Qué tal si te callas? Nadie pidió tu opinión -me mirada enojado, me sorprendo por su reacción.
—¿Disculpa? Así no se le habla a una dama -levanto una ceja- Emma Beckham -sonrío amigable.
—Lo siento, Robby Keene -sonríe de la misma forma.
[...]
¿Lo único que extrañaré de este lugar? Los panecillos de mora que no saben a mora, pero son ricos, o quizá el tiempo que llevo aquí me está haciendo delirar. El sonido de la puerta abriéndose bruscamente me hace voltear, es Robby y parece estar enojado, demasiado para no notar que estoy justo a su lado mientras toma dos de los famosos panecillos junto a un té helado.
—¡Buenos días, Robby Keene!
—Buenos días, Emma.
—¿Recibiste visitas? -camino hacia una mesa disponible para sentarme y el chico me sigue- yo nunca he tenido una.
—No recibí ninguna visita, no te sientas mal.
—¿Estar malhumorado es tu estado natural? -digo tratando de molestarlo un poco.
—Depende en que lugar me encuentre -sonríe nostálgico- si estoy en Miyagi-Do todo es paz y tranquilidad -suspira y le da una mordida a su panecillo- por cierto, ¿tú por qué estás aquí?
Mierda.
—Le guardé un poco de hierba a mi amigo y me atraparon -me encojo de hombros- ¿tú estás aquí por el chico que se encuentra en coma?
—No me agrada tomar créditos de eso, perdí lo poco que tenía, no sirve de nada tener una sentencia corta si nadie está esperando que salga pronto de este lugar.
—Ey, no estás solo -lo abrazo- a mi tampoco me espera nadie, eso nos puede convertir en amigos.
—¿Estás segura de querer ser mi amiga? No habrá vuelta atrás -me amenaza jugando.
—Cien por ciento segura -sonrío- ¿qué riesgos podría correr siendo amiga de Robby Keene?
Saldré pronto y en el tiempo que estuve aquí no hice ninguna amistad, recién conocí a Keene y creo que podemos iniciar una buena amistad.
Confieso que mentí sobre el por qué estoy en la cárcel, en realidad fueron varios motivos los que me arrestaron.
En el consumo de sustancias culparé a Timothée, mi ex novio adicto, el amigo al que le guardé su hierba. Siempre le digo que para mí nació fumando esa cosa y bueno, era imposible que yo no la probara conviviendo con él veinticuatro siete.
Otra situación fue cuando intenté entrar a un bar siendo menor de edad, cómo no me dejaron pasar me embriagué en el parque y luego intenté conducir a mi casa con litros de alcohol encima.
¿Qué puedo decir? Me gusta llevar mi vida al máximo.
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MANIAC | Robby Keene [EN EDICIÓN]
Fanfic❝ 𝐸𝑛 𝑡𝑢 𝑎𝑢𝑡𝑜, 𝑚𝑒 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑜𝑠𝑐𝑢𝑟𝑖𝑑𝑎𝑑, 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑒𝑧𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎𝑡𝑜 𝑙𝑖𝑚𝑝𝑖𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎𝑠 𝑙𝑎́𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑟𝑜𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑟𝑢𝑒𝑔𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑑...