Venganza de Edwin

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Domingo por la mañana.

--- Mis tíos partieron de nuevo a su trabajo.

--- Edwin pasó temprano por mi, para llevarme a desayunar y a pasear por la cuidad.
  Ese día el calor se sentía más sofocante de lo normal y después de algunas horas de andar de allá para acá.
Yo quería regresar a casa, pero él quería que disfrutáramos del domingo juntos,  ya que él  trabajaba de lunes a viernes, así que no podría pasar mucho tiempo conmigo entre semana.
Me calmé por unas horas más, pero de verdad que el calor era muy sofocante. 

Me comencé a poner algo intensa  en querer regresar a casa, el calor me estaba matando. De pronto a Edwin se le ocurrió llevarme a conocer su departamento. 

Muy sospechoso ¿no?

-- Compramos  algunas botanas y unas bebidas. 

-- El apartamento estaba algo céntrico, así que no tardamos mucho para llegar... Edwin me dio un tour, y luego me pidió  que me pusiera cómoda mientras él ponía las botanas en un recipiente, me pregunto si quería una cerveza a lo que yo respondí que sí.

El apartamento no era tan grande, pero si era muy acogedor y tenía una hermosa vista y lo mas importante... tenia aire acondicionado. 

Edwin me entregó la cerveza y terminó de preparar todo. Colocó la botana en una mesa de centro de cristal y luego puso una película.

-- Después de un rato comencé a lanzarle palomitas de maíz y él me advirtió que parara de hacer eso. Solté la carcajada y luego decidí lanzarle un cojín.

La verdad la película estaba tan aburrida que no me estaba gustando nada, así qué, me pareció mejor idea molestar a mi primo.

-- Cuando le lancé el cojín él me miró de reojo y me volvió a advertir que parara.

Yo no estaba dispuesta a parar, así que no hice  caso a sus advertencias y le volví a lanzar el cojín.

-- Esta vez Edwin contra atacó, me arrebató el cojín y comenzó a golpearme también, convirtiéndose en una guerra de cojines entre los dos.
Las carcajadas se escuchaban en todo el departamento, estaban en eso cuando el timbre de la puerta sonó, Edwin se sorprendió ya que no esperaba a nadie.

--- Al abrir la puerta se encontró con la pobre de Angie, llorando como una magdalena.

Su novia la había engañado e iba buscando el consuelo de su mejor amigo. Al entrar se percató que su amigo no estaba solo a lo que decidió volver mas tarde, pero yo al mirar la situación no permití que se fuera. Me retiré al cuarto para que ellos hablaran con tranquilidad.

-- Ya en el cuarto prendí la televisión y mi sorpresa fue descubrir que estaba en un canal para adultos, me sonrojé y le cambié de inmediato... puse una serie, después de algunos minutos me quedé profundamente dormida.

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EDWIN.

Angie se la pasaba rompiendo y volviendo con su novia, sabía lo que ella necesitaba y solo tenía que dejar que se desahogara.
Creo que llegó en un buen momento, ya que ese jueguito que traíamos mi prima y yo iba a terminar en otra cosa.
Transcurrida casi una hora y Angie un poco más tranquila, decidió marcharse.

La encaminé a la puerta y me despedí de ella, escuchaba que la tele de mi cuarto estaba encendida, caminé hacia allá y para mí sorpresa ella estaba dormida. Y esta vez sí era verdad.

La iba a dejar dormir tranquilamente, pero pensé que tenía una muy buena oportunidad para llevar a cabo mi venganza por lo que había pasado hace 8 años.

PRIMO EDWIN/ PARTE 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora