EL REGRESO. [Draco Malfoy]

5: Desempacando.

—Oye no te quiero ofender pero yo la agrarré primero y es la ultima manzana verde que queda asi que.. —Me dijo Draco.

Maldita sea creí que era un caballero.

—Toda tuya, manzanitas. —dije con furia.

Me devolvió una mirada amenazadora.

Realmente no me interesa.

—Hermosa, me pasas un par de fresas? — Dijo el otro rubio que no había podido conocer.

—La hermosa tiene nombre, y es Emily. — contestó Mattheo enojado. —Además, ni que fuera tan linda.

Lo mire de mala gana y me empujó despacio.

—Si, ahora paso la fuente. —respondí con simpleza— pero de verdad, llámame Emily.

—Que no tenga que repetirlo dos veces, rubio. —habló Mat.

—El rubio también debe tener nombre, hermano.

—Bien, rubio con nombre, no te acerques a Emily, ya estas advertido. — respondió mat mirándolo fijamente.

—Mi nombre es Joseph.—dijo el rubio mirándome fijamente. —por allá esta el otro que conociste en el tren, Blaise. Se estresa fácil, pero es buena persona. Y por el otro lado tenemos a Theo. A ambos les caerás de maravilla, son agradables cuando quieren.

—Tendré que conocerlos y averiguarlo. — lo miré atentamente y me lanzo una mirada coqueta.

Pude ver por el rabillo de mi ojo a mi hermano hablando con Draco. También escuchaba su conversación acerca de las otras casas y de por qué Slyhrtin era la mejor. Sentía cada tanto la mirada de Draco sobre mi.

De todas formas no iba a perdonarlo por robar mi maldita manzana.

Además, yo la había tomado primera.

Una vez que terminamos de cenar, nos dirigimos a la sala común con un perfecto. Nos indicó la contraseña de las mazamorras: "sangre pura". Realmente no me podía parecer mas estúpido.

Luego nos dijeron donde estaban nuestras habitaciones. Afortunadamente comparto habitación con con Carla Parkinson. Estaba más que emocionada.

Apenas mencionaron nuestros nombres se abalanzó contra mí y empezó a hablar sin parar de todo lo que podríamos hacer juntas.

Pansy por otro lado, le tocó compartir habitación con una tal "Astoria" vaya nombre raro, probablemente ella también lo sea.

Sin darle mas importancia, subimos a nuestra habitación y pude ver las dos camas ordenadas con colchas verdes oscuro hermoso. Toda la habitación era adornada con estos colores y negro.

Pero lo mas emocionante, teníamos nuestro propio baño y era GIGANTE. Esto nos sorprendió a ambas.

Rapidamene acomodamos nuestras cosas con magia.

Carla se sorprendió completamente cuando vio mis bolsos Louis Vuitton arriba de mi cama. No dudó en preguntarme por ellos, a qué precio estaban y dónde los conseguí.

Y realmente no puedo explicar su cara cuando empezó a ver toda mi ropa salir de mis bolsos. Estaba sorprendida, no entendía como tenía tanta ropa, accesorios, zapatos.

A veces yo tampoco lo entiendo, pero culpo a mi madre.

Pero adoro la moda, adoro gastar dinero en eso y podría trabajar toda mi vida de algo que tenga que ver con esto, repito.

—Es realmente increíble Emily. Seremos las mejores amigas, lo sé. —dijo Carla todavía admirando todo lo que tenía. — ¡tenemos los mismos gustos! Y- y OH POR DIOS TENDRÁS QUE PRESTARME ESTA FALDA.

—Claro que si, todo lo mio es tuyo. No lo preguntes, solo agarra. Además, somos de las mismas tallas o eso parece. —De verdad amaba que ame lo que amo.

Ella no se quedaba atrás, tenía grandes cantidades de ropa también y del mismo estilo que la mía, lo que me sorprendía mas.

—Lo único que todavía no tengo es maquillaje, mamá no me deja usar todavía. —dije apenada.

—Ah no te preocupes, a mi tampoco me compran. Mi mamá me dijo que arruina la piel así que no me preocupo. Además tenemos tiempo para eso.

—Tienes razón.

De pronto alguien tocó la puerta.

Pansy.

—Hola hermanita, ¿que necesitas?

—Me prestarías un par de tus cremas? Me olvide de empacar las mías.

—Claro, pasa.

Con eso Pansy entró y me miró con cara neutra. Yo hice lo mismo.

—Aquí tienes. —dijo Carla, dándole un par de cremas, algunas tenían brillos.

—Pero.. y la rosa de coco? Yo quiero esa Carls, porfa— replicó Pansy haciendo puchero

—Oh no, jamas te daré esa, es la mas bella de todas.

No tenía pensado ser simpática con ella, pero salió de mi boca como vomito verbal.

—Em.. Pansy, tal vez no te sirva, pero tengo un par de cremas con fragancias a coco, no son mis favoritas y te podría dar una si así lo deseas.

Pansy pensó en silencio un par de segundos.

—Bien. —respondió sin más.

Fui a buscarla al baño, ya que con magia se habían estado ordenando junto al resto de mis productos.

—Aquí tienes, espero te sirva.

—Gracias Emy, ¡eres de verdad un angel! —Dijo Carla quien le dio un codazo a su hermana para que agradeciera también.

—Gracias.

—No hay de que, espero la disfrutes.

Vaya que esa chica es fría. 

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