EL REGRESO. [Draco Malfoy]

7: Tal vez si me gusta.

—Espera espera espera, estamos hablando del mismo Malfoy? Rubio platinado? Con gran ego? —le dije a mi hermano mientras nos dirigíamos a la sala común.

—Em, por que te pones así? Quiero decir, no es un mal chico.. de todas formas es una suposición —continuó mat— todo el día estuvo hablando de ti.

Realmente no lo podía creer.

Sin decir mas, se alejó de mi dejándome en la sala común sola.

Pronto llegaron las hermanas Parkinson.

Las tres fuimos hacia nuestras habitaciones a cambiarnos, nuestras clases del primer día habían terminado despues del almuerzo.

Carla se vistió con un pantalón de chándal negro y una blusa verde oscura, yo me decidí por ponerme una blusa verde clara y unos shorts blancos, junto a accesorios dorados.

—Luces fanstástica Emy, como haces para combinar tan bien todo? —Dijo Carls.

—Te adoro Carls, muchas gracias y tu también estas preciosa. —dije agarrando un bolso pequeño verde claro.

—Vayamos al patio, quiero conocer más el castillo-dijo carla —con suerte nos encontraremos a los chic-

—No me iban a esperar acaso? —Apareció Pansy vestida con pantalones negros y una remera negra.

—¡Perdon Pans! Estábamos por ir al patio, ¿nos acompañas?

—Claro que si, pero la próxima me gustaría que me esperen.

—Bien, lo prometo. —respondió Carla con una sorisa de labios pegados.

Pronto nos acercamos al gran jardín de Hogwarts. A lo lejos pude ver a dos cabezas anaranjadas vendiendo unos dulces a chicos de nuestra edad.

Me decidí acercar, curiosa pero distante al mismo tiempo.

Solo quería ver que mercancía estaban haciendo probar.

—Si pruebas esto, vas a sentir como sale humo de tus oídos. —dijo uno de los gemelos.

—Genial, ¿no? —contestó el otro.

Automáticamente el niño al que le estaban hablando lo tomó y cuando lo comió paso exactamente lo que los gemelos habían dicho.

De pronto apareció otro con cabello de zanahoria, pero este parecía más serio.

—Fred, George, ¿pueden dejar de vender su mercancía aquí? No dudaré ni un segundo en mandarlos con Dumbledore.

-No seas tan aburrido, Percy. ¿Seguro que no quieres uno de nuestros dulces?-respondió Fred. Sabía que era él por la forma en la que hablaba, los distinguí fácilmente.

-¡Yo sí quiero uno Fred!- Grito otro colorado, nuevamente. Pero a este ya lo conocía, era Ronald.

Vaya que eran muchas cabezas anaranjadas.

—Emy, vamos a jugar al ajedrez mágico, vienes?— me gritó Carls desde la otra punta del patio.

—Claro, ahí vo-

—Oh asi que tú eres Emily Riddle. _dijo George.

—Hemos escuchado mucho de ti, bella dama. —dijo Fred.

—Lo que no habíamos escuchado es que eras tan linda. —continuó George.

—Tengo once años, cerdos.—Escupí y me fui corriendo con Carla.

Tal vez parecía un poco más grande, pero eso no quitaba mi edad actual y odiaba que me dirigieran ese tipo de comentarios sin ni siquiera presentarse o mínimo decir "hola".

—¿Qué querían las fotocopias?— preguntó Mattheo.

—No lo sé Mat, pero me dijeron que era linda y que habían escuchado hablar de mí y solo es el primer día. —dije apenada—sabía que esto pasaría.

—Ems ya te dije que no es nuestra culpa lo que hizo nuestro padre en su pasado. Ya déjalo ir.- dijo mi hermano pasando su brazo por encima de mis hombros.

—Además, ya tienes amigos, los mejores obviamente. —dijo Draco. —Quiero decir, somos Slytherins y eres la hija de Riddle, si te hacen algo solo les aventamos un avada.

Todos reímos.

Era increíble como de verdad no les importaba que mat y yo seamos hijos de el mismísimo Tom Riddle, me di cuenta que hasta les parecía cool. No me quejo, me gusta la atención.

El día transcurrió y Draco realmente no sacaba su mirada de mi, no es por presumir.

Pero yo tampoco apartaba mi mirada de él.

Tenía lindos ojos, eso claro está.

También me empezó a tratar mejor y, sorprendentemente, debió haber notado mi enojo de la vez anterior, en la cena me dejó agarrar la última manzana verde.

Siempre había pocas de esas.

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Al día siguiente nos levantamos con carls, nos vestimos y nos dirigimos al comedor. Allí nos encontramos con que todos ya habían estado desayunando.

Con carla no nos pudimos ni bañar porque nos levantamos demasiado tarde, corrimos para poder llegar a alcanzar al menos una tostada o una chocolatada.

Llegamos solo a la chocolatada.

Mientras nos dirigíamos con todo el grupo hacia las mazamorras nuevamente a buscar los libros para nuestra primera clases, Theodore habló.

—Hoy tenemos practica de quidditch a las diez. Realmente no estoy preparado para esto.

—Pues yo si. —dijo Draco, como siempre ¡un chico que derrocha humildad!. —He practicado el deporte con mi padre desde que soy niño. Las Parkinson también jugaron conmigo varias veces, pero obviamente yo les gané.

—Cállate Malfoy. Fue por poco.— repondió Pansy con una sonrisa coqueta.

¿POR QUE PANSY ESTABA SIEMPRE TAN DESLUMBRADA CON EL? LITERALMENTE LA ESTABA HUMILLANDO.

Quiero decir, si, es lindo.

Tal vez es por su cabello tan particular.

O por sus ojos grises brillantes.

También puede ser porque era extremadamente confiado.

Tiene un carácter tan hermoso.

Bueno tal vez si me guste Draco.. o bueno solo un poquito.

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