EL REGRESO. [Draco Malfoy]

11: Te extraño.

Al día siguiente estuvimos en la piscina techada todo el día y nuestros elfos domestico nos alcanzaba nuestra comida, al final del día, ellos también estuvieron con nosotros en la piscina.

A mamá no le gustaba que los elfos trabajen, solo los hacíamos trabajar en este tipo de situaciones, donde realmente no teníamos ganas de hacer nada y la verdad es que los elfos nos ayudaban con gusto y mientras tanto hablaban con nosotros.

La mayoría del tiempo estaban hablando conmigo y mat o sino estaban en sus dormitorios y si, tenían sus propios dormitorios.

La mansión era muy grande para nosotros tres y a decir verdad, mamá estaba bastante sola.

Más cuando nosotros nos fuimos a Hogwarts.

Ella trabaja en el ministerio de magia, pero de igual manera cuando estaba en casa se sentía bastante triste.

Y adoraba hablar con los elfos, siempre tenían de que hablar.

Los nombres de nuestros elfos eran Robert, John y Lucas.

Al día siguiente mamá nos dijo de ir a Hogsmade para comprar regalos, teníamos que llevar algo si íbamos a la casa de los Malfoy.

Con mat queríamos pasar otro día de pileta, pero asentimos, sin ganas.

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Se hizo de noche y volvimos a nuestro hogar, ya con los regalos para casa niño (8 en total, más los que mamá nos compró a nosotros).

—Al fin llegamos a casa, estaba totalemente exhausto.—dijo mat.

—Mat, literalmente te la pasaste comiendo y me dejaste elegir el regalo de la mayoría de nuestros amigos. —conteste mientras reía.

—Igual estoy cansado, caminamos mucho, emy. —dijo acostándose en uno de nuestros grandes sillones de la sala.— a ti porque te encanta comprar.

—Pues claro, salió a su madre. —dijo mamá orgullosa de mí.

Le dirigí una amplia sonrisa.

—Además también me pude comprar ropa nueva, no tenía que ponerme sino. —en realidad, si tenía que ponerme, pero no iba a ponerme ropa vieja, no con los Malfoy.

Quería impresionarlos.

Repito, amo la atención.

Siempre en el buen sentido, claro está.

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Acomodamos todos los regalos en la mesa mientras mamá y yo escribíamos los nombres de cada uno de los regalos.

Luego de terminar con todo, subí a cambiarme y vi que había recibido dos cartas.

Que estúpida, olvide avisarle a Draco que no había estado en todo el día en casa.

Rápidamente agarré una pluma y un pergamino y escribí.

Draco;

Lo siento mucho por no haber respondido tus cartas el día de hoy, Draco. Fui a Hosmade con mi familia, olvidé de avisarte.

Contestando a tus dos cartas, las leí recién y claro que me gustan los collares, también el verde esmeralda.

Que estas planeando hacer?

Te extraño.

XOXO,

Emy.

Le di mi carta a nuestro búho y la envié a la mansión Malfoy.

Las cartas de Draco eran directamente enviadas a mi, creo que también le mandaba a mat aparte, era como si no quisiera que supiera lo que hablabamos entre nosotros

Simplemente decidí no darle atención.

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DRACO MALFOY.

MANSIÓN MALFOY.

Realmente extraño a Emy.

En la carta que me envió me dijo que me extrañaba.

Imposible mas que yo.

Mi madre ha estado ansiosa, ya quería conocerla.

A Mat también.

Todos estuvimos hablando sobre ellos en estos días.

Les contamos que Emy es la estudiosa entre los Riddle, la nota más alta de la clase.

Ante este comentario, mi padre me dijo que yo tenía que ser el mejor de la clase, hacer lo posible para serlo, incluso si era necesario dañar a Emily.

Realmente su comentario me chocó.

Pero me da muchísimo miedo.

No iba a enfrentarlo, por lo que solo asentí con mi cabeza como respuesta.

Cada vez faltaba menos para que vinieran, solo tres días y ya estarían aquí.

Todavía me faltaba comprar los regalos, pero ya sabía que quería darle a emy y a mat.

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Estábamos en la cena del miércoles y el domingo llegarían los Riddle.

Seguía pensando en que Emily me escribió que me extrañaba.

—Draco, me alcanzarías la ensalada? —se escucho una voz chillona.

—Claro. —dije pasándole la ensalada.

Hablómi padre, quien se encontraba en la punta de la mesa. —En las vacaciones de verano nos acompañaran los Greengrass, espero sean amables con ellos.

La verdad no tenía idea de quienes eran pero las Parkinson empezaron a gritar con alegría ganándose un reto por parte de su padre.

—¿Quienes son? —Se animó a preguntar Joseph.

—Astoria Y Daphne. Son de nuestra casa, amigas nuestra y de Emy. —respondió Carla. —les gusta la moda al igual que a nosotras, aunque no tiene mejor gusto que Emily, para nada.

Los adultos rieron.

—Salió a su madre. —dijo mamá con una sonrisa nostálgica en su rostro.

—Eso parece. —habló el señor Parkinson.

El resto de la cena transcurrió normal y hablaron sobre que mañana tendríamos que ir a comprar los regalos para navidad.

Me acosté en mi cama pensando en lo que me había escrito Ems.

Te extraño.

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