Capítulo 3

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Wooyoung

Ya había terminado nuestro primer día de clases, todo resulto salir mejor de lo que esperaba. Yeosang se quejó el resto del día por no haber podido hacer nuevos amigos, le dije que no se preocupara, que mi familia siempre seria su acompañante en momentos de soledad. Y por eso me gane un golpe en la cabeza, y otro día sin poder tocarlo.

Quiero dejar en claro que, si muero, es producto del innecesario y cruel castigo de Yeosang, todos los jóvenes necesitamos aprovechar nuestro momento de plenitud sexual, hacerlo en cada rincón de la casa, en la playa, universidad, baños públicos, parques, etc. Pero como yo no soy tan promiscuo, siempre lo hacemos en mi casa cuando quedo solo; y sí que la aprovecho...

Dejé a Yeosang en la puerta de su casa, me propuso que pasáramos lo que quedaba del día juntos, pero mi pieza era un desastre y debía ordenarla, uno debe tener prioridades, le dije que para la próxima si o si me quedaba, entró y tiro un beso al aire, hice como si lo agarrara con mis manos mientras lo llevé a mis labios, a veces soy demasiado cursi... ¡se me olvido comprar las cosas para la cena! ¿Qué hago? Piensa Wooyoung... piensa... ¡ya sé! Tomare el bus, me bajo en el centro, corro como Naruto, entro al supermercado, compro lo necesario y antes de las 20:00 voy a estar en casa cocinando.

— ¿Cuál bus me servirá? Pero mira qué lindo perrito — se me acercó meneando la cola y con la lengüita afuera, probablemente tuviera sed — que lindo eres pequeño, ¿Cómo te llamas?

— ¿Sabes que en realidad los animales no nos pueden responder?

— Y que te interesa a ti si pueden responder o n... -— rayos, creo que hoy no es mi día de suerte, conteste sin pensar, pero en mi defensa, no se me hubiera cruzado por la cabeza que el profesor Choi San apareciera de la nada, ahora me ganare su odio- ¡disculpe profesor! No era mi intención tratarlo mal... de nuevo.

— No se preocupe joven Jeong, por lo visto no soy de su agrado... — la expresión del profesor se tornó roja, pareciera que es muy tímido, o que esta roja de furia por mi culpa— con su permiso.

— Hasta luego — el profesor se inclina y toma asiento a mi lado. Pero que está pasando, pensé que se iría a otro lado, no que se sentaría a mi lado para luego ignorar mi presencia- pensé que ya se iba a casa profesor Choi.

El profesor Choi seguía ruborizado al parecer, sus manos temblaban, pero no hacía frio, lo más probable es que sufra de los nervios, pero como buen alumno que soy le pase unos guantes que traía conmigo, el me quedo mirando con sorpresa, supongo que el ser amable con él le causó sorpresa, y quien no, después de mí hermosa actitud —nótese el sarcasmo—. Pero mayor fue la mía al ser rechazado por este, negó con la cabeza y luego se puso sus audífonos mientras miraba su celular.

Nadie había rechazado antes mi amabilidad, ¿es posible rechazar sentimientos? En este caso sí. Iba a tomar asiento nuevamente cuando siento que el bus llegó y abrió sus puertas, con prisa tome mis cosas y subí, me gire para sacarle la lengua al profesor rechazador de amabilidad, pero me percate que estaba detrás mío, esperando por subir al mismo bus. ¿Qué tan mal podría ser viajar con él?

¡Ha sido el peor viaje en bus de mi vida! No solo por el hecho de que me vine con el "rechazador", ese será su nuevo nombre a partir de ahora, sino que me vine sentado junto a un tipo que cada vez que me miraba se tocaba su... ¿cosita? O mejor dicho su pene, me sentí asqueado y acosado, gracias a mí sexto sentido se bajó, por fin podría respirar con tranquilidad, pero ¡No! Una pareja iba besándose y tocándose a un costado mío en el pasillo, la mujer iba casi gimiendo mientras el caballero —que parecía más su abuelo que pareja— la manoseaba desde la cintura para abajo; como no se van a su casa a hacer ese tipo de cosas. Raros fetiches que jamás entenderé.

— Pensé que era el único que le molesta tantas muestras de cariño en público — me sentí aliviado ver que el profesor se sentó conmigo el resto del viaje, aunque eso no quitara el hecho de su mala acción conmigo — vi las expresiones que ponías al ser espectador de tan atroz acto.

— ¿Tanto se me notaba? — nota mental, dejar de ser tan expresivo cuando me disgusta algo.

— Mucho, a decir verdad, pero no eras el único... yo sentí un poco de asco ante tanto romanticismo y calentura junta — su voz sonaba más tierna de la que pensaba, acaso ¿estaba conociendo un lado distinto de mi profesor? — deberían prohibir que las parejas heterosexuales y homosexuales prácticamente tengan sexo en el transporte público.

— No pensé que tendría un profesor homofóbico, me equivoque al pensar que usted era de mente abierta — trate de decirlo en la manera más pacifica posible, aun así, soné molesto y con justa razón.

— ¡Me mal interpretas! no soy homofóbico ni nada de eso, solo que... lo que yo... — de nuevo volvió a ser tímido... ¿acaso se sonrojo? — simplemente no me gusta que las parejas anden casi teniendo sexo en todos lados.

— Profesor es muy anticuado — no le diré jamás que pensé lo mismo que él.

— Somos de generaciones distintas, pero creo que todos buscan un común, el amar y ser amado, no lo crees ¿Choi San?

Tiene razón, por muy distintos que seamos, cada uno de nosotros espera terminar el día con un "te amo" "descansa" "nos vemos mañana" "me gusta BTS" el amor y la unión es el arma más fuerte que tenemos en la humanidad, pero a su vez, la mayor debilidad de muchas personas. Un arma de doble filo muy delicada, si no sabes usarla, no lo hagas, si piensas aprovecharte de ella, eres una mala persona, recuerdo cuando mi primo sufrió en su primera relación, la chica con la que salía le estuvo engañando todo el tiempo; al final fue ella solo quería su dinero.

El bus ya estaba por llegar al centro de la ciudad, ahora venia lo difícil, pasar por encima del profesor San sin que se molestara... debí haber tomado un taxi, o solo quizás morir de hambre en la noche. No, no, no, en mi familia me criaron a siempre alimentarme bien, no por nada soy el mejor cocinero del mundo mundial.

Estaba levantándome del asiento, cuando el "rechazador, heridor de sentimientos, profesor San" si, así es, su nombre se alargó en este viaje, se paró al mismo tiempo que yo. ¿ahora me pensaba seguir? O quizás solo quiere acompañarme y asegurarse de mi bienestar. Aunque sinceramente no lo creo, debe ser un tipo de loco acosador de jóvenes. 

Mi quinta estación "Woosan"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora