Capítulo 4

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San

El viaje se me hizo eterno, finalice mi primer día laboral con mucho cansancio, pero lo que lo empeoro fue el ver a dos personas casi teniendo sexo en el bus; no cuento el hecho de que me haya encontrado con mi estudiante Wooyoung, ya que estamos ambos en el super mercado comprando ¿coincidencia?

No sé cuándo ni cómo, pero el destino quería seguir torturándome, en cada pasillo que iba, a cada sección del supermercado que me encontraba, me terminaba encontrando con Wooyoung, cada vez que me lo encontraba me miraba con una expresión de disgusto, y balbuceaba palabras sin sentido para mí, como que en su familia todos cocinan mejor que yo, o que no tenía manos para la cocina, no entendía mucho a que venían sus palabras y no pretendía hacerlo, después de discutirlo un rato en uno de nuestros tantos encuentros, decidimos hacer las comprar juntos. Fue mucho más grato de lo que esperaba, Wooyoung me conversaba sobre sus pasatiempos y su familia cocinera, ahora tenía sentido sus anteriores palabras. Aunque yo no hablaba mucho, me cuesta expresarme cuando estoy con otras personas, me pongo demasiado nervioso, a diferencia de cuando doy clases, es como si tuviera dos personalidades y maneras distintas de actuar.

— Y es por eso, por lo que los cocineros del mundo no me ganan en la cocina... ¿me está escuchando?

— Lo siento, estaba pensando en que chocolates llevar

— ¿Ah...? Lleve estos de 65% de cacao con sabor a menta, son mis favoritos — parecía niño chico sosteniendo esos chocolates, a mi parecer él los quería más de lo que yo los quería— si no me gustan te voy a reprobar en el primer examen.

— ¡Eso es trampa! Si lo hace profesor San, les diré a mis primos abogados, lo demandare, no dejare que vaya a la cárcel, al contrario, haré que me pague con comida el resto de su vida – me hacía reír con sus ocurrencias, era alguien agradable, a diferencia de la mañana cuando me respondió en el salón— aunque si lo hacen me acusarían de extorsión... y podría ir a la cárcel, y nunca más podría tener sexo con Yeosang, ¡no quiero morir así!

— ... ... ... Wooyoung, cálmate por favor, la gente nos mira raro — la gente nos comenzaba a mirar con demasiada curiosidad, viejas chismosas no más— trata de no exagerar, nadie te va a llevar a la cárcel y tampoco dejaras de tener relaciones sexuales con ¿Yeosang?

— ¿Me lo asegura? — en que segundo paso de ser toda preocupación a ser una dulzura.

— Estoy seguro de eso, ahora trata de calmarte y disfrutemos del resto del viaje que queda.

El resto de las compras fue bien ameno, a decir verdad, sin escándalos ni nada, Wooyoung seguía hablando sobre su familia, pero mi mente estaba en otro lado, me sonrojaba al saber que un alumno tuviera más personalidad que yo. Era tan natural su forma de acercarse a los demás, incluso hasta el ser más idiota del mundo caería ante sus encantos.

¿Por qué a mí? Llevaba más de 30 minutos en la fila del supermercado para pagar en la caja y no avanzaba nada.

— Profesor San, le traje el chocolate que le había comentado hace un rato — ya no quería esperar más, estaba tan cansado que no recordaba el hecho de que debía comprar mi chocolate, pero debo asumir que fue muy lindo su gesto-— me tuve que pelear con un niño de 8 años, como era el último que quedaba... pero tomé, acá tiene.

— Mu...muchas gracias Wooyoung – oh no, otra vez me ponía nervioso frente a el— aunque no tenías por qué pelear con un niño chico — Wooyoung al parecer es un poco exagerado.

— ¡El me provoco! Me dijo que era infantil al discutir con un niño, así que hice lo más maduro que podía hacer, sacarle la lengua, quitarle el chocolate y correr hacia usted.

Mi quinta estación "Woosan"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora