Park SunHee forma parte de Blackpink, grupo femenino que lidera las listas de ventas junto con otros tantos grupos.
En lo último que piensa SunHee, es en enamorarse. Aunque todo eso desaprece cuando conoce a Jeon Jungkook, miembro de BTS y colega...
Una vez dentro el estudio, me senté en la silla gamer que estaba frente a sus monitores.
Por lo visto había estado jugando a League of legends antes.
— ¿Juegas, preciosa?.— Se acercó con dos bolsas de McDonald's y una sonrisa divertida.
— ¿Por quién me tomas, Jeon?, claro que juego, lo hago en mis tiempos libres. Aunque prefiero Free fire, permíteme decirte.
— No lo puedo creer, dime, ¿por qué me gustas?.— Negó con la cabeza mientras reía.
— No le veo el chiste, es muy bueno y entretenido. Yo no me río de tus gustos, Jeon.
— Mis gustos son un diez de diez, Park SunHee, sólo mira mi estilo.
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—No lo niego, pero no estábamos hablando de estilos.
— Lo sé, ¿quiéres cenar?, no es el mejor restaurante pero hay mucho cariño en la elección de comida rápida, preciosa.— Guiñándome un ojo, puso las bolsas en la mesa frente al sillón.
— Tiene mucha pinta, buena elección, Jeon— Siguiendole el juego, le guiñé un ojo también.
Mientras cenábamos, hablamos de diferentes temas laborales, entre ellos premiaciones, ensayos y el evento exclusivo de Big Hit, del cual me había olvidado por completo.
Jeon me comentó que estaba pendiente de la organización ya que le llamaba la atención las decoraciones extravagantes que llegaba a ver, también dijo que era totalmente elegante y con mucho dorado.
En lo personal, todo lo elegante tiene mi atención incondicional, el hecho de tener que elegir algún vestido me ponía los nervios de punta.
Cómo si mi mente leyera, Jeon habló .
— Te veerías increíble en un vestido dorado, Park, puedo ayudarte a elegir si gustas. Tengo buen ojo para la moda.
— Veo eso imposible, Jeon, a la hora de elecciones tengo detrás mío a cinco personas como mínimo, dudo que puedas estar ahí ayudándome.
— Existe la tecnología, Sunny.— Movía su celular de lado a lado mirándome como si fuera incapaz de captar su idea.
— No soy estúpida, Jeon.— Me di cuenta de como me llamó y me removí nerviosa en mi asiento. Es raro escucharlo desde su boca.— ¿Cómo me llamaste?.
— Lo siento, preciosa, no sabía que iba a molestarte.— Rápidamente cambié mi expresión ya que tenía una mala cara.
— No, no me molesta. Sólo me sorprendió, no lo esperaba de ti... Suena bien, podrías decirlo más seguido.— Le sonreí antes de dar un mordisco a mi hamburguesa.
— Prefiero seguir llamándote como lo vengo haciendo... Por cierto, comes muy lento, Park.
— Que tú comas como desesperado no es mi problema, cariño, yo disfruto cada mordisco.
— También lo hago pero más disfruto escuchar como me acabas de llamar, preciosa.— En una milésima de segundo me quedé helada, lo había llamado cariño.
NO PUEDE SER POSIBLE.
— Cierra la boca, Jeon, no hagas que me vaya.
Se acercó pasando su torso por encima de la pequeña mesa, directo a tomar mi rostro entre sus manos.
— No te avergüences, preciosa, me ha encantado.— Plantó un escaso beso en mis labios.
¿Me ha sorprendido?. Sí, lo ha hecho, sin embargo se sintió...Bien.
