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Personajes: Sasara, Rosho.
Género: Fluff.
Ships: Sasara × Rosho
Palabras: 470 aprox.
¡Disfruta! ✨

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– ¡Phew! ¡Lo hiciste bien, Rosho!~ — Felicitó Sasara al más mayor, haciendo que un rubor apareciera en sus mejillas.
— ¿De verdad? — Preguntó incrédulo.

Rosho nunca había sido bueno en el humor. Lo sabía perfectamente: Lo suyo no era la comedia. Lo descubrió en el momento en el que optó por improvisar. Cuando nadie se rió con su monólogo, cuando Sasara lo miró con sudor frío a través de su frente.

Es por ello que las palabras de aliento de Sasara eran para él más que eso, palabras.
Para él, eran su orgullo, su razón de ser. Suena egoísta: solo vivir para recibir elogios, y era un hecho que no podía ignorar. Sin embargo, logró que no le importara demasiado.

— ¡Claro que es verdad! Por algo somos el mejor dúo cómico, de nuevo — Las palabras de su compañero lo sacaron de sus pensamientos.

“De nuevo”. ¿Por qué debía recordárselo? ¿Que se separaron por su culpa? Si solo no hubiera tenido aquel pánico escénico, todo hubiera ido a mejor. Si solo siguiera trabajando como profesor, como le dijeron, quizás entonces no se hubieran separado.

— Sí, el mejor dúo. – Respondió el maestro, aunque no parecía muy convencido. Sus ojos estaban entrecerrados a causa de la inseguridad, y la sonrisa que pretendía iluminar su rostro, en realidad se veía indecisa.

— Rosho, ¿estás bien...? — Preguntó el de cabellos verdosos, advirtiendo la duda de la mirada de su compañero.

— ¿Eh...? — Balbuceó inicialmente el ya mencionado, aunque luego, rápidamente, lo arregló — ¡Claro que lo estoy! Recuerda Sasara, es el gran día, la vuelta de Dotsuitare Hompo... — Insistió, aunque culminó la frase con un suspiro apenas audible, manteniendo la sonrisa.

— Rosho... Puedes contar conmigo para lo que necesites. — Mencionó Sasara.

Sabía que su compañero tenía inseguridades a más no poder, miedos y vergüenzas que le impedían hacer tantas cosas. Era consciente de todo lo que se infravaloraba, de cuanto se culpaba a si mismo. Es por ello que él estaba con él: es el motivo por el que se reunieron de nuevo.

— Lo sé. Es solo que estoy nervioso. No sé si lo hice bien. — Admitió finalmente el de gafas, con la cabeza gacha. Estaba sentado sobre una impoluta silla de cuero blanco. Sobre su regazo reposaban sus manos, con las que jugaba.

Sasara se puso de rodillas frente a él, con el objetivo de verle la cara. Posó su mano sobre la barbilla de Rosho, alzando así su mirada.

— Lo hiciste genial. — Dijo, y el silencio reinó en la sala por unos segundos que se hicieron eternos.

Rosho entreabrió los labios, como para salir del silencio. Sin embargo, un beso calló toda palabra que pudiera salir de sus belfos. Sasara lo estaba besando. No era un beso amoroso. Tampoco un beso pidiendo una relación. Simplemente era un beso delicado, dulce, consolador. Uno que calmó el ambiente en cuestión de segundos.

— Gracias por aceptar volver conmigo, Rosho.,

Storge ↳ HypMicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora