Storge ↳ HypMic

O3

Personajes: Ramuda, Dice, Gentaro
Género: Fluff, comedia¿?
Ships: Ninguno, creo
Palabras: 550 aprox.
¡Disfruta! ✨

                            - ୨♡୧ -

— ¡Ramuda! — Una voz llamó al de hebras rosas, que se giró hacia la misma con una sonrisa sobre su rostro.

— ¡Dice!~ — Entonó un alegre saludo el joven, que sostenía una piruleta en su mano, como ya era usual.

— Ramuda, lo conseguimos, mira esto, mira esto. — Pidió con emoción el de ojos rosados, tendiéndole su teléfono.
Estaba abierto en una página web de colores poco llamativos, aunque decorada con imágenes de los entonces apenas conocidos Fling Posse. Un llamativo titular, en una fuente poco atractiva, leía «División de Rap arrasa en Shibuya». Apenas habían comenzado a rapear y ya se hablaba de ellos en las redes sociales, era increíble.

— ¡Genial, genial! — Exclamó Ramuda, reforzando su entusiasmo con unos saltos. — Festejemos — Propuso a su compañero, quien asintió con la misma contagiosa felicidad.

El primer paso fue ir a donde solían reunirse, un pequeño local alquilado donde el pelirrosa diseñaba prendas de ropa. Era el lugar donde más tiempo solían pasar los tres jóvenes juntos, algo así como su pequeña base de operaciones para hacer todo tipo de cosas: desde charlar, hasta jugar videojuegos o tomar un café.

Tocaron la puerta a pesar de que el edificio estuviera completamente vacío. Charlaban animadamente, y nada más entrar, ambos se dejaron caer en el sofá que había, dedicándose una mirada cómplice.

Estuvieron un rato ahí sentados, simplemente hablando de cosas triviales, como lo que comieron el día anterior o, como ya era costumbre, mencionar la mala suerte — y con ello, la falta de dinero — del de hebras azules.

— ¡Y perdí por esa estupidez! ¿Lo puedes creer? — Se quejaba continuamente, aunque eso sí, sin olvidarse de pedirle dinero a su compañero.

Algunos billetes cayeron en sus manos tras insistir por unos cinco minutos, cosa que alegró la mirada del apostador. Con decisión, se levantó del sillón de un salto.

— ¡Bien! — Exclamó enérgicamente, como era propio de él — ¡Entonces, debo ayudarte a hacer la fiesta! ¿Qué me dices?

— ¡Sí!~ — Exclamó su amigo, poniéndose en pie.

Se dirigieron a la tienda, donde compraron laa comidas favoritas de cada uno. La de Gentaro fue algo más difícil de elegir debido a su ausencia. El castaño se encontraba mal ese día, y prefirió descansar, según dijo.
También fueron a una tienda colorida y alegre, donde compraron decoraciones que más tarde colgarían por todo el estudio.

Con tan solo esas cosas compradas, volvieron al lugar de inicio. Dice se dedicó a colgar las decoraciones, aprovechando su estatura, mientras que Ramuda preparó la comida. Pusieron un mantel de papel de vivas tonalidades sobre la mesa cercana al sillón, sobre el que colocaron todo tipo de aperitivos, y tres vasos vacíos, por si el faltante asistía.

— Echo de menos a Gentaro, espero que esté bien — Mencionó el de orbes fucsias, quien, gracias a Ramuda, ahora llevaba ropa de color rosa y amarillo que él mismo había diseñado.

Y justo cuando lo dijo, el timbre sonó. Los dos presentes se miraron y levantaron, yendo hacia la puerta. La abrieron con rapidez, y el de hebras azules se lanzó a abrazar a su compañero.

— ¡Gentaro, creí que estabas enfermo! — Exclamó.

— Por supuesto que no, solo era una mentira — Respondió el castaño con una risa.

— ¡Estuve todo el día preocupado por ti! — Exclamó de vuelta su amigo, que recibió una caricia irónica en su cabeza por parte del de ojos verdosos.

Sin duda, aquella iba a ser una larga pero divertida tarde.