VIII

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—Adivina quién soy— Tori escuchó una voz masculina a sus espaldas, luego a alguien cubriéndole los ojos con sus manos.

—Danny— sonrió nasal. Era obvio quien era ¿quién mas haría eso en la escuela?

—Me descubriste— el rubio hizo un puchero mientras Tori cerraba su casillero.

—No creo que exista alguien más que haga eso conmigo aquí— Tori rodó los ojos.

—Tienes razón.

Él dejó un pequeño beso en los labios de la morena.

—¿Qué te tiene tan sonriente?— Danny pasó su brazo por encima del hombro de Tori.

—¿A mí?— la morena se señaló.

—A ti— él tocó la pequeña nariz de la castaña.

—No me gusta que me toquen la nariz— ella frunció el ceño.

—¿Ni tu novio?— dejó un beso en su cabello.

—Tampoco— Tori comenzó a caminar por el pasillo.

—Alana me comentó que terminaste demasiado rápido tu examen de química— el rubio ahora tomaba de su mano.

—Es química— Tori contestó como de "obviamente iba a terminar rápido, soy muy buena para esa materia"

—Pues éxito, señorita pretenciosa.

Tori se fue por un momento de la conversación, "señorita pretenciosa" recordó aquellos desafiantes, fríos y hermosos ojos de cielo y como un hecho, los besos del día anterior. Su sonrisa ahora era más amplia.

—No me haz dicho la causa de tu felicidad— Danny la sacó de su burbuja en cuanto llegaron a la cafetería.

—¿Hum?— Fue la única respuesta que Tori pudo dar.

Él sonrió incrédulo.

—¿Vas a pedir algo?.

—No. Traigo mi desayuno— ella alzó una pequeña lonchera color morado.

—¿Y que nos hiciste de comer?— él se sentó a un lado de ella.

—Creo que deberías ir a pedir tu comida antes de que llegue más gente— ella dijo abriendo su lonchera— traje un sandwich, una botella de agua y...— sacó todo de la pequeña bolsa— brownies.

—Que suerte que también yo traje mi almuerzo— él sacó de su mochila tres sandwiches.

Tori sonrió de medio lado alzando una ceja, estaba imitando los gestos de Jade, en tampoco tiempo se estaba volviendo su reflejo.

—Éste es para ti— el chico dejó uno de los emparedados en la bandeja de Tori.

—Supongo que si no te apetecen mis brownies alguien más los comerá sin rechistar.

Tori jamás había hecho un comentario así a su novio. Jamás había mencionado la posibilidad de irse con alguien más y eso a Danny lo tomó por sorpresa.

Todo se detuvo por un instante, los ojos del rubio se agrandaron y su boca quedó abierta.

—¿Te irías con alguien más solo porque te acepta los pastelillos de chocolate?— él contestó en el mismo tono de broma.

Tori solo se encogió de hombros. Mientras su mente divagaba.

¿A Jade le gustarían los brownies?

Incluso sino le gustaban, en caso de que Jade decidiera tener algo formal con Tori lo aceptaría incluso si no pudiera cocinarle sus brownies especiales. Sonrió, estaba segura que si a Jade no le gustaban los brownies, ella de una u otra forma la podría convencer.

Antes de Hollywood Arts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora