XVIII

1.6K 132 57
                                    


Epilogo


El día por fin había terminado. El cansancio, estrés e irritante voz de su hermana mayor eran lo único en lo que podía pensar la menor de las Vega.

La morena cerró la puerta de su habitación, yendo directo a la pequeña mesita donde su laptop se encontraba. Buscó el proyecto de química, lo modificó asegurándose de que estuviera bajo los lineamientos señalados y la ortografía fuera perfecta, lo envío faltando aún media hora para que la plataforma se cerrara.

Cambió su ropa por una de sus cómodas pijamas y se dejó caer en la suavidad de su cama.

Su habitación había sido modificada, desde el color de las paredes que ahora eran de color blanco con tintes de verde, así también los muebles y tras varias súplicas logró que el colchón anterior fuera desechado obteniendo así uno nuevo.

Observó un tiempo el techo mientras la canción con la que Trina se presentaría hacia eco aún en su cabeza.

Llevaba un par de días escuchando la misma canción, la misma melodia y a pesar de que no le parecía mala, la voz de su hermana no ayudaba en mucho. Sin darse cuenta comenzó a tararear la canción, gruñó de molestia, aunque debía de admitir que André, el chico con el que le tocó hacer equipo a Trina, era un grandioso músico, alegre, simpático, además de que le había tomado cariño rápidamente.

Un buen amigo, podría definirlo así, aunque por otro lado, se había prometido no hacer amistad con gente alejada de su círculo social inicial, y otra cosa era que él estudiaba en Hollywood Arts. Tori cerró los ojos y tomó una bocanada de aire, tratando así de reprimir ciertos pensamientos que amenazaban con salir de la profundidad de su cabeza.

Decidió que lo mejor era por fin irse a dormir.


‡‡‡


—¿Qué haces Trina?— Tori preguntó con una mueca de desagrado al ver a su hermana usando quien sabe que cosa para 'mejorar sus cuerdas vocales'

—Es un método que encontré por Internet, ya te dije necesito ser la mejor en la gran presentación— dijo después de un momento— claro, ya soy la mejor, pero necesito sorprender a todos los asistentes, tienen que admirarme— completó con supremacía.

—Si, claro— Tori murmuró.

—¿Irás? ¿Cierto?— Trina preguntó caminando hacia la sala.

—No lo sé— la morena acomodó un mechón tras su oreja.

—¿De qué hablas, Tori?— Trina torció un poco su cuerpo para poder ver a su hermana— si es por esa chica…

—Trina— la morena la reprendió— no se si tenga algun examen o proyecto por entregar— se sentó a su lado.

—No lo creo, es en sábado— la mayor dijo.

—Oh— fue lo único que contestó la castaña.

Trina ya no dijo nada más, tomó el control de la televisión y puso algún programa de chismes, le encantaba saber sobre los artistas porque según ella era así como su vida sería al graduarse.

Antes de Hollywood Arts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora