Antes de Hollywood Arts

IX

—Está algo caliente.

Tori sacó del horno una bandeja llena de brownies dejándola sobre la mesa.

—Se supone— Jade le contestó rodando los ojos.

—Tienes razón ¿porqué en las películas dicen eso cuando sacan un platillo del horno?— la morena arrugó su nariz.

—¿Relleno? Ya sabes darle más líneas al libreto, es como cuando pones más personajes de los que son necesarios, solo lo haces con la intensión de que la historia se alargue sin importar si eso hace que se pierda el hilo de la trama— La ojiazul que estaba sentada en una de las sillas del comedor comió un trozo de zanahoria— confían en que el espectador olvidará ciertos huecos o detalles por lo que no les afecta, según ellos darle un giro a la historia— terminó su explicación.

—Te gusta hablar de eso ¿eh?— Tori puso los postres en un plato blanco y redondo.

—Si, es mi pasión— Jade observó cada movimiento de la morena— ¿Porqué hiciste brownies?— Jade le preguntó— por cierto, ése se te quemó— señaló uno de los pastelillos. .

—¿Cuál?— La vista de Tori siguió la dirección del dedo de Jade— es verdad— hizo un leve puchero que le causó gracia a la ojiazul.

—Los hice— comenzó su explicación mientras trataba de quitarle la costra quemada al brownie— porque estoy feliz—culminó con una gran sonrisa.

—¿Haces esas cosas cuando estás feliz?— Jade se burló.

—Si ¿qué tiene de malo?—Tori alzó sus dos cejas— ¿tu que haces cuando estás feliz?

—Nada. Nunca estoy feliz.

—Mientes— Tori sonrió— te he visto sonreír y he escuchado tu risa.

—Eso no significa que esté feliz.

—¿Entonces finges?— Tori se llevó una mano al pecho en forma histrionica.

—¿Porqué está feliz, señorita Vega?— La de mechas lilas preguntó— por cierto eres pésima actriz.

—No me preocupo de ello, no es de lo que vaya a vivir así que... —se encogió de hombros— estoy feliz porque hace quince días decidimos intentarlo.

—¿Intentar que?— La ojiazul se llevó otro trozo de zanahoria a la boca, Tori rodó los ojos— ¿estas diciendo que esos pasteles son para mí?— hizo una gran mueca.

—Se llaman Brow-nies— Tori remarcó— brow-nies— repitió.

—Si, si ya, ¿quieres que me coma esos pastelillos?— Jade volvió a cuestionar.

Tori rodó los ojos.

—Si, son para ti— sonrió.

—El chocolate me causa jaqueca.

Tori se quedó callada, luego formó una gran "O" con su boca para culminar con un puchero.

Jade sonrió, le parecian tan tiernos los pucheros de Tori, solo por eso disfrutaba hacerla sentir mal, quizás era cruel pero jamás llegaría al punto de hacerle un daño grave (físico ni emocional) a la morena.

—No lo sabía— ahora Tori estaba triste.

Jade suspiró arrastrando su mano sobre la mesa, luego tomó uno de los brownies.

—Solo lo probaré para saber que tan del asco cocinas ¿está bien?— le dijo a Tori quién sonrió ilusionada cuál niña chiquita.

Tori se mantuvo expectante a la reacción que Jade tuviera al probar el pequeño pastelillo. La morena se sentía segura, amaba hacer brownies y sabía que le quedaban deliciosos, aunque Danny siempre los halla rechazado.