—Hola— Tori se acercó a una solitaria chica que estaba sentada en una de las bancas de aquel colegio.
Mientras la castaña clavaba su mirada en aquella joven la otra permanecía en silencio ¿no la habrá escuchado? Quizás así fue y por eso no le devolvió el saludo, Tori inhaló audible y volvió a hablar.
—Hola— nada, la chica siguió sin responderle, Tori se alarmó ¿y si la chica no tenía desarrollado el sentido del oído? Entonces que torpe e inconsciente se estaría viendo en ése instante— ¿Eres sorda?— tomó el valor para preguntar.
La contraria se movió un poco pero sin dirigirle ni una equivocada mirada a Tori, alzó su brazo peinando su sedoso y brillante cabello, la morena abrió nuevamente la boca para decir algo.
—¿Te encuentras bien?— cambió de pregunta.
—¿Qué quieres?— ella, áspera y con nada de amabilidad contestó.
—Emmmm...— la morena dudó ¿que quería? Ni ella lo sabía, en realidad sólo se había acercado porque algo la había llevado hasta ahí— Creo que eres una solitaria joven que quiere compañia— buscó un motivo de peso descubriendo que por alguna razón sentía que debía hacerle compañía, por lo que se sentó a su lado.
—No, no es así— la chica sin inmutarse y de manera cruda pronunció esa oración.
Tori dejó salir todo el aire por su nariz, estaba de extremo a extremo de aquella adolescente, Tori no era de ése tipo de personas que andan por ahí haciéndole compañía a aquellos que se encuentran alejados de los demás, no era algo que solía hacer y mucho menos con extraños, pero algo en aquella joven la hizo quedarse ahí ¿sería su semblante lleno de misterio? ¿Su blanca piel? ¿Su lindo y largo cabello castaño? ¿Su ropa totalmente oscura? Ahora que estaba a su lado y podía apreciarla ¿era su belleza la que la tenía ahí? ¿Porqué siendo tan linda se encontraba sola?
La morena sacudió su cabeza y sin importar que la otra joven se mostrara renuente prosiguió.
—Soy Tori Vega— Se presentó con singular alegría.
—¿Y eso a mi que?— la joven seguía con sus comentarios filosos.
—¿Cuál es el tuyo?— ignoró aquel comentario.
El silencio se extendió por unos cuantos segundos quizás en otro momento Tori se sentiría tensa, quizás ansiosa, porque sí, tenía un tanto de ansiedad social pero tal vez al ver a esa chica sola le hacía sentir ciertamente, cómoda.
La morena estaba tan metida en sus pensamientos que no se percató del momento en que la blanca joven le dedicaba una mirada de reojo, al parecer Tori no tenía intensiones de irse.
—Jade— murmuró con hastío.
—¿Hum?— Tori no alcanzó a escuchar, estaba muy inmersa en... Todo o nada.
—Soy Jade West— la joven encaró a Tori mostrándole su fino y delicado rostro, hermosos labios rosados, ojos de un bello color azul y unas cejas perfectas.
—Mucho gusto, Jade— Tori le extendió la mano, logró hacerlo después de unos segundos en que quedó absorta a la belleza de esa chica— eres muy bonita— sonrió esperando por el saludo.
—Baja la mano— Ella ordenó, también su voz era linda, como una caricia— no me gusta el contacto físico— completó ante la confusión de Tori.
—Oh, bueno, ya, lo entiendo— Tori dejó caer su mano.
El silencio volvió a hacer presencia, Tori pasó sus dedos entre su cabello dándole volumen, tenía que distraerse en algo antes de quedar como una maníaca acosadora pues sus ojos insistían en posarse sobre ése lindo rostro.
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Antes de Hollywood Arts
Fanfiction¿Te haz preguntado porque tanta complicidad y familiaridad entre ellas? Quizas todo inicio antes de Hollywood Arts. Los personajes aquí mencionados no son de mi propiedad.