Jimin giró su cabeza, para señalar con su mirada el pequeño cajón junto a la cama. A Jungkook le tomó unos segundos comprender la indicación, pero pronto se acercó a revisarlo y dentro encontró una botella de un color rosa pastel, no mucho más grande que su propia mano. Era un lubricante con sabor a cerezas.
Sonrió y entonces regresó su mirada a Jimin. "¿Qué pasa?" Jimin preguntó, aún de forma coqueta. Jungkook no respondió, volvió a besarle temeroso de verse inexperto. Poco sabía que eso era lo último en lo que pensaba Jimin.
Se acomodó de nuevo sobre él y acarició su cuerpo con las puntas de sus dedos, justo cómo lo había deseado. Empezó sosteniendo su rostro para profundizar su beso. Después bajó por su cuello, para rozar las leves marcas rojas y continuar sobre la suave y lampiña piel de su pecho. Se detuvo en su abdomen, podía sentir como Jimin movía sus caderas para frotar la punta de su erección contra la tela que oprimía la suya. Aquello mandó otra sensación electrizante por todo su cuerpo, tanto así que gimió dentro de la boca de Jimin.
Jimin sonrió para sí, y movió una vez más su cadera, recibiendo una reacción similar. Lo hizo una tercera vez, y Jungkook retuvo su aliento apartándose del beso, con el carnoso labio inferior de Jimin entre los dientes. Era una amenaza.
Jimin la ignoró. Trató de crear fricción una vez más, pero Jungkook no le dejó. Dejó ir su labio y sostuvo la cadera de Jimin junto a la cama. Jimin río. Jungkook aprovechó su agarre y la distancia para empezar a delinear los músculos en las piernas de Jimin. Cuando llegó a los tobillos miró de vuelta al rostro de Jimin, después miró su entrepierna.
Tomó el bote de lubricante, levantó la tapa y dejó caer una considerable cantidad alrededor del pene de Jimin. El líquido era frío, Jimin se quejó un poco, pero trató de guardar silencio ocupando su boca con sus ya rojizos labios. Jungkook empezó a acariciarle con suavidad, antes de introducirle uno de sus dedos.
"Ah" Jimin apenas hizo un ruido cuando metió otro más, y luego otro. Jungkook movía su mano con cuidado, yendo lentamente de arriba hacia abajo, poniendo toda su atención en las expresiones de Jimin. Tenía unas ganas inmensas por arremeter contra el mayor sin piedad alguna, pero también quería que Jimin disfrutará de esa experiencia tanto como él. Quería tratarlo con la misma atención que él brindaba a su jardín, y sobre todo deseaba que aquella increíble sensación durase para siempre. Por ello temía que su cuerpo le traicionase...
Por otro lado, si bien Jimin valoraba sus caricias y atenciones, también empezaba a impacientarse. Podía ver como la lujuria desbordaba de los ojos de Jungkook, al igual que su propia necesidad de sentirle dentro de una buena vez. Así que, sin mucho cuidado y, en medio de lo que parecía un bostezo, dijo a Jungkook con una media sonrisa, "Deja de ser tan amable"
Sus palabras, más allá de provocar a Jungkook, le hicieron perder el poco control que creía tener. Apartó su mano de Jimin, dejando que este se sintiera expuesto. Se deshizo de su bóxer y no preparó nada más. Tan solo frotó su erección con las sobras del lubricante en su mano y en un movimiento brusco, volvió a colocar sus labios sobre los de Jimin, como si quisiera distraerle de lo que estaba por hacer. Entró despacio, pero se dejó ir con fuerza. Esta vez fue Jimin quien se quejó en medio del beso y ambos rieron.
Jungkook siguió hasta estar completamente dentro del precioso chico debajo de él. Después, empezó a moverse con rapidez, de adelante hacia atrás, disfrutando en cada momento la fricción, y sobre todo de los ruidos que hacía Jimin.
"Aghh~" Jimin se quejó en voz alta y Jungkook se detuvo creyendo que le había lastimado. Se iba a apartar, pero Jimin le sostuvo con sus piernas. Jungkook podría ser novato, pero no inocente. Siguió arremetiendo contra el mayor hasta que sintió una gran ola de placer recorrer todo su cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
"La Casa de Verano" (BTS Jikook Fanfic)
FanficJungkook (hijo de la reconocida y adinerada familia Jeon) visita la vieja casa de verano de su familia; luego de que, prácticamente, sus padres lo obligarán a tomar un descanso de su ajetreada agenda. Ya nadie iba a ese lugar. Él mismo creía que l...