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La recepción del lugar era bastante agradable. Todas las mesas estaban acomodadas en los extremos, dejando un gran espacio al centro para las parejas que deseaban bailar al ritmo de las composiciones que tocaban los músicos en una esquina. Las melodías eran variadas, desde clásicas, hasta reinterpretaciones instrumentales de canciones populares. Detrás de ellos había un telón rojo que resaltaba, junto a ellos, gracias a la tenue luz blanca que los alumbraba. Mientras, al centro de la estancia colgaba un gran candelabro y en las paredes había pequeñas lámparas rectangulares, a distancias equitativas, que terminaban por iluminar el resto del lugar en un tono naranja.

Por supuesto, quienes recién entraban, rápidamente, eran atraídos por el espacio central y la larga mesa que se encontraba al fondo. Esta era distinta a las demás, no solo porque no era circular, sino que ahí era donde se sentaría el anfitrión junto a su familia cercana. Por eso revisaban el asiento, para asegurarse de haber llegado antes de poder interrumpir cualquier brindis o hecho.

Y no fue distinto cuando los Jeon fueron encaminados a su mesa.

"Ya ves" La Sra. Jeon susurró a su esposo, "Te dije que todo estaría bien" Terminó de decir cuando todos tomaron asiento y el hombre forzó una sonrisa, para saludar a quienes compartían la mesa con ellos.

El viaje había durado un poco más de lo esperado, se encontraron con tráfico un par de veces y la Sra. Jeon se había tomado algo de tiempo extra para arreglarse cuando ya estaban en el hotel. Pero, contra todo pronóstico, lograron llegar a tiempo. Antes de que el evento diera inicio formalmente.

Como habían acordado, Taehyung llegó a casa de Jungkook, incluso 10 minutos antes de las cuatro. Tiempo que aprovechó para acomodar su auto en el estacionamiento de los Jeon y recoger el auto principal de la familia, cosa que ya era costumbre cuando él los acompañaba a ese tipo de reuniones. Jungkook y su madre lo esperaban vestidos de forma casual, mientras que él ya llevaba un atuendo formal. Un traje azul marino, una camisa blanca y zapatos negros. Esta vez no usaba una corbata, pero porque pensaba en ponérsela cuando llegaran a Incheon. Para conducir cómodo y, aunque se esforzará en ignorarlo, para evitar situaciones como las de la noche anterior. Por alguna razón creía que era un gesto sutil, pero la Sra. Jeon de inmediato notó que a su atuendo le faltaba algo. Cuando lo mencionó, Taehyung hizo un gran trabajo al ocultar bien su sorpresa y responder con simpleza que se pondría la corbata antes de entrar a la reunión. Si bien, convenció a la dama, Jungkook ya sabía los verdaderos motivos y solo pudo reír por lo bajo.

La hora y media de recorrido la pasaron en casi completo silencio. Al menos por parte de Jungkook y Taehyung que, si acaso decían un par de palabras para responder a la Sra. Jeon. Ella preguntó por lo que había pasado la noche anterior y antes de recibir una respuesta clara, se disculpó con Taehyung, mientras Jungkook mordía un poco sus labios. Ambos se esforzaron por no entrar en detalles y mencionar tan solo que ya todo estaba bien. Al final todos acordaron no comentar nada del asunto al Sr. Jeon, no por que tuviera que ser un secreto (que si lo era), sino porque después de todo, solo fue un pequeño contratiempo que, supuestamente, no había provocado cambios.

El hotel donde se estaba quedando el Sr. Jeon, era el mismo en donde se llevaría a cabo el encuentro social. Y esto no era una sorpresa. El motivo de la reunión era nada más y nada menos que el cumpleaños de uno de sus colegas. Un viejo amigo de la escuela de negocios que era dueño de una cadena hotelera. Sus edificios se encontraban en todos los rincones turísticos del país, siempre con buenas reseñas, pero también con algunas reservas. No eran hoteles baratos, pero tampoco eran inaccesibles.

Por eso la idea de incluir restaurantes, de gran calidad, en la primera planta de cada edificio, resultaba en un negocio bastante rentable. Y, si bien los Jeon no poseían una franquicia restaurantera, unos clientes de su agencia si que la tenían. O más bien, la tendrían si toda la negociación salía bien. El negocio de los Jeon era el de la consultoría empresarial y legal. Ayudaban a pequeños y grandes negocios a crecer y desarrollarse de forma próspera y en el margen legal correspondiente. Obrando ya durante más de dos generaciones, sus servicios eran cada vez más variados, a la par que su fama y eficacia se volvía más evidente.

"La Casa de Verano" (BTS Jikook Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora