"La Casa de Verano" (BTS Jikook Fanfic)

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"¿Conoces a un Kim Taehyung?"

"A-Ah, sí" Jungkook respondió, "Es un amigo del trabajo" Dijo por no decir que se trataba del asistente de su padre, que siempre actuaba como su niñero. No quería parecer un niño mimado.

Jimin no dijo nada, lo tomó con una aparente indiferencia y aviso al guardia que todo estaba bien.

"Déjelo pasar... Gracias a usted" Se despidió del hombre con una sonrisa que si bien no podía ver, seguro la podía escuchar en su hablar. Guardó su celular y cuando volvió a ver a la cocina, Jungkook ya no estaba ahí.

Después de decirle que conocía a Taehyung, se escabulló al estudio. Ahí, sobre el escritorio y frente a la silla con el respaldo torcido, seguían su laptop y su celular.

En su celular encontró las notificaciones de cuatro llamadas pérdidas y más de nueve mensajes. Una de las llamadas era de Jungeum y el resto de Taehyung. Una fue a las ocho de la mañana y el otro par de hacia tan solo 10 minutos.

Los mensajes, que empezaban desde la noche anterior, iban de menos demandantes hasta ser solo el nombre de Jungkook escrito en mayúsculas.

El menor estaba en un lío, le constaba. Mas no sabía en cuál, ni de qué tamaño.

Recordó que tenía correos recientes de Taehyung sin abrir, y encendió su portátil. Quería estar preparado para lo que él pudiese reclamarle.

Tenía más correos que los que había dejado la noche anterior, algunos eran más dudas sobre el asunto de los documentos y otros parecían respuestas a estas mismas dudas.

Buscó el nombre de Taehyung y encontró el par de correos sin leer. El primero era de varios días atrás y en el solo preguntaba cómo estaba, en un sentido anímico más que laboral. La consideración era agradable, pero lo que opinará al respecto ya no era importante.

No respondió el correo a tiempo y eso dio paso al siguiente, donde Taehyung explicaba que el Sr. y la Sra. Jeon le insistieron en que fuera a verlo, o visitarlo, que fue la palabra que Taehyung colocó entre comillas en su texto.

Jungkook terminó de leer el correo y suspiró cansado. Se sentía mareado, su cabeza punzo un momento y frotó su rostro. La insistencia de sus padres por vigilarlo después de mandarlo lejos le parecía irracional. Y en ese preciso momento, una broma de mal gusto.

¿Por qué justo cuando decidió avanzar con Jimin?

Ignoró aquella pregunta y se enfocó en buscar argumentos para justificar su silencio y su trabajo era la excusa más viable y honesta, si no quería meter a Jimin en la conversación. Pero, ¿Taehyung no lo sospecharía?

De nuevo trató de ignorar sus propias dudas y enfocarse en sus posibles respuestas, pero un par de sonidos erizaron sus vellos y le desconcentraron por completo: la melodía ligeramente desafinada de un piano y unas risas.

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"​​¿Camina esto todos los días?" Taehyung se quejó entre dientes, "Debe estar loco" No estaba de muy buen humor. Ya había sido cansado conducir desde Seúl y el silencio de Jungkook no hacía más que crecer su lista de inconvenientes.

Llegó a la propiedad, el portón estaba abierto. Se estacionó en el espacio designado frente a la casa, tomó el saco negro que completaba su traje del asiento del copiloto y bajó de su auto. Estiró sus piernas y miró la casa con atención.

A diferencia de Jungkook, él si llevo una foto consigo y dudo un poco al comparar el recinto con la vieja casa marrón en la imagen.

Llamó a la puerta. Esperaba ver a Jungkook y desahogarse aunque fuera en una explosión breve, pero Jungkook no abrió la puerta.