Capitulo 38

2.9K 120 2
                                    

-Bueno, si tu dices.- rió.- Pero si fueron celos, no me lo niegues princesa.- sentí sus tibias manos sobre mis hombros.- ¿Tienes hambre?

-No.-si, fui muy fría, es que esa me puso de mal humor.

-Okey, yo bajare al buffet por algo de comida. ¿Segura no quieres nada?

-Si.-sentí como se levantaba de la silla.- Voy contigo.- me levanté yo también.- No quiero quedarme sola.

-O ¿tienes miedo de que me encuentre a Vero?

-No, ni ahí. Ya te dije, le llevo ventaja.- el me sonrió- Vero no puede hacer esto.- besé suavemente sus labios.

-Verdad.-sonrió atontado.

Fuimos hasta el elevador y nos lo tomamos, al bajar vimos el buffet vacío.
Cada uno ceno una hamburguesa y una gaseosa. Luego volvimos a subir, pero esta vez entramos a la habitación de la madre, que dormía como un bebe. 
Quedamos en que yo dormiría en la cama de al lado de la de la de la madre y Jack en el sillón. Por ser tan caballeroso se iba a despertar con dolor de columna.
Desperté porque algo me hizo cosquillas en el cuello, volteé para correr al pequeño bichito que pensé que tenía pero un pequeño gritito de dolor me sobresalto.

-Aii mi ojo.-dijo Jack sobándose el ojo.

-¿Qué haces aquí?

-Ese sillón estaba muy incomodo.-dijo en su defensa.

-¿Y por eso decides venirte a donde yo estoy durmiendo y darme besos en el cuello?

-Perdona.-sonrió.- Es que estabas tan hermosa ahí dormida.-me volvió a abrazar.- Durmamos un rato más.

-Jack.-dije avergonzada.- Suéltame, si quieres yo voy al sillón.

-¿Por qué no podemos dormir juntos?-preguntó hundiendo su cara en mi cuello.- Es que yo quiero dormir abrazándote.

-Pero si no recuerdas tu mamá esta en la camilla de al lado y puede despertar en cualquier momento.

-¿Qué tiene? A ella le gustas como novia para mi.-comenzó a desparramar pequeños besos en mi cuello.

-Mira Jack.-intenté alejarlo.- Quédate aquí en la cama conmigo si quieres.- levantó la cabeza para sonreírme.- Pero quieto, nada de manoseos.

-Okey, pero que conste que no es porque no te guste que te manosee, si no que mi mamá esta al lado.

-No seas grosero Jack.-dije casi en un susurro, sus carisias en mis piernas hacían que los vellitos de mis brazos se erizaran.

Luego de la pequeña discusión nos volvimos a quedar dormidos.


Ya llevamos casi dos semanas cuidando a la madre en el hospital y ya mañana le dan el alta para poder irse a casa.
Jack de vez en cuando me lleva a mi casa para que me de una ducha y me cambie de ropa, el también lo hace pero no nos gusta dejar a la madre mucho tiempo sola.
El padre sigue igual que hace dos semanas atrás, no ha mejorado nada pero tampoco ha empeorado. Los médicos nos han dicho que todavía respira así que mientras el respire no tienen derecho a desconectarlo de todas las maquinas. A Jack lo dejaron pasar a verlo, pero solo una vez. 


-Dame eso.-le grite enfadada.- Te dije que no toques mi ropa interior.

-Es que es tan chiquita.- sonrió pícaramente.- ¿En serio esto te queda bien?

-Jack.-grité tirándome encima de el para quitarle mis bragas de sus manos.- Me la das.-se corrió de la puerta.- Dame Jack, dámelas.

-No te las daré hasta que me expliques.-gritó mientras corría escaleras abajo.

-Jack no me molestes.- grité corriendo atrás de el.- Quiero que me las des.-me crucé de brazos al pie de la escalera.

-Pues, espérate.-dijo estirando mis bragas.

-Ya en serio. Te juro que nunca más en mi vida vuelvo a besarte si no me las das.-en serio. ¿Por qué le gusta molestarme?

-Okey.-dejó de hablar en chiste.- Dame un beso y te las devuelvo.- se acercó a mi.

-¿Por qué tendría que besarte si me has molestado desde esta mañana?-seguía con mis brazos cruzados y no pensaba ceder.

-Porque quiero que me beses.-me sonrió.- Aparte si las quieres, dame mi beso.- hizo un piquito con sus labios.- Aquí.- y tiernamente me tomó de la barbilla para besarme.

-Ya dámelas.-dije bruscamente quitándosela de la mano.- Es mía.-y camine escaleras arriba con mis bragas en la mano.

Me siguió en silencio hasta llegar a la habitación. Luego saqué una toalla de mi armario y me metí en la ducha mientras Jack se quedó en mi habitación.
Salí con la toalla blanca rodeándome el cuerpo y busqué ropa en mi armario. Volví a entrar al baño para vestirme y luego salí vestida. Jack seguía con la vista cada uno de mis movimientos sin decir absolutamente nada.
Me maquillé y luego me peiné.

-Lista. ¿Ya nos vamos?-dije con indiferencia tomando mi bolso.

-Claro. Si ya estas lista, vamos.-me sonrió, lo ignoré y salí de la habitación.


Les cuento porque tan enojada con Jack. Bien, es un estúpido, el y esa tarada que se hace llamar Vero. Se coquetean todo el día y luego Jack viene a decirme que no “Solo tengo ojos para ti princesa”, si, claro para mi y para esa perra. 
No me tendría que enojar pero si me enojo. Claro, no somos novios ni estamos saliendo, pero, me besa y me dice “te amo” todo el día, duerme conmigo y como si fuera poco va y le coquetea a esa. Me harté. Y si, estoy celosa, pero no se lo voy a admitir a el, porque va a tener razones para molestarme todo el tiempo.
Estoy enojada con el y con esa zorra que ahora es la enfermera de la madre. ¡Oh casualidad! Si, claro “casualidad”, siempre anda pasando por la habitación a ver si la madre necesita algo. ¿Vienes a ver a La madre o a Jack? Si, eso tendría que decirle a esa cosa con pelos de lampazo, simplemente, LA ODIO.

-Ya no me trates así.- me dijo intentando alcanzarme en las escaleras.

-¿Cómo quieres que te trate si te comportas como un nenito de tres años?-grité de mal modo, okey, si lo se, me sobrepase.- Perdona, pero es que me sacas de las casillas. Ya vámonos porque terminaré dándote un cachetón.- el rió divertido mientras seguíamos bajando.- No es gracioso, lo decía en serio.- se quedó callado.

-No me gusta que te enojes conmigo.-me tomó de la cintura antes de salir de la casa.

-Tu te la buscas.-volteé para verlo mejor y apoye mi cabeza en su pecho.- Tu me haces enojar mas que nadie.

-¿Más que Vero?-rió en tono de burla.

-Okey Jack, ¿sabes que?-me separé de el.- Yo no voy.- y caminé hasta el sillón para sentarme ahí. Soy una caprichosa, pero si tengo que quedarme en casa y no acompañarlo para que el deje de verla a ella, lo haré.

-No amor, ven aquí.-se sentó a mi lado e intento abrazarme, lo corrí.

-No me toques.- aparte de que me gusta que me llame “amor” es divertido molestarlo.- Eres un imbécil, sabes que la odio.

-Dime ¿Por qué?-si, otra vez con esa estúpida sonrisa en sus labios.- ¿Estas celosa?

-Jack, por enésima vez, NO. Vete de aquí, ya vete y pídele a esa Vero que te ayude con tu mamá.

-Yo no quiero estar con ella.-dijo con calma.- Sabes que ella no me gusta.- si, si, claro Gilinsky.- Me gustas tu y me he cansado de decírtelo. Solo tengo ojos…-lo interrumpí.

-Para ti…-reí.- Bueno para mí.- me sonrió.- Pero el punto no es ese. Me molesta que se te acerque de esa manera.

-¿Celos?-y seguía con eso. ¿Sabes que Jack? SI, estoy muerta de celos.

-No.- dije fríamente.- Pero me molesta, por si no se dio cuenta, estas en ese hospital para cuidar a tu mamá y no para coquetearle a ella.

-Yo no le coqueteo _____.

-Si lo haces Jack.

-No _____. No lo hago.- dijo tercamente mientras se apoyaba en el respaldo del sillón.- ¿Qué te hace pensar que me gusta ella?-ni siquiera me estaba mirando.

-Tus sonrisas y miradas cuando entra.- yo también me apoyé en el respaldo.- ¿Tienen sexo en el baño?- esta última pregunta lo hizo exaltarse y me miro con los ojos bien abiertos.

-______-trato de serenarse.- No se como decirte que ELLA NO ME GUSTA.-me gritó con desesperación.- Pero si no me quieres creer, no me creas.- se levanto.- Pero yo mismo se que no me gusta y que nunca me va a gustar porque yo te amo a ti y aun que tu no me ames de la manera en que yo te amo, te seguiré amando porque para mi eres la mujer más perfecta que ha pisado el planeta Tierra. Pero tampoco me lo creas.- caminó hasta la puerta.- Me voy al hospital, te amo.- y aun así enojado, seguía diciéndome “te amo”.

-Jack, espera.-me levanté del sillón. Golpeó la puerta de entrada cuando salió de la casa.

Amigos con Derecho (Jack Gilinsky)-AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora