✰Chanoey✰ [EDITANDO]

✰12✰

¿quieres ser?
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Nos remontamos a unos meses después de aquella salida del armario de su gran amigo Chandler. En la que también participó Joey después.

Los encuentros entre estos dos eran cada vez, más recurrentes. Desde aquella noche, la cosa fue subiendo de nivel. Al principio tan solo eran besos nerviosos que cesaban rápidamente, luego, pasaron a ser más que besos suaves y pequeños roces. Hasta que se acostaron por primera vez. Ambos recordaban como la cálida habitación estaba inundada con el sonido de los jadeos de placer que provenían de los dos jóvenes.

Pero ahí la cosa cesó. Desde aquel encuentro los chicos parecieron querer tener más intimidad entre ambos, respetaban el espacio del otro, sin demostrar un cariño excesivo. Aunque la verdad del asunto era que ahora se avergonzaban cuando estaban con más gente. Es decir, su amistad cambiaba de cara al público, ya no eran los mismos cuando había gente, ni siquiera cuando estaban ellos solos.

Varias veces Chandler, como de costumbre, se comía la cabeza arrepintiéndose de haber dado el beso que lo cambió todo. Pensaba que nunca volvería a ser igual, que cada vez hablarían menos y que algún día dejarían de ser amigos. Se aterrorizó por completo y comenzó a dar vueltas por su habitación intentando no hacer mucho ruido, ya que eran las cuatro de la madrugada.

Pero no tuvo buenos resultados. Y Joey acabó abriendo sus ojitos por el ruido de unos pies chocando rápidamente contra el suelo. Se levantó con el pelo y el pijama desordenados para ver que era de madrugada y no había casi luz.

Salió al salón, y viendo que no había nadie, abrió con suavidad la puerta del cuarto de Chandler.

—¿Qué haces?— preguntó el pelinegro frotándose los ojos. El rubio le miró y no obtuvo ninguna respuesta; tan solo una mirada asustada.

—¿Estás bien?—dijo de nuevo acercándose tranquilamente posando después la mano en su hombro.

—Y-yo.. si.. bueno... No, no lo estoy

—¿Qué pasa Chan? Estoy aquí para lo que sea.

—Escucha sé que es muy precipitado, pero de verdad me preocupa. No duermo bien pensando que la cagué al darte ese beso, no puedo dormir sin pensar en que esto acabará mal. Y de verdad que no quiero que la amistad que tenemos se vaya a paseo por mí.

—Chandler, nuestra amistad va a durar toda la vida, y creeme cuando te digo que de verdad no la cagaste al hacer nada—nada más soltar sus palabras le abrazó y se sentó en su cama para continuar un calmado abrazo para tranquilizar al menor.

Le acarició el cabello más preocupado ya que no sabía que este chico sufría tanto por su situación. Le calmaba con pequeñas frases hasta que dejó de resoplar nervioso y se relajó.
Y el pelinegro, sin darse cuenta, se quedó dormido.

**

Al día siguiente unos finos rayos de sol descansaban en los ojos de ambos. Pero Joey se despertó el primero. Viendo el panorama, casi se levanta del asombro por ver a su mejor amigo entre sus brazos, pero al recordar lo que pasó se acurrucó y dejó que pasará más tiempo.

Pero cuando Chandler abrió sus ojos y vio al mayor recostado a su lado recordando lo estúpido que fue lo que hizo ayer, se sintió aún más idiota. Así que sin pensarlo saltó de la cama cayéndose y despertando a Joey, el cuál dormía tranquilamente.

—¡¿Q-qué pasa?!— gritó Joey alarmado, quitándose el cabello de su cara al no ver a nadie en la cama.

—J-joey.. ¿hemos dormido juntos?— normalmente cuando lo hacían dormían en sus respectivas habitaciones, es más, nunca durmieron juntos.

—S-si, ¿qué tiene de malo?— respondió este acomodándose en la cama del rubio ayudándole a volver a subir.

—Nada, solo... no estaba acostumbrado, nada más.

—Perdón si te ha molestado, te vi tan afectado que no recordé que nunca dormimos juntos. Pero.. siempre hay una primera vez, no?— en ese momento un pensamiento inundó su cabeza.

El rubio rio y su incomodidad desapareció. Era tan asombrosa la manera que tenía Joey de calmar las cosas, que Chandler ni se creía que hubiera dormido abrazado a él. Pero Joey cortó el silencio con un nerviosismo poco común en él.

—¿Estás bien, eh ~pelinegro~?

—Mucho, lo que pasa es que..— Chandler esperó con calma la respuesta, hasta que le puso su mano en la pierna como señal de que hablara en voz alta— tengo algo que decirte Chandler.

El nombrado se extrañó por la seriedad del contrario e intentó mostrar calma y dejar que este siguiera después de un "claro" de su parte.

—Verás, es sobre nosotros. Llevo pensándolo varios días, y creo que podríamos.. ya sabes.. si..

—Joey, te explicas un poco mal.

—Agh. ¡Podríamos ser algo más! Podríamos ser una bonita pareja, me lo he estado replanteando y bueno, Chandler, ¿quieres ser.. mi novio?

El rubio se quedó fascinado. Su corazón se paró mientras latía cada vez más rápido. No podía creerlo, lo había conseguido, había conseguido a Joey Tribbiani. Aquel precioso chico italiano que tenía a su lado, nervioso e incluso vulnerable. Sonrió de oreja a oreja y saltó a abrazarle.

—Claro que quiero idiota..

Se abrazaron para no separarse jamás llenos de felicidad, porque ambos sabían que había empezado una bonita experiencia por vivir.