✰FINAL✰

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Anteriormente..

"Su corazón se había vuelto loco, su estómago había dado un vuelco y su garganta se había hecho un nudo. Sus dedos y piernas le temblaban del nerviosismo. Había quedado con Chandler para una cena romántica en su piso, y habia salido genial.

Un aroma familiar y dulce inundaba el salón, el cual estaba iluminado por varias velas que teñían el aire de un color cálido. Y en el centro, una pequeña mesita muy bien decorada con la comida todavía caliente.

Al terminar el pelinegro se ausentó diciendo que tenía que ir un momento a buscar un par de cosas a la casa de Mónica.
Pero en verdad, en el piso de al lado se encontraban Rachel, Ross y Phoebe, aparte de Mónica.

Esperaban a que Joey saliera de la habitación con el traje puesto. Salió nervioso con la camisa mal puesta, y las chicas se la colocaron con gracia dándole ánimos y apresurándole para que saliera del piso.

Su cabeza estaba en blanco, su corazón, acelerado. Se había quedado en frente de la puerta, pensando en lo que iba a hacer a continuación, y le asustaba, pero lo haría. Entró con un poco de brusquedad con las mejillas y las orejas coloradas.

Chandler se giró una vez, y después otra al ver el traje que se había puesto su novio. Le mira de arriba a abajo observando el simple pero muy bonito esmoquin. Le quedaba ajustado pero era de su talla, aunque le seguía sorprendiendo el echo de que se lo hubiera puesto.

—Pero bueno Joey, que guapo estás. ¿A qué viene esto?— preguntó incorporándose y acercándose a él para pasarle una mano por la mejilla.

—Chan.. esta cena, no ha sido porque sí. Verás... esto, yo.. tú.. nosotros— cerró los ojos, respiró, dejó de decir pronombres y volvió a empezar— Llevamos mucho tiempo juntos y de verdad te agradeceré siempre todo lo que haces y has hecho por mí. Todos los momentos que hemos vivido. Te quiero demasiado, y quiero que lo sepas para siempre. Quiero que sepas que eres el idiota que más he querido, quiero y querré en toda mi vida. Que lo eres todo para mí Chan— tras estas palabras el rubio se sonrojó como nunca. Le había dicho infinidad de veces que le quería, que le amaba, pero no así. Apartó la mirada con timidez.

Y cuando estaba mirándole de nuevo, Joey ya no estaba de pie, se encontraba en el suelo, arrodillado ante él, buscando con torpeza algo en su chaqueta. Pensó muchas cosas, pero... eso no podría ser, ¿verdad?

Pero para su sorpresa, después de unos segundos, sacó de un bolsillo interior una pequeña caja. Chandler no podía creérselo. Miraba con los ojos muy abiertos, esperando a ser despertado de aquel sueño tan maravilloso y tan despiadado, no podía creer que su mente fuera tan cruel como para hacerle creer eso. Pero no despertó. Vio como abría la cajita, y un anillo asomaba tras la tapa.

No tenía joya, tenía unas ramas con flores talladas sutilmente por todo el anillo, era precioso. Seguía intentando despertar, hasta que una voz lo distrajo.

—Me haces muy feliz, y yo quiero hacerte feliz por el resto de mi vida, así que... Chandler, ¿quieres casarte con Joey?— preguntó el pelinegro sin pensar si quiera en lo que salía de su boca. El rubio enloqueció y una sonrisa estalló en su rostro. Tardó varios segundos en poder formular una frase, pero al fin abrió la boca.

—Claro que sí. Quiero casarme con Joey Tribbiani— respondió riendo.

Joey no le puso el anillo, salió disparado a besarle y a abrazarle lo más fuerte posible sin creer lo que acababa de pasar. Ambos se acababan de hacer felices como nunca, y para siempre."

Actualmente.

Chandler deslumbraba el altar con aquel traje negro por fuera y blanco por dentro, y al otro lado entraba Joey, todo de blanco brillando como nunca. Una sonrisa de oreja a oreja inundaba su rostro. En ese momento, se sentía como el hombre más afortunado de todo el universo, al igual que Chandler.

El rubio veía a toda la gente que quería. Sus padres, sus amigos, e incluso compañeros antiguos de universidad. Casi toda la boda había sido organizada por Rachel y Mónica, las cuales, cuando escucharon a Chandler decir el sí quiero en el salón de Joey, empezaron a prepararlo todo. No tenía muchos invitados, algo que quiso Chandler, que prefería un ambiente más familiar. Pero el sitio era enorme, como acordó Joey.

Se acercaban hasta estar en frente del otro. La ceremonia estaba por acabar. Ni siquiera se enteraron de lo que dijo el hombre que estaba en medio de los dos. Ambos se perdían en los ojos del contrario y todo a su alrededor desaparecía.

Llegaba la pregunta que había sido esperada por ambos durante tanto tiempo. Al escuchar el nombre de cada uno, esperaron y respondieron al unísono: «Si, quiero.» Para después poder darse ese beso que apareció en muchos de sus sueños. Joey agarró con una mano la cadera del rubio y le atrajo a sí mismo. Juntó sus labios con cuidado y el mejor beso de sus vidas estalló en el altar con los aplausos y vítores de todos los invitados.

Confeti blanco y dorado saltaba por encima de sus cabezas llenándolos por completo de aquellos colores tan bonitos se separaron para mirarse el uno al otro, y para darse cuenta de que nada había sido un sueño, de que está era su realidad, la cual ninguno creía merecer.

Chandler despeinó el cabello de Joey para quitarle el papel y para darle un beso en la frente. Tenía una sonrisa de niño pequeño plasmada en su rostro. Sentía una euforia tan intensa que desprendía calor por todo su cuerpo.

Se abrazaron el uno al otro sabiendo que lo harían el resto de sus vidas, y miraron a todos irradiando felicidad.

:∗˚FIN˚∗:

✰Chanoey✰ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora