✰Chanoey✰ [EDITANDO]

✰O3✰

Londres.
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Chandler y Joey estaban en Londres. Les hacía ilusión ir de viaje juntos. El primer día fueron a dar un paseo, Joey hacía vídeos todo el rato. Sabía que a su novio le molestaba, así que lo hacía, le parecía tan tierno cuando se enfadaba que le era imposible no hacerlo.

Llegaron a un puesto con objetos típicos de Londres, camisetas, tazas, ropa y gorros. Muchos gorros con la bandera de Londres que le interesaron a Joey.

—¿Cuánto cuesta este gorro?— preguntó cogiéndolo con una pequeña sonrisa después de mirar el precio y ver que no era excesivamente caro.

—Espera, ¿Vas a comprar eso?— dijo sorprendido el rubio.

—Si, ¿no te gusta?— él respondió con una cara que decía "no, claro que no"— bueno me da igual, me lo compraré igualmente.

—Yo lo siento Joey pero aquí hay más gente, es ridículo mi niño.

—¡Me da igual! Me lo compraré igualmente Chand.

—Bien, pues no iré contigo— respondió.

—Ah, pues iré solo, nos vemos en el hotel está tarde gua-pi-to— dijo fingiendo estar ofendido, aunque de verdad prefería pasar el día con su pareja.

—Hasta luego— dijo despidiéndose después de darle el dinero al señor del puesto.

Chandler antes de irse se tropezó con un puesto de flores, haciendo que algunas de estas cayeran.

Un duro día estaba por llegar.

Al salir de aquella plaza llena de pequeños puestos, siguió tropezándose durante un rato. No sabía qué hacer así que simplemente fue a uno de esos autobuses turísticos. Tubo suerte y pudo ir en la parte de arriba.

Como nada podía salir bien, se puso a llover, pero claro, él había pagado el viaje entero además solo tenía dos paradas, y tenía que parar en la última ya que no podría ubicarse bien en la primera.

La mayoría de personas se habían bajado en la segunda, pero ahí estaba él, totalmente empapado en un asiento al principio. No había visto mucho ya que estaba demasiado ocupado buscando una forma de taparse de la lluvia. Pero cuando la encontró ya era tarde porque estaba completamente empapado.

Al bajar, en la puerta de un restaurante cerca del hotel se quitó la chaqueta que llevaba y la escurrió con sus brazos temblando, era otoño y hacía frío, aparte de que acababa de llover y había estado en la parte de arriba de un autobús de turismo.

Tampoco tenía mucho que hacer, pero no le apetecía manchar la habitación, por lo que fue a dar otro paseo, aún estando muy mojado.

Se resbaló varias veces, así que harto de la calle se metió en un bar a comer o tomar algo. Cómo no, el que le atendió hizo un chiste super gracioso en respecto a todo el agua que llevaba encima. Hoy no estaba para nada de humor. Después de comer fue a andar un poco más, temblando aún y fue de vuelta al hotel, en donde le pidieron que se quedara fuera un rato ya que estaba muy mojado y ensuciaría la moqueta.

Se estaba hartando, pero dio una vuelta a la manzana y se quedó en un banco, hasta que vio que ya no goteaba. Al volver, al fin le dejaron entrar. Fue al baño para darse una ducha caliente, pero justo antes de entrar escuchó la puerta.

—¡Hoy he tenido un día genial, hasta una "princesa" famosa te ha dedicado un vídeo diciéndote que mi gorro es muy elegante— dijo sin darse cuenta de las condiciones en las que su novio estaba. Pero al verlo tiritando su expresión cambió a una más preocupada.

—Dios Chandler, ¿qué te ha pasado? ¿Todo bien?— preguntó acercándose apresuradamente para quitarle la chaqueta mojada.

—Hoy no he tenido un día muy bueno, que digamos. Ah y lo siento por decir que tú gorro era feo, la verdad es que estás muy guapo— se disculpó con una sonrisa tonta. En realidad su novio le encantaba.

—¡No pasa nada! Ya lo sabía. Dios estás empapado, quítate esa ropa, ¿me puedes decir qué te ha pasado?

—Yo.. estaba aburrido y cogí un autobús para turistas y empezó a llover a mares— dijo quedando solo en unos pantalones, los cuales estaban medianamente secos.

Joey le abrazó pero se apartó al segundo al ver la temperatura del pecho y los brazos del rubio.

—Chandler estás helado! Métete en la ducha. Un baño caliente te va a venir genial. Mejor dicho, nos va a venir genial.

Dicho esto Joey acompañó a Chandler al baño de la habitación y dejó que el agua caliente llenara la bañera. Cuando esta se llenó, en el baño comenzó a hacer un calor muy reconfortante. Después, ambos se quitaron la ropa que les quedaba puesta y se metieron en la bañera. Joey se puso detrás de Chandler, quien parecía estar en el cielo después de meterse en el agua caliente. Comenzó a lavarle el pelo, masajeando su cabeza y echándole agua para calentar sus hombros.

—¿Tan mal día has tenido?— preguntó después de unos minutos de silencio.

—La verdad me arrepiento de no haber ido contigo, maldita sea.

Esto le pareció muy tierno a Joey y su única reacción fue abrazarle para quitarle más el frío. Chandler, apoyaba su cabeza en la de Joey, apoyada en su hombro. El agua había hecho que por fin se aclimatizara. Joey, como le encantaba, empezó a darle besos por todo el cuello y sus hombros, con más cariño por cada beso. Sus manos agarrando la cintura más pequeña por debajo del agua

Joey peinaba el pelo rubio del otro, ya que le encantaba jugar con el suave cabello. Estaba intentando hacerle una cresta, pero cada vez que lo hacía Chandler se peinaba el pelo de nuevo. El pelinegro, se hacía el ofendido así que Chandler le dio un beso bastante... Inesperado, y además potente para compensar a su pareja.

Joey decidió que terminaría el salón de belleza para abrazar humildemente a su pareja. Le rodeó con sus fuertes brazos sin intención de soltarle en un buen rato y Chandler cerró los ojos, en una calma total.