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celos 1/2
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Chandler no era el típico al que le encantaba ir de fiesta hasta las tres de la mañana para luego salir borracho. Pero de vez en cuando, Joey, le animaba a ir a algún sitio a tomarse unas cervezas.

Esta vez iban a ir a un lugar parecido a una discoteca, pero más tranquilo. Al pelinegro siempre le hacía ilusión salir con su novio a fiestas, ya que casi nunca le apetecía. Él era más de quedarse en casa a darse mimitos viendo cualquier cosa, y además hacía poco que eran pareja y esta era una de sus primeras salidas.

Chandler se puso una sudadera con un polo debajo y unos vaqueros ajustados y Joey una camisa blanca y encima una chaqueta de cuero junto a unos pantalones anchos. Cogieron un taxi y fueron al lugar, el cual estaba cerca de su barrio.

Al entrar tenía un ambiente cómodo y moderno, a Chandler le gustó. Joey fue ahí un par de veces así que acompañó al rubio a una de las barras que estaban dentro del sitio. Ambos se pidieron un par de copas y se quedaron hablando tranquilamente. Como era de costumbre, a la segunda cerveza, a Joey le entraban ganas de ir al baño. Así que el menor se quedó esperándole.

En ese momento el rubio se quedó solo. El chico era adorable a ojos de cualquiera y más cuando estaba esperando tan humildemente con sus cejas alzadas solo en una barra. Un chico le echó el ojo desde una mesa de por allí y se acercó a hablar sin ninguna mala intención.

El joven era alto, de piel pálida y cabello negro ondulado, con la mandíbula bien marcada y ojos claros, un joven muy atractivo tanto para hombres como para mujeres. Se acercó con una sonrisita y se sentó a su lado sin invadir mucho su privacidad.

—¿Qué tal, rubio?—preguntó sonriendo sin esperar una respuesta.

—Bien, haciendo tiempo en la barra— contestó después de varios segundos, al otro chico le apasionó la suave voz del chico, definitivamente era su tipo.

—Dime, ¿qué haces aquí solo sin beber nada? Dudo que hayas venido a apreciar las vistas.

—La verdad es que ya he bebido un poco, no soy muy fan del alcohol cuando no lo necesito— dijo tranquila y honestamente.

—Pareces un chico majo, ¿cuál es tu nombre? Yo me llamo
Chris— dijo extendiendo la mano.

—Chandler— agarró su mano para soltarla después. El rubio sabía las intenciones que tenía el contrario, pero él lo trataría como si estuviera buscando un amigo y no un novio. Porque Chandler era inocente, pero no era algo excesivo. Después de eso entablaron una conversación normal. Lo suficientemente corriente como para que el pelinegro se diera cuenta de que no quería nada con él, pero igualmente el pequeño le cayó bien.

Joey salió del baño, el cual estaba un poco lejos. Fue andando aliviado hasta la barra en la que estaba antes y se quedó parado al ver que Chandler estaba hablando con un joven que parecía muy guapo y majo. Se quedó en su sitio y fue acercándose a donde ellos estaban sin que el rubio se enterara y se sentó cerca suyo.

Se quedó mirando al pelinegro con cara de asesino hasta que este se dio cuenta de su presencia y de que ambos tenían algo.

—Bueno Chandler, un placer—dijo separando el taburete de la mesa— Tengo que irme pero me has caído bien así que toma
esto— arrastró una servilleta doblada con su número dentro y se marchó mirando a Joey.

Chandler, extrañado, miró el papel y se rió. Y se dio cuenta de que Joey tardaba en aparecer así que empezó a buscarle con la mirada. Y le vio justo a su lado.

—¡AH! Joder Joey, que susto me has dado.. ¿cuanto llevas fuera del baño?—dijo con su mano en el pecho.

—¿Acaso estabas haciendo algo malo?

—Veo que me has visto hablando con ese tal Chris... ¿No estarás celoso?

—Sabe su nombre y todo... ¿¡CELOSO?! ¿¡YO!? Estás loco— gritó sobresaltado.

—Pues yo creo que si.

Joey puso una cara de bebé enfadado, dándose cuenta de que su novio tenía razón, estaba celoso. Pero es que era alguien tan bonito a sus ojos, que tanto le costó mantener con él que pensaba que cualquier persona que quisiera podría arrebatárselo de su lado. Y ahí se dio cuenta de que estaba enamorado. Enamorado de ese chico tan precioso que alegraba sus mañanas una por una formándole una sonrisa cada día. Al igual que el rubio, estaba tan locamente enamorado de ese pelinegro.

Todos estos pensamientos volaron por los ojos de ambos recorriendo lo más profundo de sus cuerpos, así, se quedaron mirándose con una sonrisa tonta. Hasta que despertaron del trance y se rieron uno del otro pidiendo otra copa para bebérsela rápidamente.

HOLA DE NUEVO
Llevo mil años sin actualizar.. lo siento ;D

Vuelvo con un capítulo cortito para volver a coger el ritmo después de exámenes😭🔫

Espero que os guste<33

✰Chanoey✰ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora