Este es el día 9, hace 9 días no hay electricidad y llegó la cerca con nuestros amigos de verde. Se llevaron a las últimas personas fuera de la cerca hace cuatro días. Gente como nosotros, arreadas como ganado, asignados en camionetas, cada una con una sola meta. Van hacia el este. A Bakersfield, Las Vegas, al menos ese es el rumor, nadie lo sabe. Es seguro dentro de la cerca. Afuera todo está muerto. Todos se fueron. Estamos agradecidos con nuestros salvadores, con los que nos protegen, con los que nos alimentan, como si fuésemos animales de zoológico. No le puedes quitar algo a la naturaleza que esta no te vaya a cobrar. Todo le pertenece a ella de nuevo. Los perros, los muertos y nosotros.Hemos estado todos bien en los últimos días. Imelda sigue mal de su tobillo pero gracias a Dios la mamá de Sil, Griselda, es enfermera así que ha ayudado a Imelda y a nuestros vecinos que tengan gente enferma. Los militares hacen reuniones cada mañana. El noticiero matutino ahora por los de verde. Informan acerca de la situación afuera de la cerca y todos hacen preguntas como, ¿cuándo restablecerán las líneas?¿qué hay de las medicinas?. Cosas que jamás nos responden.
Hoy en la mañana me puse a socializar con la hija de los Salazar, Karla, parecía agradable.
-Hola- le dije -¿Cómo estás?¿Cómo sigue tu mamá?
-Hola, estamos bien.
-Una locura lo qué está pasando. - No sabía que decir, hace tiempo que no hablo con alguien nuevo.
Entró mi papá y venía con una señora. Una enfermera. Venía de parte del gobierno. Ya era hora de que mandaran a alguien. Nos venía a checar nuestra salud. Checo a Xime, Sil, a los Salazar y a mi. Dijo que hoy en la noche mandarían a unos soldados para llevarse a Imelda. Tenían una base a unos kilómetros de aquí. Daniel no quería dejar sola a su esposa y pidió que lo llevaran con ellos y la enfermera muy accesible le dijo claro. Era agradable pero había algo de ella que no me gustaba. Sus expresiones eran raras. Pasé el resto del día en la alberca con Sil y Xime estaba deprimida por la pérdida de sus papás. Mi papá se ofreció para ayudar a los militares. El es ahora el mejor amigo de los militares, desde que les ayudó con la situación de un vecino ahora se la pasa todo el día con ellos. No se si sabe pero tiene una familia. Tiene mi cuarto como hospital con la señora Imelda. Así que solamente estamos nosotros tres y los Salazar en casa. Casi no podíamos salir de casa porque estábamos en cuarentena. Encerrados como animales.
Después de un tiempo, Sil y yo nos escabullimos entre los árboles para ir a la casa vecina. La casa estaba vacía. No había nadie viviendo en ella ahora. La casa estaba marcada con una cruz, como todas las demás casa en las que habían personas infectadas. Tenía plástico en las puertas y ventanas. Le arrancamos el plástico a una puerta sin que nos vieran y entramos. Todo estaba ordenado. Todo estaba en su lugar. Estuvimos en la casa por unos 10 minutos. Sil estuvo probándose ropa y yo viendo las fotografías. Era una casa pequeña así que no había tantas fotos. Era increíble que esas fotos en donde te tomas una foto y hay personas en el fondo, ya no vayan a ser posibles. En eso vi una carta que iba para su esposo. Fue escrita el día que todo cayó y decía:
Querido Gerry:
Hoy vi algo que me aterró. Solo quiero que sepas que te amo. Al inicio pensé que era una pesadilla. Pero no. Era una profecía. Esto lo mando Dios.
Te amo.
En ese momento quise salir de ahí, agarré a Sil y salimos de ahí. Llegamos a casa y yo me encerré en el baño. No sabía que pensar. Eso me dejo aterrado. No salí del baño en 30 minutos. Para cuando salí mi papá ya había llegado. Quise pasar tiempo con el. Y nos pusimos a jugar Uno. La pasamos muy bien. Me sentí mejor. Me recordó a cuando era niño y jugábamos con mi mamá. Que será de ella ahora. Ella se fue de la casa un día y jamás volvió. Mi papá me dice que se fue de viaje de trabajo pero yo ya no se si creerle. Solo necesitaba pasar un tiempo con mi familia haciendo algo que se solía hacer en los días normales.
Después de jugar varias rondas, en las que él había ganado la mayoría. Nos quisimos ir a dormir. Pero en eso tocaron la puerta. Eran algunos militares que venían por la señora Imelda. Entraron varios a la casa y traían una lista nombraron a Imelda Salazar, y se la llevaron con cuidado. Daniel siguió a su esposa pero los militares lo detuvieron.
-Usted no, tengo dos nombres- dijo un militar.
-Imelda Salazar, Daniel Salazar- afirmó Daniel.
-Usted no, Ximena Caswell.
Todos nos quedamos sorprendidos. Ella no tiene nada. Está bien de salud. Sil le susurró a Xime "corre". Xime quizo correr. Empezó una persecución dentro de la casa. La detuvieron los militares. Quisimos detenerlos pero no pudimos. Sil gritó como loca pidiendo que no se la lleven, ella no tenía nada malo. Mi papá se quedó parado haciendo nada, siendo la mano derecha de los militares. Se los llevaron a todos en varias camionetas. Pero nos sorprendió ver que en una de esas camionetas, estaba Griselda, la mamá de Sil. Como si ella tuviera algo que ver con esto.
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Fear Begins Here
Science FictionUna historia dramática de un grupo de amigos y desconocidos tratando de sobrevivir ya que sus vidas habían cambiado. El inicio del apocalipsis zombi pero en este mundo no existe esa palabra. Complicará la situación para nuestros personajes?